Familia : Charadriidae

Texto © Dr. Gianfranco Colombo

Traducción en español por la Dra Cristina Valcuende

El Chorlitejo chico (Charadrius dubius) tiene una amplia distribución, que abarca todo el continente asiático, el norte de Oceanía y Europa © Dmitry P.
No es fácil comprobar directamente en el campo la diferencia de tamaño entre el Chorlitejo chico y el Chorlitejo grande, y mucho menos distinguirlos de inmediato, dado el alto grado de mimetización que ambos presentan cuando están en el suelo y la gran similitud entre las especies.
El problema de la diferenciación entre estos dos pequeños limícolos ya había surgido algunos años después de que Linneo clasificara al Chorlitejo grande (Charadrius hiaticula Linnaeus, 1758), la especie más común en el norte del Paleártico, cuando Sonnerat, en 1776, en su informe “Voyage à la Nouvelle Guinée”, describió por primera vez aquel “Petit Pluvier à collier de l’isle de Luzon” (pequeño Chorlitejo con collar de la isla de Luzón, Filipinas), tan similar al que encontraba habitualmente en el Paleártico europeo y que su predecesor ya había descrito.
La duda que manifestó era tan fuerte —respaldada por la idea de que se trataba de la misma especie y de que las pequeñas variaciones anotadas derivaban únicamente de las condiciones climáticas tropicales propias de aquellas áreas— que Scopoli, el clasificador oficial de esta especie, consideró oportuno formalizar este dilema denominándola Charadrius dubius Scopoli, 1776.

Es muy similar al Chorlitejo grande (Charadrius hiaticula) y a menudo se confunde con él, de ahí su nombre específico, dubius, que significa «dudoso» en latín © Gianfranco Colombo
El Chorlitejo chico es un pequeño limícola perteneciente al orden Charadriiformes y a la familia Charadriidae y, como indica su nombre común, un corredor extremadamente rápido cuando se desplaza por el suelo.
Se trata, en efecto, de un ave diminuta que, al correr, alcanza una velocidad sorprendente aun cuando el terreno que frecuenta habitualmente es pedregoso, con grava irregular y repleto de pequeños obstáculos que dificultarían el movimiento a cualquier otro organismo.
Aun así, en este ambiente el Chorlitejo chico se encuentra plenamente a gusto, hasta el punto de vivir y nidificar allí, oculto por un plumaje que lo vuelve prácticamente invisible y por un tamaño tan reducido que resulta casi imposible detectarlo incluso sabiendo que se encuentra presente.
Por el contrario, se vuelve ruidoso cuando está en vuelo, especialmente en los meses estivales, cuando, con un desplazamiento rapidísimo y de trayectoria circular, sobrevuela el área de su territorio emitiendo ese piuu piuu piuu, un zumbido monótono y molesto similar al de un Abejorro desorientado, audible desde gran distancia y que permite identificarlo con facilidad incluso sin verlo, para luego posarse en el lecho pedregoso, a pocos metros del observador, y desaparecer nuevamente de la vista.

Aunque puede anidar lejos del agua, es una ave limícola que busca alimento en las orillas de ríos, lagos y marismas © Gianfranco Colombo
Al frecuentar las orillas de ríos y lagos, así como zonas costeras durante la migración, Charadrius dubius es un ave particularmente expuesta a un notable impacto antropogénico, especialmente durante la temporada favorable, cuando hace coincidir su periodo de nidificación con ese turismo dominical mal gestionado, un turismo de paso que a menudo ocupa lugares aislados y apartados, antaño refugio inviolado de esta fauna tan particular.
De este modo, familias de turistas improvisados, equipadas con los más variados accesorios y con perros a su lado, mantenidos ilícitamente en total libertad, terminan invadiendo y perturbando, en la fase más delicada de su ciclo vital, los territorios de nidificación de este pequeño limícola, generando una molestia tal que provoca el abandono no solo de la puesta en curso, sino también de toda el área.
Con frecuencia se han visto fotografías de aves en incubación a dos metros de la rueda de un todoterreno, vehículos introducidos de manera ilegal fuera de los caminos habilitados, para luego constatar posteriormente el abandono del nido o incluso su destrucción por atropello.

Aquí encontró un gusano, pero también se alimenta de pequeños moluscos, microcrustáceos y todo tipo de insectos, tanto terrestres como acuáticos © Matt Vincent Leonoras
Al ser un ave común en Italia, Charadrius dubius ha acumulado numerosos nombres dialectales en cada región, como pieri, pivierina, munegheta, tzurliotèddhu, tzurrulìu currulus, pivlot, curiren y otros.
La etimología del binomio científico procede del griego antiguo, donde Charadrius deriva de kharadria, “ruinas, rocas”, denominación aplicada a un ave que frecuentaba terrenos cubiertos de piedras y cantos rodados; mientras que del latín dubius, “dudoso”, retoma el concepto ya expuesto anteriormente relativo a las características de la especie.
En Europa se lo denomina comúnmente Little Ringed Plover en inglés, Flußregenpfeifer en alemán, Chorlitejo chico en español, Pluvier petit-gravelot en francés y Borrelho pequeno de coleira en portugués.
Zoogeografía

No presenta dimorfismo sexual, pero esta es una de las posiciones típicas que adopta el macho durante el cortejo, con piar y correr desenfrenadamente © Gianfranco Colombo
Charadrius dubius presenta un amplísimo ámbito de nidificación que cubre de manera continua todo el continente asiático, alcanzando también la parte septentrional de Oceanía y Europa, donde está ampliamente distribuido, aunque nunca en grandes densidades poblacionales.
En Asia, de hecho, su área de distribución ocupa una franja ininterrumpida delimitada al norte por el océano Ártico, al sur por la India y la península Indochina, al oeste por las fronteras europeas y al este por el océano Pacífico, estando ausente únicamente en la zona central de China.
En nuestro continente está presente en la región central de forma dispersa, con amplios espacios sin poblaciones, y en la región mediterránea, especialmente en las islas, a veces de manera muy fragmentada o incluso totalmente ausente.
Hacia el norte llega a ocupar la parte meridional de la península escandinava, parte de Inglaterra y toda la Rusia europea, dejando la región septentrional del continente a su congénere Charadrius hiaticula. En efecto, esta última especie constituye el equivalente norteño del Chorlitejo chico y ocupa todo el territorio situado al norte del área descrita, hasta las zonas árticas más extremas e inhóspitas.

Apareamiento. Charadrius dubius mide un máximo de 15 cm, el tamaño de un gorrión. Su envergadura de más de 35 cm no es sorprendente, ya que es un ave migratoria © Gianfranco Colombo
Charadrius dubius está presente como especie nidificante también en la parte noroccidental de África, desde Marruecos hasta Túnez. La especie es en gran medida migradora de largo recorrido, aunque algunas poblaciones, en particular las del subcontinente indio, realizan únicamente desplazamientos estacionales breves que las llevan a latitudes ligeramente inferiores a las frecuentadas durante el verano.
Las zonas de invernada de todas las poblaciones europeas y del este de Asia se localizan en el África subsahariana, mientras que las siberianas invernan en la India, la península Indochina y las islas indonesias. Por el contrario, la población de Filipinas y Nueva Guinea parecería ser sedentaria.
Ecología-Hábitat
Charadrius dubius está estrechamente asociado a ambientes acuáticos, aunque la nidificación puede tener lugar a considerable distancia de cualquier cuerpo de agua. Prefiere terrenos arenosos y pedregosos, orillas de ríos y lagos y sus islotes, cauces secos de torrentes, bordes de zonas pantanosas, así como hábitats de origen antrópico tales como canteras, amplios espacios sin pavimentar, terrenos removidos y desnudos, obras viales y, con relativa frecuencia, especialmente en la llanura padana, campos arados preparados para el cultivo del maíz. No es amante de la altitud y raramente supera los 1.000 m s. n. m.

La librea de Charadrius dubius se camufla perfectamente en los lechos secos de los ríos, a menudo utilizados para anidar.© Gianfranco Colombo
El Chorlitejo chico pasa prácticamente toda su vida en ambientes húmedos y desprovistos de vegetación, entre piedras y grava, pero siempre en estrecho contacto con el agua, preferentemente de río y de lago, y solo de manera ocasional en zonas marinas. En los cuarteles de invernada ocupa los mismos tipos de hábitat utilizados durante el periodo de reproducción, aceptando en ocasiones también áreas semidesérticas o, por el contrario, territorios francamente palustres.
Morfofisiología
Charadrius dubius es un ave de dimensiones equiparables incluso a las de un Gorrión común. Mide como máximo 15 cm de longitud, pesa menos de 40 g y posee una envergadura superior a los 35 cm, medida que evidencia sus características de verdadero migrador. Sus alas son estrechas y falciformes, lo que les permite desarrollar con facilidad una notable velocidad en vuelo.
La coloración del plumaje en ambos sexos es pardo ceniza en la parte superior del cuerpo y completamente blanca en la inferior, con una banda intensamente negra que rodea el cuello hasta unirse en la nuca, formando un amplio collar que deja la garganta y la nuca de un blanco puro.

El macho, inclinado hacia adelante con la cola desplegada, indica el lugar de anidación de la hembra © Erik Eckstein
Una banda paralela a esta, igualmente intensamente negra, rodea la cabeza desde la nuca hasta unirse de nuevo en la parte anterior, dividiéndose en dos franjas paralelas y diferenciadas justo en la frente, donde aparece una barra blanquísima que conforma la típica máscara propia de ambas especies de chorlitejos. Esta característica máscara es siempre muy visible y permite distinguir con facilidad a estas aves de cualquier otro limícola.
En la parte superior de la cabeza presenta un capuchón de color ceniza, del mismo tono que las cobertoras alares. El ojo, de color negro, muestra un anillo periocular de un amarillo vivo que falta en el chorlitejo grande. El pico es completamente negro, a diferencia del de su congénere, que es de color naranja con la punta negra. Las patas son de un verde oscuro, a diferencia del naranja intenso que muestra el Chorlitejo grande. La cola no es particularmente larga y, cuando el ave está en reposo con las alas plegadas, alcanza una longitud equivalente a la de las rémiges primarias.
Los jóvenes presentan un plumaje totalmente grisáceo en la parte superior y blanquecino en la inferior, y muestran solo un tenue indicio de lo que será en la adultez la banda negra en forma de collar en el pecho.

El nido, que suele contener cuatro huevos, es una depresión poco profunda excavada por el macho en el lecho pedregoso del río, apenas visible en la panorámica superior © Gianfranco Colombo
Tampoco en la cabeza aparece aún indicio alguno de la característica máscara negra, lo que hace que esta especie sea difícil de distinguir en el campo tanto del Chorlitejo grande como del Chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus Linnaeus, 1758), otro congénere muy similar en plumaje y comportamiento.
Se han identificado tres subespecies que representan los tres grandes grupos que componen la población mundial de esta especie: Charadrius dubius jerdoni, típico del subcontinente indio y del sudeste asiático; Charadrius dubius curonicus, propio de Europa, el norte de África y Asia hasta el Pacífico; y finalmente Charadrius dubius dubius, de Filipinas y del norte de Oceanía, el holotipo determinado por Scopoli en 1786.
Etología-Biología reproductiva
El cortejo durante la fase nupcial es bastante intenso y se mantiene durante un periodo prolongado.

Si se acerca un depredador, las hembras suelen atraerlo para alejarlo del nido fingiendo tener un ala rota y, tras asustarlo, salen volando de un salto rápido © Gianfranco Colombo
Incluso una vez formada la pareja, el macho suele repetir con frecuencia el mismo comportamiento, quizá para reforzar el vínculo de pareja y también para delimitar el territorio, aunque ya esté ocupado desde hace tiempo. Se observan largas persecuciones entre las piedras a velocidades inimaginables, con una postura bastante encorvada, alas abiertas, cola desplegada y constantes y monótonos chillidos.
El Chorlitejo chico es un ave solitaria durante la nidificación, aunque en ocasiones comparte por necesidad logística un mismo sector de grava, manteniendo siempre una distancia respetuosa respecto a otras parejas. Una vez elegido el lugar donde colocar el nido, el macho excava varias y ligerísimas depresiones entre los cantos, sin aportar material alguno, pequeñas hondonadas entre las cuales la hembra selecciona la preferida, depositando sobre el suelo desnudo las habituales cuatro huevos de color crema, finamente salpicados con pequeñas manchas redondeadas de distintos tonos.
Solo cuando ambos adultos se encuentran sobre el nido, encargándose de la incubación, añaden alrededor de la depresión pequeños guijarros, diminutos trozos de madera o incluso excrementos de conejos silvestres, dando así una vaga, aunque notablemente rudimentaria, apariencia de nido.

Los polluelos, que frecuentan el nido, huyen inmediatamente después de nacer, ocultándose en la vegetación circundante © Gianfranco Colombo
¡Es increíble el camuflaje del nido de un Chorlitejo chico! Con extrema dificultad, y únicamente observando a uno de los adultos mientras se dirige al nido, es posible localizarlo. Cuatro huevos, perfectamente similares a pequeños guijarros, reposan sobre un lecho de cantos del mismo color.
La incubación dura aproximadamente tres semanas, y los polluelos abandonan inmediatamente el nido, dispersándose a su alrededor y ocultándose al abrigo de una piedra más grande o de algún escaso mechón de hierba presente en estos hábitats. Incluso el plumaje de los nidífugos se integra perfectamente con el entorno, haciéndolos prácticamente invisibles e indetectables. En zonas templadas, Charadrius dubius puede realizar hasta dos nidificaciones anuales, mientras que en el norte de su área de distribución se limita a una sola puesta. Los polluelos son atendidos durante varias semanas, aunque ya sean independientes en la alimentación pero aún incapaces de volar, tras lo cual son abandonados.
Una característica de esta especie es la defensa del nido frente a depredadores terrestres. Al detectar a un posible depredador, el Chorlitejo se aproxima prácticamente a pocos pasos y, mediante breves saltos y un fuerte vocerío, se arrastra torpemente sobre el suelo imitando a un ave herida de un ala, atrayendo así la atención del agresor y alejándolo del nido. A continuación, con un rápido salto, emprende el vuelo y se aleja. Esta estrategia, en la mayoría de los casos, logra el resultado deseado.

Cuando aprenden a volar, los juveniles ya se parecen a los adultos, pero con un plumaje más apagado © Gianfranco Colombo
Al nidificar con frecuencia en los lechos de ríos aparentemente secos o con niveles de agua reducidos, los nidos suelen ser destruidos por desbordamientos repentinos e inundaciones, ante lo cual el Chorlitejo realiza con igual rapidez una nueva puesta, formando una camada de reemplazo.
La alimentación principal de esta especie se basa en insectos tanto terrestres como acuáticos, pequeños moluscos, microcrustáceos y larvas, y solo raramente incluye semillas germinadas o material vegetal.
La población de Charadrius dubius está en disminución, con un descenso aproximado del 10 % cada diez años; sin embargo, dada la amplitud del territorio ocupado y la sólida densidad de las poblaciones rusas y asiáticas, a partir de 2025 se considera “LC, Least Concern” (Preocupación Menor) en la Lista Roja de la UICN de especies amenazadas.
Sinónimos
Thinornis dubius Scopoli, GA 1786.
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