Acrocomia aculeata

Familia : Arecaceae


Texto © Pietro Puccio

 

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Traducción en español de Ignacio Barrionuevo

 

Nativa de América tropical, la Acrocomia aculeata alcanza 10-15 m de altura, con un diámetro de 25-40 cm © Giuseppe Mazza

Nativa de América tropical, la Acrocomia aculeata alcanza 10-15 m de altura, con un diámetro de 25-40 cm © Giuseppe Mazza

La especie es originaria de una vasta área de América tropical que va desde el sur de México hasta Brasil, incluyendo el Caribe: Antillas Venezolanas, Argentina, Bolivia, Belice, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Guatemala, Guyana, Guayana Francesa, Haití, Honduras, Islas de Barlovento Septentrionales y Meridionales, Jamaica, Nicaragua, panamá, Paraguay, República Dominicana, Surinam, Trinidad y Tobago y Venezuela, lugares en los que crece en sabanas, matorrales y áreas perturbadas, en zonas caracterizadas por un clima estacional, desde el nivel del mar hasta los 1.200 m de altitud.

El nombre del género es el adjetivo griego “ἀκρόκομος” (acrocomos) = foliado o frondoso en lo alto, a su vez derivado de los sustantivos “ἄκρος” (acros) = cima, punta y “κόμη” (come) = melena, copa, en referencia a la densa y frondosa copa que presenta en lo alto del tallo; mientras que el epíteto específico es el adjetivo latino “aculeatus, a, um” = espinoso, provisto de espinas, por las largas espinas de las que está provista.

Nombres comunes: macaw palm, gru-gru (inglés); totai (Bolivia); bocaiúva, coco-baboso, coco-catarro, coco-de-espinho, macaiba, macajuba, macauba, macauva, mucaja, mucajuba (Brasil); corozo, tamaco (Colombia); coyol (Costa Rica); corosse (Haití); coyol (México); corozo (Venezuela).

La Acrocomia aculeata (Jacq.) Lodd. Ex Mart. (1834) es una especie muy variable con tallo solitario, generalmente cilíndrico, rara vez ensanchado en la parte central, de entre 10 y 15 m de altura y de 25 a 40 cm de diámetro, de color gris claro, sobre el que se observan las marcas anulares que señalan la unión de las hojas caídas, y, excepto en las partes más viejas, está también cubierto de anillos de gruesas espinas negruzcas, de entre 3 y 10 cm de largo.

La copa es densa, con hojas pinnadas de entre 3 y 4 m de longitud, con numerosos foliolos lineares con ápice agudo de entre 40 y 80 cm de largo y de 1 a 2 cm de ancho, de un color en el haz que puede ir del verde oscuro al gris verdoso o al verde azulado, blanquecino en el envés, dispuestos irregularmente y a distintos ángulos a lo largo del raquis.

El peciolo, de entre 10 y 30 cm de longitud, así como el raquis y la base foliar, que solo envuelve parcialmente al tallo, están provisto de espinas de longitudes diversas y orientadas en distintas direcciones.

Copa densa. Elegancia y crecimiento rápido en los trópicos, donde se cultiva no solo como ornamental © Giuseppe Mazza

Copa densa. Elegancia y crecimiento rápido en los trópicos, donde se cultiva no solo como ornamental © Giuseppe Mazza

Las inflorescencias, que nacen entre las hojas (interfoliares), miden de 1,5 a 1,8 m de largo, e inicialmente están encerradas en una bráctea leñosa cubierta de un tomento rojizo y provista de robustas espinas hacia el extremo, presentando ramificaciones de primer orden. Las flores, de color amarillo pálido y con un penetrante olor, son unisexuales, habiendo de ambos sexos en una misma inflorescencia: las femeninas en la base de las ramificaciones y las masculinas en el ápice.

Los frutos, globosos, verde amarillentos en su madurez y de entre 3,5 y 5 cm de diámetro, contienen una sola semilla.

Se reproduce por semilla, a la que previamente se le ha retirado la pulpa adyacente, escarificada y mantenida en agua durante varios días, plantada en sustrato drenante mantenido húmedo a una temperatura de entre 24 y 28 ºC, preferiblemente en contenedores individuales, con un tiempo de germinación que puede ir de algunos meses a más de un año.

Se trata de una especie de notable elegancia e imponencia, cuyo uso ornamental, en parques y jardines, está en parte limitado por la presencia de las peligrosas espinas sobre el tallo, que obligan a colocarla lejos de zonas de paso y parada. Es de crecimiento rápido, sobre todo si se tiene con óptimas condiciones de cultivo, y puede utilizarse a pleno sol en regiones de clima tropical, subtropical y, marginalmente, en las de clima templado cálido, donde puede soportar, una vez ya adulta, temperaturas solo ligeramente inferiores a los 0 ºC, siempre que sean excepcionales y de corta duración.

No es particularmente exigente en lo que respecta al suelo, de ácido a alcalino, siempre que sea drenante, y resiste moderadamente la salinidad y los periodos de sequía, aunque con un crecimiento mucho más lento.

En los lugares de origen, donde está ampliamente difundida, esta palmera es de gran utilidad para las poblaciones locales. Los tallos, de larga duración, son utilizados en las construcciones rurales; las hojas para fabricar cuerdas, esteras, redes para pescar y otros muchos objetos artesanales; los frutos como alimento para el ganado, y el aceite que se extrae de ellos para diversos usos, incluso culinarios si se refina, presentando además características muy prometedoras para su producción a gran escala.

Por sus largas espinas no es idónea para lugares de paso, pero ofrece a los indígenas fibras textiles, aceite comestible y frutos para el ganado. Del ápice del tallo, sacrificando la planta, se sacan “palmitos” comestibles y abundante savia para una bebida alcohólica conocida en Venezuela como “vino de corozo” © G. Mazza

Por sus largas espinas no es idónea para lugares de paso, pero ofrece a los indígenas fibras textiles, aceite comestible y frutos para el ganado. Del ápice del tallo, sacrificando la planta, se sacan “palmitos” comestibles y abundante savia para una bebida alcohólica conocida en Venezuela como “vino de corozo” © G. Mazza

En algunas zonas se consumen los ápices vegetativos (corazón de palmera, palmitos) como verdura, práctica que supone la muerte de la planta.

De los frutos fermentados se obtienen bebidas alcohólicas, al igual que de la savia extraída al cortar la porción apical del tallo, siendo esta última bebida conocida en Venezuela como “vino de corozo”, y supone también la muerte de la palmera.

Sinónimos: Cocos aculeata Jacq. (1763); Palma spinosa Mill. (1768); Palma mocaia Aubl. (1775); Bactris globosa Gaertn. (1788); Bactris minor Gaertn. (1788); Cocos fusiformis Sw. (1797); Acrocomia sclerocarpa Mart. (1824); Acrocomia fusiformis (Sw.) Sweet (1826); Acrocomia sphaerocarpa Desf. (1829); Acrocomia guianensis Lodd. ex G.Don (1830); Acrocomia minor Lodd. ex G.Don (1834); Acrocomia lasiospatha Mart. (1844); Bactris pavoniana Mart. (1844); Acrocomia globosa (Gaertn.) Lodd. ex Mart. (1845); Acrocomia horrida Lodd. ex Mart. (1845); Acrocomia mexicana Karw. ex Mart. (1845); Acrocomia tenuifrons Lodd. ex Mart. (1845); Acrocomia cubensis Lodd. ex H.Wendl. (1854); Acrocomia vinifera Oerst. (1859); Acrocomia antioquiensis Posada-Ar. (1978); Acrocomia zapotecis Karw. ex H.Wendl. (1878); Astrocaryum sclerocarpum H.Wendl. (1878); Acrocomia glaucophylla Drude (1881); Acrocomia sclerocarpa var. wallaceana Drude (1881); Acrocomia microcarpa Barb.Rodr. (1891); Acrocomia mokayayba Barb.Rodr. (1896); Acrocomia odorata Barb.Rodr. (1898); Acrocomia erioacantha Barb.Rodr. (1902); Acrocomia wallaceana (Drude) Becc. (1912); Acrocomia ulei Dammer (1915); Acrocomia pilosa León (1940); Acrocomia belizensis L.H.Bailey (1941); Acrocomia chunta Covas & Ragonese (1941); Acrocomia hospes L.H.Bailey (1941); Acrocomia ierensis L.H.Bailey (1941); Acrocomia karukerana L.H.Bailey (1941); Acrocomia panamensis L.H.Bailey (1941); Acrocomia quisqueyana L.H.Bailey (1941); Acrocomia subinermis León ex L.H.Bailey (1941); Acrocomia antiguana L.H.Bailey (1949); Acrocomia christopherensis L.H.Bailey (1949); Acrocomia grenadana L.H.Bailey (1949); Acrocomia viegasii L.H.Bailey (1949); Acrocomia spinosa (Mill.) H.E.Moore (1963).

 

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