Brownea ariza

Familia : Fabaceae


Texto © Pietro Puccio

 

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Traducción en español de Susana Franke

 

La especie es originaria de Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, donde vive en las forestas húmedas en bajas altitudes.

El género está dedicado al botánico irlandés Patrick Browne (1720-1790); el nombre de la especie es el utilizado por los nativos de Colombia.

Nombres comunes: árbol de la cruz, arizá, palo de cruz (español).

La Brownea ariza Benth. (1845) es un árbol de medias dimensiones, alto 9-12 m, con tronco de color grisáceo de 30-40 cm de diámetro y ramas largas que tienden a tocar el suelo. Las hojas son alternas, paripinnadas, largas hasta cerca 60 cm, de color verde oscuro, compuestas por 6-12 pares de hojitas oblongo-lanceoladas con ápice acuminado; las hojas jóvenes están agrupadas, péndulas, flácidas, inicialmente de color rosado.

Originaria de Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, la Brownea ariza es un árbol de 9-12 m, con ramas largas y péndulas que tienden a tocar el suelo © Giuseppe Mazza

Originaria de Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, la Brownea ariza es un árbol de 9-12 m, con ramas largas y péndulas que tienden a tocar el suelo © Giuseppe Mazza

Las inflorescencias, péndulas en la extremidad de las ramas, son en panojas, o en capitulos, encerradas por brácteas, de 12-18 cm de diámetro, de color de naranja a rojo intenso con numerosos estambres salientes. El fruto es una vaina plana, larga 20-30 cm y ancho cerca 8 cm, dehiscente (que se abre espontáneamente en su madurez). Se reproduce por acodo aéreo, pero más frecuentemente por semilla, puestas en agua por 24 horas, para facilitar la germinación, antes de sembrarlas en un sustrato arenoso mantenido húmedo a la temperatura de 22-24 ºC; la floración inicial, en las mejores condiciones de cultivación, aproximadamente en el cuarto año de edad.

Especie muy similar a la Brownea grandiceps difiere de ella por algunas particularidades y por las menores dimensiones de la inflorescencia, y por esto menos cultivada para fines ornamentales; es cultivable en las zonas de clima tropical y marginalmente subtropical, donde puede resistir a excepcionales, y por brevísimo períodos, temperaturas próximas a 0 ºC.

Una inflorescencia abriéndose. El tamaño es más reducido con respecto a las más pomposas de la Brownea grandiceps, por lo que tiene menor presencia en los jardines tropicales. Son, sea como sea, plantas espléndidas y ambas muestran virtudes medicinales, en particular por la corteza que contiene un potente hemostático © G. Mazza

Una inflorescencia abriéndose. El tamaño es más reducido con respecto a las más pomposas de la Brownea grandiceps, por lo que tiene menor presencia en los jardines tropicales. Son, sea como sea, plantas espléndidas y ambas muestran virtudes medicinales, en particular por la corteza que contiene un potente hemostático © G. Mazza

Las exigencias de cultivación son idénticas a las de la Brownea grandiceps. Las plantas adultas crecen bien en pleno sol, para las plantas jóvenes es preferible una ligera sombra. El sustrato debe ser permeable, rico en humus y mantenido constantemente húmedo durante el período vegetativo, dejando secar el estrato superficial del terreno en la estación vegetativa. Donde no es posible la cultivación al aire libre puede ser cultivado en contenedores grandes, en invernaderos luminosos, utilizando un sustrato rico en humus con agregado de arena, un 30%, a temperaturas superiores a 12 ºC en invierno: los riegos deben ser abundantes y regulares en verano, moderadas en invierno.

La madera, muy dura y resistente a los ataques de las termitas, es utilizada en las construcciones y para manufacturas. Partes de la planta son utilizadas en la medicina tradicional, en particular la corteza contiene un potente hemostático.

Sinónimos: Brownea princeps Linden (1855); Hermesias ariza Kuntze (1891).

 

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