Buteo buteo

Familia : Accipitridae

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Texto © Dr. Gianfranco Colombo

 

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Traducción en español de Ignacio Barrionuevo

 

Un subadulto de Buteo buteo devora una paloma. Las presas son descarnadas con cuidado y no desdeña la carroña © Gianfranco Colombo

Un subadulto de Buteo buteo devora una paloma. Las presas son descarnadas con cuidado y no desdeña la carroña © Gianfranco Colombo

El Busardo ratonero, anteriormente denominado Ratonero común, (Buteo buteo Linnaeus, 1758) es una rapaz perteneciente al vasto orden de los Accipitriformes y a la familia Accipitridae.

Está entre las rapaces más comunes de Europa y está ampliamente distribuido por los ambientes más diversos al presentar una fuerte capacidad de adaptarse a las perturbaciones ambientales ocurridas en las últimas décadas. A pesar de que en algunas zonas se ha notado una leve disminución de la población en otras se encuentra, por el contrario, una mayor distribución y una densidad en ligero ascenso.

Tiempo atrás era un ave no muy común en las proximidades de zonas habitadas, en particular en los países del sur de Europa y mediterráneos, quizás también por la despiadada caza a la que estaba sujeto pero, sobre todo, por ser un animal un tanto esquivo y reservado. Actualmente, no obstante, se lo ve acercarse a menudo con mayor confianza a nuestro ambiente.

Hoy es considerado por muchos como el ave que más se acerca a los núcleos rurales y atrapa pequeños animales domésticos, buena prueba de su resolución para con el ser humano. En efecto, no desdeña llevarse un buen pollo o algún conejo al aire libre dentro de recintos domésticos sin cobertura, en particular en las granjas, ambiente que ya ha conquistado y habitado sin reservas.

Es de las rapaces más comunes de Europa, presente también en el Asia templada, hasta Mongolia, y desde África del este hasta Sudáfrica. No teme ya al hombre, frecuentando las granjas en busca de pequeños animales domésticos © Giuseppe Mazza

Es de las rapaces más comunes de Europa, presente también en el Asia templada, hasta Mongolia, y desde África del este hasta Sudáfrica. No teme ya al hombre, frecuentando las granjas en busca de pequeños animales domésticos © Giuseppe Mazza

Esta costumbre la comparte ampliamente con el Milano negro (Milvus migrans), seguramente más culpable que el busardo y con el que tiene en común también la distribución y el hábitat, pero para el vulgo siempre se trata sin duda alguna del ratonero.

Esta rapaz gusta de ciclear en el cielo con amplios círculos concéntricos ya sea en el periodo de reproducción o durante las migraciones estacionales.

El busardo ratonero pasa la mayor parte del tiempo desarrollando esta actividad con la que controla su territorio, busca potenciales presas y, durante la migración, tras haber alcanzado de este modo cotas considerables, efectúa larguísimos planeos que lo van llevando a sus diversas escalas.

No todos lo busardos ratoneros son migradores, sino que solo las que presentan una distribución más septentrional bajan varios grados de latitud para resguardarse del duro invierno continental.

En ciertos periodos del otoño tardío y del invierno, en las áreas de invernada, se observan fuertes concentraciones de estas aves, aunque durante esta estación el ratonero se hace fuertemente territorial y no tolera la compañía de otros congéneres, indiferentemente de que sean machos o hembras. A pesar de esto, en ciertos periodos de enorme carestía, determinada por largos periodos de fuertes heladas o de cobertura nívea, se han visto más de un ejemplar en torno al mismo cadáver.

Durante el periodo reproductivo puede ser agresivo incluso hacia el hombre y cuando se acerca un indeseado sobrevuela enfurecido la zona del nido con un penetrante y lamentoso silbido de advertencia © G. Colombo

Durante el periodo reproductivo puede ser agresivo incluso hacia el hombre y cuando se acerca un indeseado sobrevuela enfurecido la zona del nido con un penetrante y lamentoso silbido de advertencia © G. Colombo

El busardo ratonero es un ave rapaz que preferiblemente caza presas vivas pero no desdeña, si se ve en la necesidad, alimentarse de animales muertos.

En la Italia septentrional se piensa que la notable difusión de esta rapaz viene debida a la fuerte presencia del Coipú (Myocastor coypus), una presa habitual para esta especie, que ha infestado en los últimos tiempos las áreas agrícolas de la llanura Padana.

El término científico Buteo deriva del término homónimo griego “buteo”, que significa justamente busardo.

En Europa es llamado: Common buzzard, en inglés; en alemán, Mäusebussard; en francés Buse variable; y en italiano Poiana comune.

Zoogeografía

El busardo ratonero está presente en toda Europa y en Asia, a lo largo de la franja templada hasta Mongolia.

Está presente en Medio Oriente, en India y en el África oriental hasta Sudáfrica, incluida.

Habita también la parte noroeste mediterránea de este continente, pero falta totalmente en la parte central y sudoccidental. Solo evita las áreas árticas y subárticas. En las Alpes habita en alta montaña sobre el límite de la vegetación arbórea, donde aprovecha la presencia de paredes rocosas pronunciadas para anidar.

Los juveniles muestran una librea más moteada y contrastes menos visibles bajo el ala © Gianfranco Colombo

Los juveniles muestran una librea más moteada y contrastes menos visibles bajo el ala © Gianfranco Colombo

Como se decía, el ratonero que habita las áreas septentrionales migra hacia el sur a partir del mes de septiembre, con movimientos de varios miles de ejemplares que siguiendo rutas preestablecidas alcanzan las zonas más meridionales de Medio Oriente y de África oriental.

Son famosas las observaciones de vuelos transcontinentales en Gibraltar y el Bósforo, prácticamente dos cuellos de botella en los que estas migraciones se concentran de manera increíble. Los ratoneros mediterráneos y de las zonas templadas son, por el contrario, residentes.

Ecología-Hábitat

El busardo ratonero prefiere las áreas boscosas incluso densamente arboladas pero en estas últimas décadas ha ido ocupando más los espacios abiertos, praderas y estepas, zonas predesérticas o áreas de cultivo, ambientes que habían sido en otro tiempo sus zonas de caza habituales pero que se han convertido con el paso del tiempo en zonas en las que habita de manera estable. La extensión de las plantaciones de chopos junto a los ríos y en las llanuras aluviales ha acelerado la difusión de esta ave, haciéndola incluso habitual en estos ambientes.

Incluso en campo abierto un simple bosquete de unos pocos álamos altos, por ejemplo, es suficiente para crear el ambiente necesario para su nidificación y no falta tampoco en amplios jardines de la periferia urbana con árboles altos, especialmente de hoja perenne o cubiertos por hiedra. Le gusta cazar en espacios abiertos a menudo quedándose apostado durante horas sobre una rama a la espera de que una presa se aventure a cruzar por debajo.

En Inglaterra tiene como víctima preferida el conejo silvestre y, en efecto, esta ave ha sufrido una fuerte disminución de efectivos durante los años en los que la mixomatosis ha afectado a estos mamíferos. En otros ambientes caza roedores de diversa clase, pequeñas aves acuáticas, palomas, faisanes jóvenes y otras gallináceas, añadiendo cuando se da la ocasión algún conejillo o pollo doméstico. Sus presas son descarnadas lentamente y con increíble cuidado, dejando al término del festín el esqueleto del desgraciado perfectamente limpio y blanqueado.

Un ejemplar de primer año en vuelo. La diferencia con nuestro adulto que defiende el nido salta rápidamente a la vista. El color es extremadamente variable, según la edad, la zona o la cercanía al momento de la migración © Gianfranco Colombo

Un ejemplar de primer año en vuelo. La diferencia con nuestro adulto que defiende el nido salta rápidamente a la vista. El color es extremadamente variable, según la edad, la zona o la cercanía al momento de la migración © Gianfranco Colombo

Morfofisiologia

El busardo ratonero puede ser confundido con diversas rapaces muy parecidas y a menudo pertenecientes a su mismo género, hecho aún más acentuado por la gran variedad de plumajes que presenta en sus diversas libreas (como bien señala el nombre francés de “buse variable” = busardo variable).

Hay ratoneros de fase oscura y otros de fase clara, unos con una mancha en forma de herradura en el pecho y otros completamente blancos, ejemplares con vistosas manchas en la parte inferior del ala y otros completamente oscuros, algunos de color ámbar (librea denominada rufa, por el color rojizo) y muchos de los colores pardos tradicionales, incluso algunos de dimensiones reducidas y otros bastante más grandes.

Es por tanto evidente que se precisa de una cierta práctica a la hora de reconocer antes de nada si el ave que se observa es un busardo de la especie Buteo buteo o un Busardo moro (Buteo rufinus), o incluso un Busardo calzado (Buteo lagopus) por no hablar de las subespecies, como el Busardo de estepa (Buteo buteo vulpinus), tan común en el este europeo que a menudo hibrida con la forma típica del continente. Se confunde también a menudo con el Abejero europeo (Pernis apivorus) ave extremadamente similar y distinguible solo por el cuello y la cola ligeramente más alargados, por el barrado de la cola y el pecho, y por los ojos amarillentos.

Un joven subadulto migrador de fase oscura. Como a menudo ocurre, provoca la reacción territorial de las aves del lugar, en este caso de tres Corvus rhipidurus que lo molestan sin tregua para ahuyentarlo © Gianfranco Colombo

Un joven subadulto migrador de fase oscura. Como a menudo ocurre, provoca la reacción territorial de las aves del lugar, en este caso de tres Corvus rhipidurus que lo molestan sin tregua para ahuyentarlo © Gianfranco Colombo

El busardo ratonero mide entre 50 y 60 cm de longitud, con una envergadura de hasta 130 cm y puede superar los 1300 g de peso. Es una rapaz corpulenta con alas muy anchas y redondeadas, típicas de las planeadoras, que bate generalmente con una lentitud típica de un buitre.

La cola está bien compuesta aunque no es demasiado larga ni vistosa. Suele tener una coloración marrón grisácea en todo el cuerpo con peco generalmente más claro donde está presente en la parte alta una banda blancuzca curvada a modo de collar.

Este diseño rara vez lo presentan los sujetos migradores del norte, que tienden a ser más claros y, ocasionalmente, casi totalmente blancos, la denominada “fase clara”.

La parte inferior del ala es muy variable, especialmente en lo que respecta a las coberteras, que pueden ser oscuras, rojizas o incluso blancas, mientras que las remeras son siempre claras y marcadas a intervalos regulares con un ligero barrado. También la cola está barrada con numerosas franjas negruzcas. Siempre está presente también el “puño”, esto es, una mancha carpal negra, por lo que es una buena pista para us identificación. Otra buena pista es que en vuelo, el busardo tiene el cuello encajado en el cuerpo, como retraído, lo cual hace que la silueta pueda ser distinguible del abejero. Los jóvenes tienen una librea más manchada y contrastes menos visibles en la parte inferior de las alas.

Algunos migradores, como este joven, tienen una librea rojiza. El Buteo buteo puede llegar a los 1300 g, con 50 cm de longitud y 130 cm de envergadura © G. Colombo

Algunos migradores, como este joven, tienen una librea rojiza. El Buteo buteo puede llegar a los 1300 g, con 50 cm de longitud y 130 cm de envergadura © G. Colombo

Se han identificado una docena de subespecies, pudiendo dividirse las poblaciones en dos grandes grupos distintos: las razas occidentales, por lo general residentes, denominados “ratoneros europeos” y las razas orientales, en gran parte migradoras, llamadas generalmente “ratoneros de estepa”. Al ser subespecies pueden hibridar, claro está, en las zonas de solapamiento de las áreas de distribución.

Biología reproductiva

El busardo ratonero nidifica habitualmente en árboles altos y viejos que dominan su territorio, colocando el nido en una posición muy elevada, aprovechando las horquillas de ramas más altas.

Pone normalmente de 2 a 3 huevos al comienzo de la primavera, pero a veces lo hace más tarde, quizás por haber abandonado un anterior nido, quizás sin terminar, a consecuencia de laguna molestia. Los huevos son blancos y más o menos punteados de ocre que, no obstante, se ensucian bastante durante la incubación hasta parecer que son casi completamente marrones. La incubación dura un promedio de 5 semanas y los pollos permanecen en el nido durante otros 50 días.

El ratonero defiende ferozmente el nido y a menudo se oyen casos de ataques a personas que se acercan sin percatarse a su nido. Durante este periodo sobrevuela con frecuencia el área ocupada por el nido emitiendo continuamente su penetrante y lamentoso maullido. Los pollos durante la estancia en el nido son en un comienzo muy asustadizos frente a cualquier peligro o ruido y viven prácticamente aplastados contras el fondo del nido hasta que no son capaces de agitar las alas y mantenerse posados sobre el borde de la estructura.

Como es costumbre para las rapaces, debajo del árbol en el que está colocado el nido a menudo se observan anchas zonas totalmente salpicadas de blanco, fruto de todos los excrementos proyectados con fuerza desde el borde del nido por los polluelos.

En la alta montaña o en áreas predesérticas el busardo ratonero puede anidar en paredes rocosas o en pequeños árboles que crecen aferrados a estos pronunciados riscos. Todos los busardos gozan de un óptimo status de conservación y no están consideradas como especies sujetas a ningún tipo de riesgo y en cuanto a su número, es muy elevado en cualquier punto de su área de distribución.

Sinónimos

Buteo vulgaris Gesner, 1555; Falco buteo Linnaeus, 1758.

 

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