Eugenia stipitata

Familia : Myrtaceae


Texto © Pietro Puccio

 

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Traducción en español de Ignacio Barrionuevo

 

Eugenia stipitata es un siempreverde muy ramificado de entre 3 y 12 m © Giuseppe Mazza

Eugenia stipitata es un siempreverde muy ramificado de entre 3 y 12 m © Giuseppe Mazza

La especie es originaria de Bolivia, Brasil septentrional, Colombia (Putumayo), Ecuador (Napo) y Perú (Loreto y Ucayali), regiones en las que vive en los bosques húmedos hasta alrededor de los 600 m de altitud.

El género fue dedicado a la memoria del general, diplomático y mecenas Eugenio de Saboya (1663-1736); mientras que el epíteto específico es el adjetivo latino “stipitatus, a, um” = provisto de estipes, en referencia al corto pedúnculo de las inflorescencias.

Nombres comunes: araza (inglés); araçá, araçá-boi (Brasil); arazá, arazá-buey (español, Perú).

Eugenia stipitata McVaugh (1956) es un arbusto o arbolillo siempreverde, de entre 3 y 12 m de alto, muy ramificado, con corteza de color marrón rojizo que tiende a desconcharse; las ramas jóvenes están cubiertas por un tomento amarronado.

Las hojas, sobre un corto peciolo, son simples, opuestas, de ovado a elípticas, con margen entero y ápice puntiagudo, de entre 8 y 16 cm de largo y de 3 a 8 cm de ancho, de color verde intenso y ligeramente pubescentes en su haz y de color verde claro y netamente pubescentes con ralos pelos rígidos de alrededor de 0,5 mm en su envés. Las hojas jóvenes son inicialmente de color rojizo.

Flores axilares solitarias o reunidas en inflorescencias racemosas, sobre un corto pedúnculo, con ramificaciones dicótomas de entre 0,5 y 1 cm de largo, que llevan de 2 a 5 pares de flores bisexuales cuyo pedúnculo mide de 1 a 2 cm de largo. Cáliz con 4 sépalos libres ovados, de entre 0,4 y 0,5 cm de longitud, de color verde amarillento que se flexionan hacia atrás tras la apertura de la flor; 4 pétalos obovados de color blanco, de entre 0,8 y 1 cm de longitud y alrededor de 0,5 cm de ancho; ovario tetralocular, estilo de alrededor de 1,1 cm de largo y de 80 a 130 estambres que rondan los 0,6 cm de longitud. La forma longistila de la flor, aunque no impide por completo la autopolinización, sí favorece la fecundación cruzada.

El fruto es una baya casi esférica de entre 5 y 10 cm de diámetro, de color verde al principio, para hacerse amarillo cuando madura, con epicarpo (la “cáscara” o “piel”) delgado y pubescente y pulpa jugosa y aromática, incluso la que rodea las semillas, de color amarillo claro. Las semillas, entre 5 y 15 por baya, son de forma oblonga ligeramente comprimida, de entre 0,5 y 2 cm de longitud y de 0,5 a 1,5 cm de grosor.

Se reproduce por semillas, que deben ser plantadas poco tiempo después de su extracción de la pulpa ya que tienen un corto periodo de competencia, en mantillo drenante, ácido, que ha de mantenerse húmedo a una temperatura de entre 24 y 28 ºC. El tiempo de germinación va de los 2 a los 8 meses, aunque puede ser acortado mediante escarificación de la semilla, y la primera fructificación, bajo las mejores condiciones de cultivo, se da tras alrededor de 2 años. Para conservar ciertas características se recurre al injerto.

Nativo de los bosques húmedos de Bolivia, norte de Brasil, Colombia, Ecuador y Perú, tiene flores bisexuales con un estilo muy largo que favorece la fecundación cruzada © Giuseppe Mazza

Nativo de los bosques húmedos de Bolivia, norte de Brasil, Colombia, Ecuador y Perú, tiene flores bisexuales con un estilo muy largo que favorece la fecundación cruzada © Giuseppe Mazza

Su fruto ha levantado gran interés por sus características organolépticas idóneas para la producción industrial de zumos, concentrados, confituras, helados y para aromatizar diversas bebidas, mientras que no es muy buena para su consumo en fresco debido a la elevada acidez de la pulpa. Presenta un elevado contenido en vitaminas A, B1 y C, así como en proteínas y carbohidratos, conteniendo además buenas cantidades de calcio, hierro, magnesio, potasio y zinc. Es cultivable en las regiones tropicales húmedas con temperatura media elevada, pluviosidad anual bien distribuida y humedad superior al 80 %, sobre suelos incluso muy pobres. Estas regiones son a menudo económicamente deprimidas, pudiendo obtener un retorno económico por su cultivo y relativo procesado industrial, que debería ser efectuado preferiblemente en los lugares de producción por la excesiva rapidez con la que se degrada el fruto maduro y su susceptibilidad a daños mecánicos durante el transporte. La fructificación casi continua a lo largo del año es un estímulo más para incrementar su cultivo.

El fruto, amarillo cuando madura, es una baya casi esférica de 5-10 cm de diámetro. No se presta, por su acidez, al consumo fresco, pero es un óptimo aromatizante, rico en vitaminas A, B1 y C y en proteínas y carbohidratos, además de en calcio, hierro, magnesio, potasio y zinc. La fructificación es continua, casi sin descanso © G. Mazza

El fruto, amarillo cuando madura, es una baya casi esférica de 5-10 cm de diámetro. No se presta, por su acidez, al consumo fresco, pero es un óptimo aromatizante, rico en vitaminas A, B1 y C y en proteínas y carbohidratos, además de en calcio, hierro, magnesio, potasio y zinc. La fructificación es continua, casi sin descanso © G. Mazza

Requiere una exposición preferiblemente a pleno sol excepto durante las fases iniciales de desarrollo, y terrenos ácidos, que drenen bien, incluso pobres, pero crece mejor en sustratos fértiles con humedad mantenida, necesitando por tanto irrigación en zonas con periodos de sequía; eventuales fertilizaciones han de ser efectuadas con productos de bajo contenido en fósforo, que es escasamente absorbido por la planta (en estado silvestre crece en suelos pobres en este elemento). Las temperaturas mínimas no deberían descender bajo los 18 ºC, a valores inferiores el crecimiento se detiene. Fuera de las regiones tropicales y subtropicales, por su porte compacto y precoz floración, podría ser cultivado en tiestos o arriates de gran volumen y ser resguardados en invernaderos luminosos durante los meses más fríos, utilizando un mantillo fértil con buen drenaje, ácido y mantenido casi constantemente húmedo, aunque sin encharcamientos. No han de infravalorarse sus capacidades ornamentales.

 

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