Synchiropus splendidus

Familia : Callionymidae

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Texto © Giuseppe Mazza

 


Traducción en español de Carlos Jiménez

 

Con sólo 6-7 cm de largo, el pez mandarín (Synchiropus splendidus) es uno de los habitantes de los arrecifes más pintorescos del Pacífico occidental.

Con sólo 6-7 cm de largo, el pez mandarín (Synchiropus splendidus) es uno de los habitantes de los arrecifes más pintorescos del Pacífico occidental © Klaus Stiefel

El pez mandarín (Synchiropus splendidus Herre, 1927) pertenece a la clase Actinopterygii, los peces con aletas radiadas, al orden Perciformes y a los Callionymidae, una familia de peces bentónicos evolutivamente cercana a los Gobiidae, que cuenta con una veintena de géneros y casi 200 especies comúnmente llamadas «dragoncitos» por su extraña apariencia, sin escamas.

Debajo de la piel, en el preopérculo, tienen una espina bien desarrollada que provoca heridas dolorosas que tardan mucho en sanar, de ahí el nombre recurrente de pez araña en varios idiomas.

El nombre del género Synchiropus proviene del griego “συν” (syn), con, “χείρ” (cheir), mano, y “πούς” (pus), pie, en referencia a las aletas, utilizadas como pies.

Un macho de Synchiropus splendidus en todo su esplendor. El largo radio espinoso de la primera aleta dorsal, aquí plegado, lo distingue a primera vista de las hembras.

Un macho en todo su esplendor. El largo radio espinoso de la primera aleta dorsal, aquí plegado, lo distingue a primera vista de las hembras © François Libert

El nombre específico, como era de esperar, simplemente significa espléndido en latín.

Zoogeografía

El pez mandarín se encuentra como en casa en las aguas tropicales del Pacífico occidental. A título indicativo, lo encontramos hacia el Noreste en Malasia, Indonesia, Filipinas, Taiwán y las Islas Ryukyu en el sur de Japón y hacia el Sureste en las Islas Palau, en Micronesia, Papúa Nueva Guinea, las Islas Salomón, Australia y Nueva Caledonia.

Ecología-Hábitat

Synchiropus splendidus no tiene escamas, pero está protegido por una mucosidad venenosa y busca durante todo el día en el fondo marino, alimentándose de pequeños crustáceos y huevos.

No tiene escamas, pero está protegido por una mucosidad venenosa y busca durante todo el día en el fondo marino, alimentándose de pequeños crustáceos y huevos © Pauline Walsh Jacobson

Vive en aguas poco profundas en las formaciones madrepóricas de lagunas. También se ha avistado a 12 m de profundidad, pero generalmente sigue el contorno del fondo marino en los primeros 6 m de agua, protegido por las ramificaciones de los corales y las larguísimas espinas de los erizos diadema (Diadema setosum).

Morfofisiología

El cuerpo, de 6-7 cm de largo, es cilíndrico, con dos grandes ojos saltones situados en lo alto de la cabeza, triangular y puntiaguda.

La boca es protráctil, con varias hileras de dientes diminutos.

Synchiropus splendidus vive refugiado entre las ramas de los corales o entre las largas espinas de los erizos, pero por la noche suele salir de su escondite para reproducirse.

Vive refugiado entre las ramas de los corales o entre las largas espinas de los erizos, pero por la noche suele salir de su escondite para reproducirse © Bernard Dupont

Hay dos aletas dorsales separadas que el pez extiende cuando es necesario, como velas, para parecer más grande. La primera tiene 4 radios espinosos y la segunda 8-9 radios blandos. En los machos, más grandes y colorido que las hembras, el primer radio espinoso está particularmente desarrollado, al menos dos veces más largo que los demás, y este es el dimorfismo sexual más evidente.

La aleta anal tiene de 6 a 8 radios no punzantes; las pectorales, grandes, tienen 28-35 radios blandos y las pélvicas, relativamente grandes, tienen hasta 5 radios blandos.

Suelen avanzar casi deslizándose sobre el fondo marino mientras las aletas pectorales se mueven agitándose vigorosamente, y aunque no tiene vejiga natatoria, con potentes golpes de cola, Synchiropus splendidus también es capaz de subir a la superficie para reproducirse o impulsarse rápidamente en caso de peligro.

Los machos son más numerosos que las hembras disponibles para poner, y a menudo surgen disputas con espectaculares demostraciones de fuerza entre rivales.

Los machos son más numerosos que las hembras disponibles para poner, y a menudo surgen disputas con espectaculares demostraciones de fuerza entre rivales © Klaus Stiefel

Las aberturas branquiales se reducen a pequeños orificios. Al carecer de escamas, el cuerpo está protegido por una mucosidad tóxica que lo defiende de los parásitos. Cuando el pez está amenazado o bajo estrés, lo secreta en abundancia y disuade a los depredadores con un fuerte olor desagradable.

La librea se encuentra entre las más bellas del mundo de los peces, hasta el punto de que hace pensar, como sugiere el nombre vulgar, en un lujoso vestido mandarín chino. Sobre el color de fondo marrón rojizo, hasta rojo ladrillo, se pueden ver punteaduras y elegantes diseños miméticos de color azul claro o turquesa, ribeteados en negro, que continúan en las aletas terminando con una banda vertical al inicio del pedúnculo caudal. La naturaleza de este azul no se debe a la incidencia de la luz, como suele ocurrir, sino a un pigmento.

El iris es de color rojo anaranjado, el mentón es claro y delante de las aletas pectorales hay una zona oscura adornada con manchas de color amarillo anaranjado.

Aquí un ganador que sedujo a una pareja. Las hembras son más pequeñas, pero pueden poner hasta 200 huevos.

Aquí un ganador que sedujo a una pareja. Las hembras son más pequeñas, pero pueden poner hasta 200 huevos © François Libert

En la naturaleza hay dos formas de color, con rojo en lugar de naranja, y el verde puede aparecer en diferentes tonos, sin mencionar los especímenes raros que son todos rojos con rayas negras, y dado que ha sido criado para el comercio, existen otras variaciones.

Etología-Biología Reproductiva

Synchiropus splendidus vive aislado, alimentándose principalmente de pequeños crustáceos y huevos que picotea como un pájaro entre los corales con sus labios salientes.

Casi todas las noches, al anochecer, cuando los peces diurnos se van a dormir y los nocturnos aún no están de patrulla, los peces mandarines salen de sus escondites para reproducirse a aproximadamente un metro por encima del arrecife.

El apareamiento en la superficie no es fácil, ya que son peces sin vejiga natatoria y se hundirán si se detienen. Deben hacerlo en vuelo, mejilla con mejilla.

El apareamiento en la superficie no es fácil, ya que son peces sin vejiga natatoria y se hundirán si se detienen. Deben hacerlo en vuelo, mejilla con mejilla © François Libert

Los apareamientos, dado que las hembras son menos numerosas y necesitan al menos una semana para recuperarse entre una puesta y otra, casi siempre van precedidos de disputas entre machos.

Después de haber ahuyentado a sus rivales y seducido a una hembra, nadando a su alrededor y agitando fuertemente sus aletas extendidas para mostrar sus encantos, el macho vencedor sube a la superficie colocándose vientre contra vientre con su pareja.

Al carecer de vejiga natatoria, los dos, después de algunas decenas de centímetros, pierden inevitablemente altura, pero no se desaniman y, forzando sus músculos, cada vez más excitados, continúan saltando mejilla con mejilla, cada vez más sincronizados en su movimiento. movimientos hasta que, cerca de la superficie, logran unir sus aletas anales formando una especie de recipiente cilíndrico destinado a recoger espermatozoides y óvulos.

Apareamiento de Synchiropus splendidus. Aquí están en vuelo, abrazados, mientras con sus aletas caudales forman un embudo de fecundación del que emergen los huevos pegados en masas.

Aquí están en vuelo, abrazados, mientras con sus aletas caudales forman un embudo de fecundación del que emergen los huevos pegados en masas © Allison & Carlos Estape

Puede haber hasta 200, esféricos, con un diámetro de 0,7-0,8 mm. Pegados al principio en bloques, se van separando poco a poco, con el tiempo, por efecto de las corrientes. Las larvas también son planctónicas. Permanecen unas dos semanas cerca de la superficie, donde abundan los microorganismos de los que se alimentan, y cuando alcanzan los 4 mm se dirigen hacia el fondo. Tres meses después del nacimiento, las crías ya se parecen a sus padres y crecen rápidamente con una esperanza de vida en libertad de 10 a 15 años, pero mucho menos en cautiverio.

Synchiropus splendidus no es, en realidad, como podría creerse debido a su modesto tamaño, un pez de acuario fácil. Se adapta únicamente a grandes tanques donde los crustáceos planctónicos se han asentado con el tiempo.

Synchiropus splendidus se ha reproducido en cautividad, pero para vivir necesita los grandes tanques de los acuarios públicos, donde los crustáceos planctónicos se han asentado con el tiempo.

Synchiropus splendidus se ha reproducido en cautividad, pero para vivir necesita los grandes tanques donde los crustáceos planctónicos se han asentado con el tiempo © Giuseppe Mazza

De lo contrario, es necesario administrar larvas de Artemia salina u otras especies microscópicas como Cyclops y Mysis, pero no es seguro que las acepten. Además, no es posible mantener en el mismo tanque a dos machos, que lucharían endiabladamente por su territorialidad innata.

La resiliencia de la especie es excelente, dado que se necesitan menos de 15 meses para duplicar las poblaciones, y el índice de vulnerabilidad a la pesca es muy bajo, con apenas 11 en una escala de 100. En 2018 Synchiropus splendidus fue incluido en la Lista Roja de especies en peligro de extinción como “Least Concern”, es decir, “Preocupación menor”.

Sinónimos

Callionymus splendidus Herre, 1927; Neosynchiropus splendidus Herre, 1927; Pterosynchiropus splendidus Herre, 1927.

 

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