Aculepeira ceropegia

Familia : Araneidae

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Texto © Prof. Giorgio Venturini

 

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Traducción en español de Ignacio Barrionuevo

 

Extendida a lo largo de Europa central y meridional, la Aculepeira ceropegia se encuentra a menudo en el centro de su telaraña, densamente tejido con hilos especialmente mullidos © Giuseppe Mazza

Extendida a lo largo de Europa central y meridional, la Aculepeira ceropegia se encuentra a menudo en el centro de su telaraña, densamente tejido con hilos especialmente mullidos © Giuseppe Mazza

La Aculepeira ceropegia (Walckenaer, 1802) es un Arácnido perteneciente a la familia Araneidae.

En el pasado estas arañas estaban incluidas en el género Araneus, pero las notables diferencias en el aspecto general y en los palpos masculinos llevaron a la descripción de un género separado.

El género Aculepeira (Chamberlin e Ivie, 1942) comprende unas 21 especies y 4 subespecies de arañas. De estas, 8 especies y 4 subespecies son típicas de la región Paleártica.

En Italia, además de Aculepeira ceropegia, están presentes Aculepeira carbonaria y Aculepeira armida. Otras especies del mismo género se encuentran en las Américas y en Eurasia.

El nombre del género Aculepeira deriva de “aculeo” y “Epeira”, nombre de otra araña, por tanto “Epeira espinosa”. Epeira deriva, a su vez, de las palabras griegas “επι” (epi) = ”sobre” y “ειρω” (eiro) = “hilo, tejido”, por lo que quiere decir “sobre la tela”. El epíteto específico ceropegia viene del griego “κηρος” (keros) = “cera” y “πηγη” (pege) = “chorro, manantial”, interpretado también como “candelabro”, en referencia al diseño dorsal de esta especie.

Zoogeografía

Ampliamente difundida por Europa central y meridional, más rara en las zonas frías del área septentrional. Ausente en Inglaterra salvo por algunas citas de finales del siglo XIX. En Italia es común y localmente abundante sobre todo en las montañas, hasta los 2400 m.

Ecología-Hábitat

Prefiere terrenos abiertos y soleados, en ambientes arbustivos y de vegetación baja. Construye su tela cerca del suelo, en los matorrales y herbáceas frecuentados por insectos voladores. El centro de la tela está densamente revestido de hilos blancos mullidos.

En caso de peligro se deja caer al suelo. Elabora un escondite cóncavo, densamente tejido, para resguardarse de los contratiempos. Construye la telaraña cerca del suelo, entre plantas frecuentadas por insectos voladores © Giorgio Venturini

En caso de peligro se deja caer al suelo. Elabora un escondite cóncavo, densamente tejido, para resguardarse de los contratiempos. Construye la telaraña cerca del suelo, entre plantas frecuentadas por insectos voladores © Venturini

El refugio, donde la araña permanece normalmente y se cobija de los enemigos y la intemperie, es una estructura cóncava densamente tejida, revestida también de hilos blancos y gruesos.

No obstante, se puede a menudo encontrar a la araña en el centro de su tela, en una posición muy expuesta.

Es un animal muy sensible y a la mínima perturbación se deja caer al suelo donde se esconde entre la vegetación.

Para volver a su tela utiliza un hilo de seguridad previamente dispuesto. Como todos los miembros del orden Araneae (con la excepción de las familias Uloboridae y Holarchaeidae) la Aculepeira está dotada de glándulas de veneno y, mediante la mordedura de sus quelíceros, es capaz de inocularlo en la presa.

El veneno esencialmente contiene proteínas neurotóxicas con acción paralizante que actúan sobre los canales iónicos responsables de la producción del potencial de acción de las células nerviosas.

Cuando la presa queda adherida a la tela la araña acude a ella, alertada por las vibraciones, y de una mordedura la paraliza. Inmediatamente la presa es envuelta en un capullo de seda y la araña procede a inocularle las enzimas digestivas que provocan la licuefacción de los tejidos internos, una predigestión que le permite a la araña chupar el alimento.

Aunque se alimenta en un 75 % de insectos, como esta desgraciada Maniola jurtina que ha caído en la trampa, un cuarto de su dieta está constituido por polen, esporas de hongos y aeroplancton en general. Estas partículas se adhieren a los hilos de la tela y la Aculepeira ceropegia las asimila cuando recicla su telaraña al repararla © Giuseppe Mazza

Aunque se alimenta en un 75 % de insectos, como esta desgraciada Maniola jurtina que ha caído en la trampa, un cuarto de su dieta está constituido por polen, esporas de hongos y aeroplancton en general. Estas partículas se adhieren a los hilos de la tela y la Aculepeira ceropegia las asimila cuando recicla su telaraña al repararla © G. Mazza

Algunos estudios comparativos han demostrado que el veneno de la Aculepeira es relativamente poco tóxico (inyectado en la cucaracha provoca parálisis pero no la muerte, incluso a dosis elevadas) en comparación con el de las arañas no constructoras de tela. Los venenos más potentes son generalmente los de los depredadores móviles que, al no atrapar a su presa en una tela, necesitan un veneno letal y muy rápido.

La araña acude alertada por las vibraciones y, de un mordisco, paraliza a la presa © Giuseppe Mazza

La araña acude alertada por las vibraciones y, de un mordisco, paraliza a la presa © Giuseppe Mazza

Morfofisiología

Araneido de mediano tamaño, hembra de hasta 14 mm, macho de hasta 8 mm.

El opistosoma (abdomen) puntiagudo en ambos extremos y su diseño característico permiten una fácil identificación.

El opistosoma es relativamente delgado y alto, puntiagudo en la parte posterior y estrechado también en la anterior. El extremo posterior del opistosoma sobresale bastante más atrás de las hileras.

Dorso amarillento con un reticulado marrón oscuro y un diseño central blanquecino bordeado de oscuro, similar a una hoja de roble, de donde proviene el nombre inglés de “oak spider” (araña roble), o a un candelabro, de donde viene el epíteto específico ceropegia. Flancos amarillentos con reticulado pardo oscuro.

Ventralmente el opistosoma presenta unas bandas longitudinales claras y oscuras desde su extremo anterior hasta las hileras. Más atrás de las hileras a menudo son visibles un bandeado horizontal. Las hileras, oscuras y abultadas, son muy destacadas. El prosoma (correspondiente al cefalotórax de los otros artrópodos), relativamente pequeño, está cubierto de abundante pelo. El esterno es pardo oscuro.

Es inmediatamente envuelta en un capullo de seda tras lo cual la araña procede a inocular las enzimas digestivas que provocan la licuefacción de los tejidos internos, una predigestión que les permite después chupar el alimento © Giuseppe Mazza

Es inmediatamente envuelta en un capullo de seda tras lo cual la araña procede a inocular las enzimas digestivas que provocan la licuefacción de los tejidos internos, una predigestión que les permite después chupar el alimento © Giuseppe Mazza

Ocho ojos, de los que los cuatro más grandes, próximos entre sí, están dispuestos en forma de cuadrado, y los otros cuatro, más pequeños, están dispuestos en dos parejas más lateralmente.

Los fémures muestran generalmente una coloración marrón clara relativamente uniforme, mientras que los segmentos distales presentan un evidente bandeado a anillos claros y oscuros.

Quelíceros de color marrón claro.

Todo el cuerpo presenta quetas largas y finas.

Las patas son evidentemente espinosas (de donde deriva el nombre de Aculepeira), sobre todo en el macho.

El diseño de hoja de roble en el dorso es parecido al de otro araneido, Neoscona adianta, que se diferencia por su menor tamaño, opistosoma no puntiagudo en su extremo anterior y prosoma de dimensiones relativamente mayores.

Etología-Biología Reproductiva

Las arañas son comúnmente consideradas depredadores de alimentación exclusivamente carnívora. En realidad los recursos alimentarios de origen vegetal pueden representar importantes complementos. Estudios recientes (2013) han proporcionado interesantes novedades sobre el régimen alimentario de estas arañas (y quizás de otras especies).

Misión cumplida: una reserva de alimento para varios días. A diferencia de las arañas depredadoras móviles, que usan un veneno rápido y letal, el de la Aculepeira es poco tóxico: provoca parálisis, pero no la muerte inmediata © Giuseppe Mazza

Misión cumplida: una reserva de alimento para varios días. A diferencia de las arañas depredadoras móviles, que usan un veneno rápido y letal, el de la Aculepeira es poco tóxico: provoca parálisis, pero no la muerte inmediata © Giuseppe Mazza

Sus telas, de hecho, además de capturar insectos, presas habituales de la araña, interceptan también partículas del aeroplancton, como polen y esporas de hongos. Cuando la araña ingiere el hilo, durante el normal reciclaje de la tela o durante sus reparaciones, ingiere también los granos de polen y las esporas capturadas que serán pretratadas por la digestión extraoral.

Los estudios desarrollados mediante análisis isotópicos de Aculepeira ceropegia y la cercana Araneus diadematus han demostrado que la dieta de estas arañas consiste en un 25 % de polen y en un 75 % de insectos (sobre todo de pequeños dípteros e himenópteros).

Las dimensiones de los granos de polen estudiados resultaban demasiado grandes como para haber sido ingeridos accidentalmente, precisando de la intervención de la digestión extraoral para su deglución.

Estos estudios demuestran que las arañas examinadas deben ser consideradas omnívoras más que carnívoras estrictas, como generalmente se pensaba hasta ahora. Es posible que esta condición sea común a otras especies de arácnidos constructores de telaraña. Alcanza la madurez en verano, con ejemplares adultos disponibles de mayo a julio. El apareamiento tiene lugar en otoño, y los capullos con los huevos son depositados en lugares protegidos tales como las grietas del tronco de un árbol.

Sinónimos

Araneus ceropegia.