
Texto © Prof. Pietro Pavone

Traducción en español por la Dra Cristina Valcuende

La familia Bromeliaceae toma su nombre del género Bromelia con 70 especies. Aquí Bromelia balansae en flor. Los frutos son comestibles y tienen propiedades medicinales © Giuseppe Mazza
El nombre de la familia Bromeliaceae Juss. (1789), actualmente incluida en el orden Poales, proviene del género Bromelia, que el botánico francés de la orden de los mínimos, Charles Plumier (1646–1704), dedicó al célebre médico y naturalista sueco Olaf Bromel (1639–1705).
En el pasado, la familia se dividía en tres subfamilias: Bromelioideae, Pitcairnioideae y Tillandsioideae. Sin embargo, estudios moleculares han evidenciado que la subfamilia Pitcairnioideae no constituye un grupo natural, mientras que las otras dos subfamilias sí son monofiléticas, ya que incluyen todas las especies derivadas de su ancestro común.

Guzmania sanguinea con el característico pozo central donde se concentra el agua de lluvia. Se estima que en un hectáreo de selva tropical, estos “vasos” pueden almacenar decenas de miles de litros. Una importante reserva de agua para los períodos de sequía, que acumula nutrientes para la planta y permite la vida de muchas especies © Giuseppe Mazza
Se consideró, por tanto, necesario revisar la subdivisión de la subfamilia Pitcairnioideae, dividiéndola en grupos monofiléticos basados en datos moleculares integrados con caracteres morfológicos de las flores, los frutos y las semillas.
Las especies, en consecuencia, fueron redistribuidas en nuevas subfamilias: Brocchinioideae, Hechtioideae, Lindmanioideae, Navioideae, Pitcairnioideae (sensu stricto) y Puyoideae, a las que se suman las subfamilias previamente reconocidas: Bromelioideae y Tillandsioideae. Por lo tanto, a la luz de estas nuevas reestructuraciones, aunque aún no definitivas, la familia Bromeliaceae comprende actualmente 8 subfamilias, 78 géneros y 3.659 especies.

Las hojas en roseta pueden ser a veces aciculares, como en Tillandsia funckiana, una especie rara de Sudamérica © Giuseppe Mazza
La subfamilia Brocchinioideae comprende únicamente el género Brocchinia, con 20 especies. La subfamilia Bromelioideae cuenta con 995 especies, distribuidas en 40 géneros; los más ricos en especies son: Aechmea (244 especies), Cryptanthus (60 especies), Neoregelia (123 especies) y Orthophytum (67 especies). La subfamilia Hechtioideae incluye 84 especies agrupadas en un único género, Hechtia. La subfamilia Lindmanioideae comprende dos géneros: Connellia (6 especies) y Lindmania (39 especies). La subfamilia Navioideae abarca 111 especies, siendo el género más diverso Navia (94 especies). La subfamilia Pitcairnioideae contiene 673 especies distribuidas en 5 géneros, el más numeroso de los cuales es Pitcairnia con 410 especies. La subfamilia Puyoideae incluye un solo género, Puya, con 227 especies. Finalmente, la subfamilia Tillandsioideae comprende 1.504 especies distribuidas en 23 géneros; los más ricos en especies son Racinaea (82 especies), Tillandsia (755 especies) y Vriesea (231 especies).

Tillandsia tenuifolia es, por el contrario, una de las especies más pequeñas del grupo. También muere después de la floración, pero luego aparecen otras rosetas en los lados, formando densos racimos © Giuseppe Mazza
Las Bromeliaceae son plantas originarias de las regiones tropicales y subtropicales del Nuevo Mundo, con la única excepción de la especie africana Pitcairnia feliciana (A. Chev.) Harms & Mildbr., que se encuentra sobre afloramientos de areniscas silíceas en las mesetas de Fouta Djallon, en el centro de Guinea (África occidental).
En América, su área de distribución se extiende desde Chile y Argentina hasta Brasil, atravesando Centroamérica y el Caribe, y alcanzando su límite septentrional en Virginia, en el sureste de los Estados Unidos.
Se trata de plantas monocotiledóneas herbáceas, a veces de gran tamaño, como Puya raimondii Harms. Pueden ser terrestres, litófitas (crecen sobre rocas) o epífitas (sobre árboles), a menudo con tallos cortos y, por lo general, con hojas perennes, alternas, simples, rígidas, a veces espinosas en los márgenes, y comúnmente dispuestas en forma de roseta. Esta disposición, al ensancharse la base de las hojas, forma una especie de “copa” en la que se acumula el agua de lluvia.
La disposición en roseta, además de facilitar el almacenamiento de agua, permite también el desarrollo de comunidades de insectos, arácnidos, ranas, pequeños reptiles, etc., cuyos residuos orgánicos pueden ser aprovechados por la planta como fuente de nutrientes.
Este tipo de estrategias para la captura de agua y nutrientes es típico de las especies que habitan en zonas donde la precipitación media anual supera los 1.000 mm. Se ha estimado que en una hectárea de selva tropical, estas “copas” pueden almacenar decenas de miles de litros de agua de lluvia y atrapar cientos de kilogramos de humus en las copas de los árboles, proporcionando alimento a muchas especies, incluidos primates y aves.
Otra estrategia adaptativa es la presencia de hojas suculentas y de tricomas foliares peltados, especializados en la rápida absorción de agua, especialmente en especies epífitas (como Tillandsia L. y Vriesea Lindl.) que absorben el agua directamente a través de las hojas, mientras que las raíces cumplen una función meramente de anclaje. Los tricomas también están presentes en especies que viven en ambientes áridos y con elevada radiación solar , donde los tricomas también actúan como protección.
Desde la roseta foliar emergen las inflorescencias, que solo en raras ocasiones pueden desarrollarse también en las axilas de las hojas. Las inflorescencias pueden ser en espigas o racimos, y portan flores generalmente regulares, pentacíclicas y trímeras. Esto significa que presentan dos verticilos periantiales de tres piezas cada uno, diferenciados en un cáliz, por lo general de color verde, y una corola formada por pétalos libres o fusionados en la base, en forma de tubo, y normalmente muy vistosos.

El escapo floral de Neoregelia cruenta es muy corto, con corolas a nivel del pozo. Las flores brillantes de las bromeliáceas son trimeras, es decir, formadas por tres partes © Giuseppe Mazza
El androceo está formado por dos verticilos de estambres, con los filamentos libres o fusionados, a veces adnatos a la corola, iguales o desiguales, y con anteras de dehiscencia longitudinal.
El gineceo está constituido por tres carpelos soldados, formando un ovario trilocular, con las placentas dispuestas en el centro, en los ángulos del eje central. En la familia, la posición del ovario es variable: se presentan flores hipóginas (ovario súpero) en las Tillandsioideae y flores epíginas (ovario ínfero) en las Bromelioideae.

Aechmea gamosepala, llamada en Brasil «Planta de Fósforo» por la curiosa apariencia de sus flores, que, sin embargo, revelan la típica estructura trímera en el ápice. Aquí, la polinización se confía a una abeja. La entomofilia fue ancestral en las bromelias, pero posteriormente también se basaron en murciélagos y aves © Priscilla Burcher
Los polinizadores pueden ser insectos, colibríes y murciélagos.
La polinización realizada por insectos, característica de todas las especies de Brocchinia y Lindmania, así como de la mayoría de las especies de Brewcaria, Catopsis, Cottendorfia, Navia y Fosterella, se considera ancestral, mientras que la polinización por aves se considera secundaria.
La mayoría de las especies que habitan en altas elevaciones (como los géneros Abromeitiella y Deuterocohnia) y en ambientes secos de los Andes altos son polinizadas por colibríes.

El néctar de Puya raimondii atrae aquí, en Bolivia, a un Oreotrochilus estella, un colibrí endémico de los Andes © James Brunker

Puya raimondi, conocida como la Reina de los Andes, crece a 3200-4800 m de altitud. Es la bromelia más grande, alcanzando hasta 10 m de altura con su inflorescencia © James Brunker
En algunas especies también se ha producido un retorno a la entomofilia, como en el caso de Fosterella. Existen linajes ornitófilos que incluyen especies polinizadas por abejas (por ejemplo, Tillandsia multicaulis Steud.), por polillas (Pitcairnia albiflos Herb., Pitcairnia unilateralis L.B.Sm., Tillandsia utriculata L.) y por murciélagos (por ejemplo, Billbergia horrida Regel, Encholirium spectabile Mart.ex Schult. & Schult.f., Guzmania fosteriana L.B.Sm., Pitcairnia albiflos Herb., Puya ferruginea (Ruiz & Pav.) L.B.Sm., Tillandsia heterophylla E.Morren,Vriesea jonghei (K.Koch) E.Morren,V. longiscapaUle).

Por el contrario, Tillandsia tenuifolia se encuentra entre las especies más pequeñas del grupo. Muere tras la floración, pero luego brotan otras rosetas en los laterales © Giuseppe Mazza
Las especies polinizadas por colibríes presentan flores de colores vivos, generalmente rojo anaranjado, mientras que aquellas polinizadas por murciélagos poseen una corola blanca.
Una característica particular de la familia es la presencia de nectarios septales (también llamados glándulas septales), así denominados porque se ubican entre los septos de los carpelos, es decir, dentro del ovario. Un estudio sobre Ananas ananassoides (Baker) L.B.Sm. ha demostrado que el nectario septal se extiende desde la base del ovario hasta la base del estilo, y está constituido por tres canales formados por un epitelio secretor y un parénquima nectarífero rico en gránulos de almidón, los cuales se hidrolizan durante la secreción del néctar.

Las hojas a veces pueden tener forma de aguja, como en Tillandsia funckiana, una especie rara de América del Sur © Giuseppe Mazza
Se ha observado que, a medida que aumenta el número de visitas por parte de sus habituales polinizadores, los colibríes (identificados como Hylocharis chrysura (Shaw, 1812) y Thalurania glaucopis (Gmelin, 1788)), la producción de néctar aumenta considerablemente para abastecer la mayor demanda, mientras que la concentración de azúcares se reduce.
El estudio de la composición de los azúcares presentes en el néctar ha demostrado que esta no está relacionada con las relaciones filogenéticas, sino que son adaptaciones a las preferencias de los polinizadores.
De hecho, las plantas polinizadas por colibríes de diferentes regiones geográficas presentan nectar con la misma composición azucarada, lo que indica una convergencia adaptativa que refleja las preferencias gustativas y/o las restricciones fisiológicas del aparato digestivo de estos aves.
Las inflorescencias pueden ser muy grandes, como las de Puya raimondii, o de pocos centímetros, como las de algunas especies de Brocchinia y Tillandsia.
Generalmente, las inflorescencias, además de tener colores brillantes, tienen una larga duración.
La mayoría de las especies de la familia producen frutos carnosos (por ejemplo, Nidularium, Billbergia, Aechmea), pero algunas producen frutos secos (cápsulas), como Tillandsia, Vriesea, Pitcairnia y Puya.
La dispersión de los frutos carnosos y semillas se realiza por animales (generalmente vertebrados o, en raras ocasiones, hormigas), que se alimentan del fruto o las semillas.
La dispersión de semillas con apéndices plumosos (por ejemplo, Tillandsia usneoides L.), producidas por frutos secos (cápsulas), se realiza por el viento.
La familia agrupa especies principalmente hermafroditas, pero pueden existir especies dioicas (individuos con flores masculinas y flores femeninas separadas, como en Hechtia schottii Baker) y especies monoicas (por ejemplo, Tillandsia achyrostachys E.Morren ex Baker), es decir, individuos con flores masculinas (estaminadas) y flores femeninas (pistiladas) en la misma planta.

Generalmente las hojas son mucho más anchas y de colores brillantes para atraer la atención de los polinizadores. Aquí Neoregelia carolinae tricolor y Aechmea pectinata © Giuseppe Mazza
En la familia (excluyendo los géneros Dyckia y Tillandsia) existen especies monocárpicas, es decir, que florecen, producen semillas y mueren, generalmente después de haber formado en la base, entre las hojas, nuevas plantas que se alimentan hasta su independencia, con la formación de raíces.
Las Bromeliaceae presentan especies con características morfológicas y ecológicas muy diversas entre sí, y son elementos muy importantes y característicos de la eco zona neotropical, que incluye Sudamérica, las Islas del Caribe, América Central y el sur de la Florida. Dentro de esta vasta ecozona, la selva atlántica brasileña (BAF) representa uno de los centros de mayor biodiversidad, con 1.246 especies catalogadas, de las cuales 1.067 son endémicas.

Incluso las inflorescencias se esfuerzan por destacar. Aquí el resplandeciente escapo de piña de Guzmania conifera y el no menos vistoso de Quesnelia arvensis © G. Mazza
Los géneros más ricos en especies son Aechmea, Alcantarea, Bromelia, Dyckia, Encholirium, Pitcairnia, Tillandsia y Vriesea.
Lamentablemente, este bioma (BAF) ha sido gravemente destruido y reducido a solo el 13% de su área original, lo que ha ocasionado una grave pérdida para sus especies.
En total, según los criterios de la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), la familia Bromeliaceae tiene 30 especies en peligro crítico (CR), 94 en peligro (EN), 87 vulnerables (VU) y 31 casi amenazadas (NT).

Aechmea caudata crea una inflorescencia de hasta 1 m con flores amarillas sobre brácteas rojo anaranjadas © Giuseppe Mazza
Nidularium es el género con alta vulnerabilidad y en peligro de extinción. El gigante de Perú y Bolivia, Puya raimondii, también está en riesgo de extinción.
La conservación de la diversidad genética es, por tanto, un objetivo prioritario y se lleva a cabo mediante estudios específicos que utilizan marcadores moleculares de las poblaciones, con el fin de obtener información sobre el riesgo de extinción de las especies y poder desarrollar estrategias de conservación eficaces. La pérdida de diversidad biológica tiene impactos negativos en los ecosistemas y, por lo tanto, también para el ser humano. Muchas especies forman microecosistemas en los que el agua acumulada y los nutrientes permiten la vida de otros organismos, tanto animales como vegetales.
La presencia de las Bromeliaceae en una gran diversidad de hábitats, que van desde dunas de arena en las costas desérticas y sabana húmeda hasta bosques lluviosos montanos tropicales, ha sido posible gracias a características fisiológicas particulares que les han permitido conquistar ambientes muy restrictivos, tanto en términos de suministro de agua como de nutrientes.
Una característica fundamental es la presencia del metabolismo CAM (Metabolismo Ácido de las Crasuláceas), un proceso de fijación del dióxido de carbono (CO2) que ocurre principalmente por la noche, evitando la excesiva pérdida de agua que ocurriría durante el día a través de los estomas. Por otro lado, en la familia también existen plantas con metabolismo C3, llamadas así porque la primera molécula estable formada en el proceso fotosintético es el ácido fosfoglicerico con tres átomos de carbono.
Estas plantas, que son fotosintéticamente activas de día, pierden agua a través de los estomas, pero presentan modificaciones morfológicas y anatómicas que les permiten tener éxito en ambientes áridos.
Entre las peculiaridades destacamos la presencia de hojas suculentas, con tejido de acumulación de agua, pelos foliares peltados, altamente especializados en la absorción rápida e intermitente de agua, presentes en las especies epífitas, especialmente de los géneros Tillandsia y Vriesea. En estos dos géneros, el sistema radicular no absorbe agua, sino que esta es absorbida por las hojas, ricas en pelos.
Debido a la ausencia de fósiles ciertos, utilizando el reloj molecular, se estima que las Bromeliaceae tuvieron su origen hace aproximadamente 30,9 millones de años.

De color similar son las inflorescencias de Dyckia frigida, de hasta 60 cm de largo. Esta especie, originaria de Brasil, tiene rosetas espinosas de un hermoso verde brillante © 阿橋
Los linajes modernos comenzaron a divergir entre sí hace aproximadamente 19 millones de años e invadieron las zonas más áridas de América Central y del Sur a partir de hace 15 millones de años, coincidiendo con una radiación adaptativa facilitada por el epifitismo, la fotosíntesis CAM, las hojas capaces de recoger agua y las diversas modificaciones de la anatomía foliar, como la formación de tricomas y la diversificación acelerada a nivel de géneros. Estos cambios se produjeron después del levantamiento de los Andes del norte y la presencia de la Amazonía en su ubicación actual.
El epifitismo pudo haber acelerado los procesos de especiación, aumentando la capacidad de colonizar los Andes a lo largo de su longitud, gracias a su habilidad para penetrar en la selva tropical que a menudo se encontraba separada por valles más áridos.

A la izquierda, Vriesea saundersii. De sus hojas retorcidas, dispuestas en roseta, emergen inflorescencias en espiga plana, generalmente amarillas. A la derecha, Bilbergia rosea con hojas largas dispuestas en un cilindro y una inflorescencia colgante en panícula. Brácteas de color rosa brillante y flores verdosas inusuales © Giuseppe Mazza
La presencia de Pitcairnia feliciana en África se puede datar en aproximadamente 10 millones de años, por lo que esta distribución no puede atribuirse a la deriva continental, ya que las Américas se separaron de África mucho antes. Probablemente, se trate de una dispersión de larga distancia mediante semillas transportadas por aves migratorias. De hecho, esta especie africana tiene flores bastante similares a las de muchas especies americanas, polinizadas por colibríes, es decir, típicamente de color rojo-anaranjado, no aromáticas y con una copiosa producción de néctar.
En el pasado, las Bromeliaceae fueron utilizadas por los aztecas, los mayas y los inca como alimento, como medicamentos y como adornos para las ceremonias sagradas

Werauhia ororiensis vive en las selvas de Costa Rica entre 1900 y 3300 m. Su inflorescencia erecta y sin ramificaciones tiene flores verdosas y brácteas de color rojo rosado © Laszlo Bolgar
En México, en el Estado de Chiapas, aún hoy se utilizan algunas especies de Tillandsia como elementos ornamentales en las ceremonias religiosas (Tillandsia imperialis E. Morren ex Roezl); mientras que T. ionantha Planch. se emplea en la construcción de belenes y adornos navideños, y T. usneoides (L.) L. (Tillandsia de crin) se usa como material de embalaje.
Diversas especies (por ejemplo, Hechtia glomerata Zucc.) se utilizan como forraje para vacas y cabras porque proporcionan alimento y agua, en lugares muy áridos propios de las áreas de matorral xerófilo.
En Europa, la familia ha sido muy conocida y apreciada por su producto comestible, el famoso ananá.

Pitcairnia feliciana es la única especie africana. Crece en Guinea, con flores de color rojo anaranjado, en los afloramientos de arenisca de las tierras altas de Fouta Djallon © Rainer Wendt
La planta (Ananas comosus (L.) Merr.) tiene hojas basales gruesas y fibrosas y forma una inflorescencia compuesta por flores sésiles estrechamente agrupadas, con un eje que se prolonga y lleva una corona de brácteas foliares. El fruto es una baya carnosa que, junto con el eje (corazón) y las brácteas florales, constituye la parte comestible, llamada sincarpo, porque está formada por varias flores.
A nivel local, los indígenas también consumen frutos de otras especies autóctonas (por ejemplo, Bromelia palmeri Mez). En México y en América Central, algunas especies como Aechmea magdalenae (André) André ex Baker son una fuente de fibras de alta calidad, fuertes y brillantes como la seda, la famosa Pita utilizada para la producción de objetos bordados en cuero, los cuales se obtienen mediante una técnica conocida como piteado.
Los frutos carnosos de algunas especies, como los de Bromelia karatas L., se utilizan para preparar bebidas refrescantes. Las rosetas espinosas de Bromelia pinguin L. se utilizan para hacer cercas.

Tillandsia usneoides es una epífita con diminutas semillas que confía al viento. Crece en climas cálidos y húmedos desde el sureste de Estados Unidos hasta Argentina y Chile © Giuseppe Mazza
Muchas especies de la familia han sido empleadas durante siglos en la medicina popular por los nativos americanos. Investigaciones más recientes están confirmando los efectos beneficiosos de las especies utilizadas por ellos, como, por ejemplo, aquellas que mejoran los procesos digestivos, diuréticos y respiratorios. Los extractos de algunas especies de Bromelia se mencionan y utilizan como agentes antiinflamatorios, anticoagulantes, antitumorales y antiedematosos (impiden la formación de edemas).
Los antiguos aztecas usaban el fruto de Ananas comosus para favorecer la cocción de la carne. De hecho, se ha demostrado que en los frutos de esta especie está presente la enzima proteolítica bromelina, mientras que en los frutos de Bromelia pinguin L. (= Bromelia fastuosa Lindl.) está presente la enzima fastuosina.

Muchas Bromeliaceae producen frutos carnosos y llamativos, como Aechmea fulgens, a la izquierda, y Aechmea mexicana, para atraer a las aves que dispersan sus semillas © Giuseppe Mazza
Estos enzimas, capaces de degradar las proteínas en aminoácidos, se ha observado que inducen la apoptosis, es decir, la muerte celular del carcinoma de la epidermis humana y de las células de melanoma.
Dado que muchas especies con actividad medicinal están en peligro de extinción o son vulnerables debido a la explotación humana, se están utilizando métodos alternativos que permitan su uso. La cultivo de tejidos vegetales in vitro representa una opción ecológica para obtener esquejes en condiciones controladas. Este sistema de cultivo permite obtener diversos compuestos de interés farmacológico sin comprometer los niveles naturales de las poblaciones. Investigaciones recientes han revelado que Nidularium procerum Lindm. tiene propiedades analgésicas, antiinflamatorias, antialérgicas y antitumorales sobre el carcinoma adrenocortical, un tumor maligno raro que se origina en la porción cortical de la glándula suprarrenal situada en el polo superior de cada riñón.

Con su gran fruto compuesto, Ananas comosus es una conocida planta alimenticia, mientras que Ananas bracteatus ‘Tricolor’ se cultiva como una curiosidad ornamental © Giuseppe Mazza
Diversas especies de la familia tienen, por lo tanto, un gran potencial para convertirse en fuentes importantes de productos químicos y farmacéuticos.
En las últimas décadas, algunas especies de Tillandsia, como Tillandsia usneoides, se han empleado en diversas áreas geográficas de todo el mundo para el biomonitoraje de metales atmosféricos gracias a su capacidad para acumular y retener contaminantes. De hecho, son plantas sensibles y selectivas para algunos metales, capaces de responder rápidamente a pequeños cambios en la composición atmosférica, lo que las hace útiles para comparar sitios o biomonitorizar eventos en poco tiempo. Las especies Tillandsia brachycaulos Schltdl. y Tillandsia stricta Sol. ex Ker Gawl. también se han utilizado para el monitoreo de nucleidos debido a su capacidad para acumular Cesio (Cs) y Estroncio (Sr).

Billbergia pyramidalis se encuentra con frecuencia en jardines de clima tropical o templado cálido y entre las paredes de las casas © Giuseppe Mazza
Sin embargo, esta familia es conocida por sus numerosas especies, reconocidas en todo el mundo como plantas muy ornamentales.
Su cultivo es bastante sencillo porque estas plantas no requieren cuidados especiales.
En climas tropicales y subtropicales, pueden cultivarse al aire libre, en sustrato mezclado con arena, ya que son plantas epífitas, con el cuidado de asegurarles una buena exposición a la luz, pero no a los rayos directos del sol.
Las especies aptas para el cultivo al aire libre pertenecen a los géneros: Aechmea, Billbergia, Ananas, Neoregelia y Tillandsia.
También se pueden cultivar en macetas, como plantas de interior, para protegerlas del frío en climas templados y frescos. Las especies con hojas gruesas (Aechmea) requieren ambientes secos, como los alféizares de las ventanas, mientras que aquellas con hojas finas (Tillandsia) prefieren lugares húmedos como la cocina o el baño.
El riego debe ser espaciado (cada 20-30 días) en invierno, según la humedad del sustrato, mientras que en primavera y verano pueden regarse incluso a diario, pero se debe tener cuidado con el estancamiento de agua que puede causar podredumbre. En verano, es recomendable llenar la roseta de hojas con agua en la cavidad central.
Para un crecimiento vigoroso y una rica floración, especialmente en las plantas cultivadas en macetas, es recomendable fertilizarlas con un fertilizante ternario (nitrógeno, fósforo y potasio) con ligera predominancia de nitrógeno y potasio, y con microelementos si es necesario.
En primavera, si están presentes brotes laterales que han alcanzado un tercio de la altura de la planta madre, es posible retirarlos para fortalecer la planta madre y, al mismo tiempo, obtener nuevas plantas para trasplantar.
Casi todas las plantas cultivadas como ornamentales también se pueden reproducir por semillas, utilizando adecuados germinadores.
Entre los parásitos que pueden afectar a las plantas en cultivo, se encuentran los ácaros rojos, la cochinilla, los pulgones y los ácaros. Para combatirlos se recomienda el uso de antiparásitos de origen biológico.

Aechmea fasciata y Tillandsia cyanea. Cultivadas como ornamentales o para la alimentación, las Bromeliaceae generan una facturación anual de varios miles de millones © Giuseppe Mazza
Subfamilias y géneros. Entre paréntesis el número de especies actualmente reconocidas (2021).
Brocchinioideae: Brocchinia (20) – Bromelioideae: Acanthostachys (3), Aechmea (244), Ananas (3), Androlepis (3), Araeococcus (8), Billbergia (63), Bromelia (70), Canistropsis (11), Cryptanthus (60), Deinacanthon (1), Disteganthus (4), Edmundoa (3), Eduandrea (1), Fascicularia (1), Fernseea (2), Forzzaea (7), Greigia (36), Hohenbergia (50), Hohenbergiopsis (1), Hoplocryptanthus (9), Karawata (7), Lapanthus (2), Lymania (10), Neoglaziovia (3), Neoregelia (123), Nidularium (47), Ochagavia (4), Orthophytum (67), Portea (8), Pseudaechmea (1), Pseudaraeococcus (6), Quesnelia (23), Rokautskyia (14), Ronnbergia (22), Sincoraea (11), Ursulaea (2), Wittmackia (44), Wittrockia (7), x Hohenmea (1) – Hechtioideae: Hechtia (84) – Lindmanioideae: Connellia (6), Lindmania (39) – Navioideae: Brewcaria (6), Cottendorfia (1), Navia (94), Sequencia (1), Steyerbromelia (9) – Pitcairnioideae: Deuterocohnia (16), Dyckia (176), Encholirium (37), Fosterella (34), Pitcairnia (410) – Puyoideae: Puya (227) – Tillandsioideae: Alcantarea (41), Barfussia (3), Catopsis (18), Cipuropsis (3), Glomeropitcairnia (2), Goudaea (2), Gregbrownia (4), Guzmania (216), Jagrantia (1), Josemania (5), Lemeltonia (7), Lutheria (4), Mezobromelia (5), Pseudalcantarea (3), Racinaea (82), Stigmatodon (20), Tillandsia (755), Vriesea (231), Wallisia (5), Waltillia (1), Werauhia (94), x Guzlandsia (1), Zizkaea (1).
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