Carludovica drudei

Familia : Cyclanthaceae


Texto © Pietro Puccio

 

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Traducción en español de Ignacio Barrionuevo

 

Carludovica drudei, Cyclanthaceae

A primera vista parece una palmera, pero la Carludovica drudei de América tropical es una especie herbácea que pertenece a otra familia botánica. Acaule rizomatosa cespitosa, puede alcanzar los 2,5 m de altura © G. Mazza

La especie está presente en estado salvaje en Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México (Chiapas, Oaxaca y Tabasco), Panamá y Venezuela, países en los que crece en el sotobosque de las florestas húmedas principalmente junto a cursos de agua, desde el nivel del mar hasta alrededor de los 1.700 m de altitud.

El género fue dedicado a Carlos IV de España (1748-1819) y a su mujer María Luisa (Ludovica) de Parma (1751-1819); mientras que el epíteto específico fue dedicado al botánico alemán Carl Georg Oscar Drude (1852-1933).

Nombres comunes: paca, chidra, estococa (Costa Rica).

La Carludovica drudei Mast. (1877) es una especie herbácea monoica acaule, rizomatosa, arbustiva y siempreverde.

Las hojas; sobre un peciolo envainante en la base, más o menos cilíndrico y de hasta 2,5 m de largo; son simples, palmadas, de hasta alrededor de 1,6 m de anchura, de color verde intenso brillante en el haz, mate en el envés, divididas casi hasta la base en 4 lóbulos cuneiformes de amplitud variable, de entre 60 y 75 cm de longitud y de 35 a 60 cm de anchura, a su vez subdivididos en menos de la mitad de su longitud en segmentos linear-lanceolados con ápice acuminado.

Las inflorescencias nacen en la axila de las hojas, sobre un pedúnculo de entre 40 y 70 cm de largo, y están constituidas por un espádice carnoso cilíndrico, de en torno a 11 cm de longitud y 1,5 cm de diámetro cuando está en flor, de 20 a 25 cm de longitud y 4 cm de diámetro cuando fructifica, inicialmente envuelto por 4 espatas imbricadas de hasta 25 cm de longitud. El espádice está completamente recubierto por flores unisexuales reunidas en grupos de 5 dispuestos en espiral, cada uno constituido por 4 flores masculinos rodeando a una flor femenina.

Las flores masculinas, carentes de sépalos y pétalos, presentan numerosos y gruesos estambres que cubren por completo las flores femeninas, a excepción de los 4 estaminodios filiformes, de hasta 7 cm de largo y de color blanco o blanco amarillento.

Inflorescencias protóginas. Esto es, las flores masculinas y femeninas, polinizadas por coleópteros, maduran en distinto momento favoreciendo la fecundación cruzada. Las hojas jóvenes, las infrutescencias inmaduras y los frutos cocidos son comestibles. Especie poco conocida, pero que presenta notables características ornamentales © Giuseppe Mazza

Las flores femeninas están hundidas en el espádice, y son casi cuadrangulares, con 4 tépalos triangulares de ápice obtuso de alrededor de 0,5 cm de largo, más largos que los 4 estigmas sésiles comprimidos lateralmente.

Las inflorescencias son protóginas, lo que favorece la fecundación cruzada, ya que primero maduran las flores femeninas, al abrirse las espatas, atrayendo a los insectos polinizadores (coleópteros) con el olor emitido por los largos estaminodios.

Al día siguiente, cuando ya no son receptivas y los estaminodios se han marchitado, se da la fase masculina con la apertura de las anteras, que cubrirán de polen a los insectos que lo irán depositando sobre otras inflorescencias en fase femenina.

Los frutos son bayas oblongas fusionadas formando un sincarpo cilíndrico, carnoso, cubierto por un delgado estrato leñoso de color verdoso que está constituido por los restos de los tépalos.

Este estrato leñoso, al madurar el fruto, se abre a partir del ápice, exponiendo el raquis de color rojo anaranjado y las bayas oblongas del mismo color, de alrededor de 1 cm de longitud y 0,7 cm de diámetro, que contienen numerosas semillas aovadas, aplanadas y de en torno a 2 mm de largo.

Se multiplica por división y por semilla, colocada en sustrato orgánico drenante mantenido constantemente húmedo a una temperatura de entre 26 y 28 ºC.

Se trata de una especie poco conocida, pero que presenta notables características ornamentales, cultivable en las zonas de clima tropical y subtropical constantemente húmedo, en posición sombreada, sobre suelos ricos en materia orgánica y drenantes, no soportando períodos de sequía, ni siquiera los más breves.

Desde tiempos remotos las poblaciones indígenas utilizan la planta como alimento y para realizar objetos artesanales. Las hojas jóvenes, las infrutescencias inmaduras y los frutos son consumidos cocidos y añadidos a otros ingredientes, y del peciolo y las hojas jóvenes se extraen fibras con las que se elaboran diversos objetos de uso común, como sombreros, aunque menos famosos que los “panamá”, realizados con las fibras de la Carludovica palmata Ruiz & Pav. (1798).

Sinónimos: Carludovica speciosa Linden (1877); Carludovica tabascana Matuda (1952).

 

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