Familia : Zamiaceae
Texto © Dr. Claudio Littardi
Traducción en español por la Dra Cristina Valcuende
Nativa de México, Ceratozamia hildae tiene un tallo inicialmente subterráneo, de forma globosa o subcilíndrica, que puede alcanzar 20 cm. Tiene también 20 hojas, de 1-1,8 m de largo, con pecíolos parecidos al bambú, y un raquis con folíolos reunidos progresivamente en manojos de 3 o 6 elementos, superpuestos y dispuestos en espiral © G. Mazza
Ceratozamia hildae G.P. Landry y K.L. Wilson (1979) es una especie nativa de México, estado de Querétaro, región de la Huasteca Potosina, cerca del Río Santa María.
Crece entre rocas calizas en bosques de robles y pinos, en altitudes que oscilan entre los 300 y los 900 m sobre el nivel del mar.
La encontramos en suelos pesados, formados por arcilla negra, a veces en compañía de Dioon edule o en asociación con palmeras del género Brahea, mientras que en otras zonas crece con Ceratozamia latifolia y Zamia vazquezii.
Es una de las cícadas americanas más valiosas. Su descubrimiento se debe a Antonio Martínez, un viverista de San Luis Potosí, México, y fue introducido por primera vez a Estados Unidos en 1960 por un coleccionista de Texas e inmediatamente ganó gran apreciación.
El nombre del género deriva del griego “κέρας, -ατοϛ” (céras, cératos) = cuernos y “ἀζαίνω” (azaíno) o “ἀζάνω” (azáno) = piña, con referencia a las características estructuras reproductivas que muestran esporofilos rematados por dos protuberancias (cuernos), y estróbilos que recuerdan a los de las coníferas.
El nombre específico hildae honra a Hilda Guerra Walker, hija del coleccionista Luciano Guerra quien fue el primero en recolectar esta planta.
Ceratozamia hildae recién recibió su nombre formal en 1979.
Por su apariencia y disposición de sus hojas, Ceratozamia hildae es conocida también con el término en inglés “Bamboo cycad” o en español “Pata de gallo”. Es una planta de tallo muy bajo, acaule, de forma globosa o subcilíndrica, que puede alcanzar 10-20 cm, con un diámetro que generalmente no supera los 25 cm.
El tallo, protegido por bases de hojas viejas, secas, persistentes y coriáceas, crece bajo tierra durante varios años antes de emerger y puede producir bulbillos laterales que, en ejemplares muy viejos, pueden alcanzar el tamaño del tallo primario.
Ceratozamia hildae también puede tener una corona de 20 hojas que, cuando emergen, tienen un color bronce, marrón rojizo o verdoso.
Detalle ampliado de un cono macho. Obsérvense los microsporofilos con protuberancias en forma de cuerno que dieron origen, del griego “céras, cératos” = cuernos, al nombre del género Ceratozamia © Giuseppe Mazza
El raquis de las hojas adultas, la parte que sostiene los folíolos, tiende a torcerse ligeramente cerca del ápice y a veces se curva hacia atrás, hacia abajo.
Las hojas alcanzan 1-1,8 m de longitud, incluido el pecíolo, lanosas en la base y armadas con espinas de 30-40 cm de largo.
En el raquis hay de 20 a 50 folíolos, de 7 a 22 cm de largo y 1 a 5 cm de ancho, lanceolados, asimétricos, más anchos más allá de la mitad, falcados, que se disponen superpuestos a lo largo del raquis en grupos de 3 a 6.
Son de color verde claro por el haz y plateados por el envés, con nervaduras lineales, bordes lisos y ápice agudo.
Generalmente en el género Ceratozamia los folíolos jóvenes crecen en posiciones opuestas sobre el raquis, pero la especie hildae se distingue por aparecer progresivamente reunidos en manojos de tres o seis, superpuestos y dispuestos en espiral.
Ceratozamia hildae es una especie dioica, lo que significa que tiene plantas masculinas y femeninas. Los conos masculinos, fusiformes-cilíndricos, miden 18-25 cm de largo y 2-3 cm de ancho, de color amarillo-verde al principio y luego marrón al madurar; microsporofilos con dos pequeñas protuberancias (cuernos) de 3 mm de largo y un pedúnculo de 9-15 cm de largo, 5-7 mm de diámetro, ligeramente tomentoso.
Los conos femeninos miden 10-14 cm de largo por 3-5 cm de ancho, y tienen forma ovoide-cilíndrica a cilíndrica, color verde amarillento a verde oliva, tomento marrón velado y ápice mucronado; pedúnculo de unos 9 cm de largo y megasporofilos con dos grandes cuernos, separados por una prominente protuberancia ovalada.
Los conos polinizados individuales producen hasta 40 semillas. La sarcotesta (la parte exterior carnosa de la cubierta de la semilla) es de color verde, con un velo de tomento marrón oscuro.
La esclerotesta (parte dura y leñosa de la cubierta de la semilla), globosa, de superficie lisa, aplanada y ligeramente trilateral, de 18-24 mm de largo y 13-18 mm de ancho, es de color marrón claro.
En la naturaleza, los conos de ambos sexos suelen emerger de febrero a abril.
La polinización puede ocurrir desde mediados de abril hasta principios de junio y la maduración de las semillas tarda unos nueve meses.
Los conos masculinos, de 18-25 cm de largo y 2-3 cm de ancho, brotan, como los femeninos, entre febrero y abril © Giuseppe Mazza
En el cultivo es necesaria la polinización artificial, ya que no hay insectos polinizadores. Cada año, los conos que fueron polinizados en abril y mayo comienzan a desintegrarse en noviembre y las semillas maduran alrededor de diciembre.
En condiciones de clima tropical o cultivo protegido se obtiene una buena producción de semillas. Ceratozamia hildae normalmente se propaga por semilla. La pulpa amarillenta que cubre las semillas se pudre rápidamente, en lugar de secarse, y una vez que las semillas se han liberado del cono, se pueden recolectar y limpiar fácilmente.
Una vez sembradas, germinan en unos tres meses. La siembra se realiza en un recipiente poco profundo, con una ligera cobertura de arena y, después de la germinación, las plántulas deben trasplantarse a macetas preparadas con sustrato ligero y colocadas en un lugar sombreado.
Las plantas viejas ocasionalmente producen retoños alrededor de la base del tallo. Estas pueden eliminarse cuando están en estado latente y ya poseen raíces independientes. Antes de retirarlas debemos tener la precaución de retirar las hojas para reducir la deshidratación.
La ventaja de la multiplicación con bulbillos es la certeza de poder saber el sexo de la planta joven, que será el mismo que el de la planta madre de la que la tomamos.
En el caso de la siembra, sin embargo, debemos esperar años antes de que la planta produzca un cono para determinar el sexo.
Ceratozamia hildae se cultiva fácilmente como planta de maceta o de jardín, en zonas climáticamente adecuadas, aunque es extraordinariamente resistente al frío. Y las plantas pueden sobrevivir a condiciones tan bajas como -9 °C durante períodos cortos de tiempo y soportar temperaturas muy por debajo de -1 °C durante períodos largos de tiempo. Paradójicamente, las plantas pequeñas parecen ser más tolerantes al frío intenso que los ejemplares grandes y viejos. La planta tolera pleno exposición al sol, aunque la cantidad de luz parece influir en la longitud total de las hojas.
Para su cultivo, las plántulas jóvenes necesitan un sustrato arenoso profundo, bien drenado y neutro o ligeramente alcalino y se benefician de un buen acolchado con materiales orgánicos (corteza descompuesta u hojas).
Los conos femeninos de Ceratozamia hildae son más cortos y anchos que los masculinos. En el cultivo, debido a la falta de polinizadores, se polinizan a mano. La maduración de las semillas tarda unos 9 meses y la germinación se produce 3 meses después de la siembra. La reproducción también es posible mediante retoños del tallo. Buena resistencia al frío. Especies de fácil cultivo, pero las hojas y los frutos son muy venenosos © Giuseppe Mazza
Buena resistencia a la sequía. Para administrar el fertilizante lo mejor es esperar a que comience la vegetación, cuando empieza a emerger el brote central.
En el jardín, varios ejemplares cultivados juntos permiten crear un exuberante efecto tropical. Todas las partes de la planta son venenosas para los animales y los humanos. La toxicidad provoca insuficiencia hepática y renal, así como parálisis eventual, que ocurre rápidamente.
No se conoce ningún antídoto específico para el envenenamiento. El veneno está especialmente presente en las semillas y hojas carnosas. Las mascotas deben mantenerse alejadas de las plantas y es una buena práctica enseñar a los niños a no comer ni masticar material vegetal por diversión sin el permiso de sus padres.
Debido a su pequeño tamaño y belleza exótica, Ceratozamia hildae se ha convertido rápidamente en un objeto de demanda comercial. Su popularidad ha llevado a su casi extinción en estado salvaje.
Miles de estas pequeñas cícadas han sido arrancadas y reubicadas en diversos países y, a pesar de todo, la demanda no ha disminuido. Por tanto, es una especie en peligro de extinción y ha sido incluida en el Apéndice I de la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) y su comercio internacional está prohibido.
Desde 2021 Ceratozamia hildae está incluida en la Lista Roja de especies en peligro de extinción como “CR, Ctitically Endangered”, a un paso de la extinción.
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