Crocodylus niloticus

Familia : Crocodylidae

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Texto © Dr. en Ciencias Giuliano Russini – Biólogo Zoólogo

 

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Traducción en español de Luca Lotti

 

Este Crocodylus niloticus a orillas del Nilo en Murchison Falls, parece haber salido de la prehistoria © G. Mazza

Este Crocodylus niloticus a orillas del Nilo en Murchison Falls, parece haber salido de la prehistoria © G. Mazza

El Cocodrilo del Nilo (Crocodylus niloticus) fue descubierto por el biólogo austríaco Josephus NIcolaus Laurenti en 1768, durante sus expediciones científicas en África.

Ha sido definido por los biólogos un “super depredador” o “apex predatore”, o sea depredador dominante, aquel que en Ecología se define de un animal que, alcanzada la madurez sexual, se encuentra en la cima de la cadena alimentaria y no le teme a ninguna otra especie, ya que no tiene depredadores, fuera de un coespecífico más fuerte o grande.

Es un reptil acuático, carnívoro, perteneciente al antiguo orden de los Crocodilis (Crocodylia), por otros biólogos taxónomos indicado con Loricati (Loricata), familia Crocodilidi (Crocodylidae).

Es uno de los reptiles depredadores más fuertes y agresivos en absoluto, específicamente en el continente africano.

Entre los “apex predatori,”, como para esclarecer este significado, encontramos al león, el tigre y el oso, entre los mamíferos terrestres cuadrúpedos placentarios, la orca entre los mamíferos acuáticos placentarios, y el escualo blanco, entre los peces. Estos animales son también definidos en Ecología con el término de “consumidores terciarios”, ya que se nutren solamente o casi totalmente de carne, ya sea que provenga de un herbívoro, “consumidor primario” o de otros carnívoros, insectívoros o piscívoros “consumidores secundarios” con régimen nutritivo similar, pero más abajo en la cadena alimentaria. Recuerdan que en Biología por “productores” se entienden todos los organismos correspondientes al Reino vegetal.

Un gran ejemplar mientras duerme con la boca abierta en la ribera © Giuseppe Mazza

Un gran ejemplar mientras duerme con la boca abierta en la ribera © Giuseppe Mazza

La historia natural de la relación entre los cocodrilos, los caimanes, los gaviales, los tomistomas (falsos gaviales) y el hombre es muy antigua.

Si bien, mediante su tecnología, con armas siempre más mortales y devastantes, el hombre es el real depredador dominante, por lo tanto en la cima de la cadena alimentaria (si bien no es jamás citado como tal), no es necesario absolutamente olvidar que desde su primera aparición sobre la Tierra, el Homo sapiens sapiens ha sido a menudo presa de estos reptiles, y en particular, en África, del Crocodylus niloticus, que trata entre todos los cocodrilos es uno de los más temidos, agresivos y peligrosos.

En nuestros días la situación se ha dado vuelta, y los cocodrilos, exterminados por el hombre para fines alimentarios y la utilización de la piel en la industria de la peletería, están desgraciadamente en serio riesgo de extinción.

Popular en las aguas dulces tropicales de todo el globo, los cocodrilos se encuentran a veces también en el mar como en Asia el Cocodrilo marino (Crocodylus porosus), que vive preferentemente en el Océano Pacífico, a veces remontando por un cierto trecho los ríos y restando a menudo y voluntariamente en las lagunas costeras salobres.

Los verdaderos cocodrilos, respecto a los aligatores (correspondiente a los Alligatoridae) y los Gaviales (Gavialidae) , tienen una distribución zoogeográfica más amplia. Además respecto a las otras dos familias, la de los Crocodylidae es la más numerosa.

El cocodrillo del Nilo es una especie polifiodonte. Los dientes perdidos se renuevan prontamente © Mazza

El cocodrillo del Nilo es una especie polifiodonte. Los dientes perdidos se renuevan prontamente © Mazza

Zoogeografía

El Crocodylus niloticus, como se evidencia por el nombre, vive por elección en las agua y en las orillas del Nilo.

Obviamente cuando se habla del Nilo, se habla de un río largo casi 7.000 km, segundo debajo del Río Amazonas, el río más largo de la tierra.

Además, en lo específico, el Nilo es el resultado fluvial de dos grandes afluentes: El Nilo blanco, más largo, y el Nilo azul, que provee la mayor cantidad de agua y limo fértil.

Los dos surgentes, nacen en áreas geográficas diversas del Continente Africano: el Nilo azul de los grandes lagos de África centra y sus aguas, se conducen hasta el Ruanda, al norte del Congo Brazzaville, tocando también Tanzania y Kenia y también el lago Victoria, mientras el segundo nace en el lago Tana en Etiopía.

Los dos afluentes, se encuentran en Sudán cerca de la capital Khartoum. Partiendo desde su origen, el Nilo baña por 7.000 km aproximadamente, estados como Ruanda, Burundi, Tanzania, Uganda, Sudan y Egipto, pero la enorme dimensión de su cuenca hidrográfica es tal que le permite alcanzar también regiones como la República Democrática del Congo, Kenia, Etiopía y Eritrea. Esta descripción geográfica del Nilo, es indispensable para entender la amplia distribución a la cual se tuvo que adaptar en el curso de su historia natural el Crocodylus niloticus, que ocupa este biotipo.

El dorso está recubierto por grandes escamas sostenidas por placas óseas © Giuseppe Mazza

El dorso está recubierto por grandes escamas sostenidas por placas óseas © Giuseppe Mazza

En un tiempo se lo podía encontrar en casi toda África, hoy está confinado en específicas áreas geográficas, y ha desaparecido en el curso bajo del Nilo y en las áreas más populosas y urbanizadas. Su capacidad de nadar también en el mar, si bien inferior a la del Crocodylus porosus, le ha permitido colonizar también Madagascar, donde todavía ahora es su casa.

Hábitat-Ecología

Il Crocodylus niloticus frecuenta habitualmente ríos y lagos, con relativos bancos y riberas, donde las hembras deponen los huevos y sucede a menudo, mas que en el agua, sus emboscadas. Pero como se ha mencionado arriba, el cocodrilo del Nilo se puede introducir también en el mar, por breves trechos. En las aguas dulces, prefiere las profundas y con débiles corrientes. Durante las horas más cálidas del día, varios ejemplares se reúnen en las orillas, donde permanecen algunas horas a dormitar, tomando sol.

Durante estas siestas, el Crocodylus niloticus es a menudo objeto de atención de parte de los (Glareolidae), una familia de pájaros perteneciente al orden de los (Charadriiformes), de dimensiones de 20-25 cm con un peto de 70-95 g, y en particular del Guardián de los cocodrilos (Pluvianus aegyptius).

Este gracioso pajarillo, largo cerca 20 cm, presenta el dorso color gris ceniza, las partes inferiores blancas con un collar negro, y la cabeza también negra, con una banda sobre los ojos blanca.

Un Crocodylus niloticus en aguas bajas. El perfil de su morro es inconfundible © Giuseppe Mazza

Un Crocodylus niloticus en aguas bajas. El perfil de su morro es inconfundible © Giuseppe Mazza

Las alas, arriba cenicientas, son inferiormente blancas con bandas negras.

Los guardianes del cocodrilo, liberan a estos gruesos reptiles de los numerosos parásitos, especialmente sanguijuelas, anidadas en su coraza, y se animan incluso a insertar su pico en las fauces abiertas, para recoger, de entre los agudos dientes, jirones de residuos de la comida.

En realidad, sin embargo, el nombre “guardián” es debido al hecho de que estos pájaros, al acercarse un hombre o de peligro de vario género, como por ejemplo un León (Panthera leo), que es uno de los pocos animales que tiene el coraje de enfrentar al Crocodylus niloticus para robarle la comida, emiten gritos tan agudos e insistentes, que inducen a los perezosos huéspedes a tirarse precipitadamente al agua.

Los ejemplares que viven a lo largo de las costas, a veces van al mar, sobre todo para evitar los períodos de sequía; mientras los “inland”, que habitan lejos del mar, hacen frente a este grave inconveniente ambiental cíclico, sumergiéndose en el fango húmedo, que los recubre prontamente de una crosta protectora, y esperan la llegada de las lluvias en un estado casi “semi aletargado”.

Morfofisiologia

Se trata de uno de los más grandes cocodrilos del planeta, si bien es una especie única, y dos caimanes americanos son de tamaño mayor.

Las escamas caudales, fuertemente carenadas, hacen pensar en la Era Mesozoica © Giuseppe Mazza

Las escamas caudales, fuertemente carenadas, hacen pensar en la Era Mesozoica © Giuseppe Mazza

El largo medio de los adultos supera por poco los 4 m, pero algunos ejemplares, notablemente ancianos, pueden rozar el largo total (ápice rostral-ápice caudal) de 7 m y de 1200 kg. De peso. Pueden vivir de 70 a 100 años!

El Crocodylus niloticus tiene un hocico relativamente en punta y moderadamente alargado. Gracias a esta característica, se puede distinguir fácilmente de la única especie africana, el Cocodrilo propiamente dicho, (Crocodylus cataphractus), a quienes les faltan, las crestas longitudinales de escamas sobre el hocico.

Los ojos, grandes y puestos en la parte alta de la cabeza, de manera tal de emerger apenas del agua para observar mientras nada, en silencio.

La cola es larga, compuesta por dos filas de puntas aculeatas (cresta dentellada), y extraordinariamente robusta. Con ella puede golpear a su presa para aturdirla, y a menudo logra despedazar las patas de una gacela, usándola a modo de fusta.

El cocodrilo del Nilo tiene cuatro patas muy robustas. Que contrariamente a cuanto se podría pensar, lo hacen muy veloz y ágil también en tierra firme. Presenta 22 dientes cónicos, por cada lado de la mandíbula y de la quijada, y es una especie “poliofondonte”, o sea, que pierde a menudo los dientes, e inmediatamente vienen reemplazados por otro que vuelve a crecer. El cuarto diente de la mandíbula es netamente más desarrollado que os demás, pero en general también el séptimo diente de la quijada superior no es menos grande. El cuarto diente es bien visible en los cocodrilos, porque descansa en un hueco de la mandíbula, mientras que en los caimanes, está escondido en una bolsa gingival.

El cocodrilo del Nilo es un super depredador que teme sólo a los de su misma especie, pero más grandes ©Mazza

El cocodrilo del Nilo es un super depredador que teme sólo a los de su misma especie, pero más grandes ©Mazza

El revestimiento cutáneo está formado por grandes escamas córneas, robustísimas especialmente sobre el dorso, carenadas y sostenidas por placas óseas. Aquí están dispuestas en series y longitudinalmente, mientras en la cola se notan dos series laterales convergentes, que se funden hacia la mitad apical.

Las escamas sostenidas por estas placas caudales son fuertemente carenadas, tanto como para formar altas y vistosas crestas dentelladas, que parecen residuos o vestigios de la Era Mesozoica, la de los dinosaurios. El color de la piel oscila del verde oscuro-marrón al beige arena. Se observan diversamente esparcidas, también grandes manchas oscuras. En los recién nacidos, la librea es tendiente al amarillo, verde oscuro en algunos ejemplares.

Adaptados como están a la vida acuática, los cocodrilos del Nilo tienen el siguiente sistema respiratorio Las narices, colocadas superiormente en el ápice del hocico, están constituidas por estrechas fisuras que pueden ser cerradas herméticamente, mientras los conductos que las conectan con la laringe, se abren detrás en una porción móvil del paladar, que puede ser bajada, aislando la cavidad oral de las vías respiratorias. Esto les permite a ellos separar la carne de la presa (estos animales no mastican) y tragarla bajo el agua, cuando han ahogado al desafortunado de turno. Cebras, antílopes y gacelas constituyen el plato fuerte, pero se nutren también de simios, pájaros de agua (flamencos, grullas, zancudos, etc.), peces (cíclidos) y otros reptiles. Por la técnica de caza, ver la ficha introductiva de los Crocodylia. Los pulmones, excepcionalmente grandes, permiten inmersiones prolongadas. Bien desarrollados, son los sentidos del oído y de la vista.

Las hembras entierran sus huevos en la arena, en las orillas, y no los pierden de vista © Giuseppe Mazza

Las hembras entierran sus huevos en la arena, en las orillas, y no los pierden de vista © Giuseppe Mazza

El conducto auditivo, que no tiene pabellón externo, puede también ser herméticamente cerrado. Los ojos, con pupila vertical, puesta en alto, casi dorsalmente sobre la cabeza, le permiten ver bien ya sea bajo agua como en ambiente sub-aéreo, y son sensibles también con mínima cantidad de luz, para un perfecta visión nocturna.

Etología-Biología Reproductiva

El Crocodylus niloticus, como así también los otros cocodrilos, caimanes y gaviales, es ovíparo. Las hembras deponen de 30 a 100 huevos, de forma elipsoidal, con una cáscara apergaminada blanco. Contrariamente, por ejemplo, con los caimanes, no construyen nidos, ni rudimentarios, pero los entierran en la arena de las riberas de los ríos o de los lagos donde viven. Si bien puede parecer, a primera vista, que la hembra cuide los huevos durante el período de la incubación (ausencia de cuidados parentales), es también cierto que no los pierde jamás de vista, y al momento de la eclosión se las ingenia para ayudar a los pequeños neonatos, que enterrados, mediante lamentos, reclaman la atención de la madre. Desde este período, por cerca cuatro semana, o sea hasta el momento del traslado al agua, los pequeños son protegidos del ataque de los depredadores, pájaros de agua voraces como los grandes zancudo por ejemplo, el Marabú africano (Leptoptilos crumeniferus), pitones, hienas, leopardos y varanos, que son los únicos en grado de encontrar los huevos enterrados (ver la ficha sobre el Varanus niloticus ). El sexo de los cocodrilos es determinado por la temperatura del ambiente: si la temperatura es inferior a los 29º C. todos los individuos serán hembras.

Un cobo atacado por un cocodrilo, morirá ahogado y lo despedazará en el fondo © Gianni Olivo

Un cobo atacado por un cocodrilo, morirá ahogado y lo despedazará en el fondo © Gianni Olivo

Durante la estación seca, comienza la fase reproductiva del ciclo con los acoplamientos, para concluir con la eclosión de los huevos en la estación húmeda. Los machos son polígamos, esto hace que a menudo estallen furiosos combates por la compañera. De cualquier manera las estaciones reproductivas, cambian en base a las latitudes. La madurez sexual sucede entre los 7 a 10 años ya sea por los machos como para las hembras, la gestación de una hembra dura 90-100 días, y puede transcurrir hasta un año de latencia, entre una deposición y la otra. El Crocodylus niloticus, vuelve a entrar en la desgraciadamente más larga lista roja de las especies en riesgo de extinción. Por tal motivo la IUCN monitorea las poblaciones y a menudo los biólogos en el interior de las reservas naturales, donde estos animales cada vez más vienen confinados, retiran los huevos para incubarlos artificialmente, y obtener el máximo rendimiento reproductivo, evitando todos los fenómenos de depredación a los cuales son sujetos en la naturaleza. Biólogos y ranger, aún hoy, luchan cotidianamente contra los fenómenos de caza furtiva contra estos espléndidos reptiles, residuos vestigiales de la Era Secundaria.

 

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