Panthera leo

Familia : Felidae

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Texto © Dr. en Ciencias Giuliano Russini – Biólogo Zoólogo

 

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Traducción en español de Susana Franke

 

La melena es un claro carácter de dimorfismo sexual © G. Mazza

La melena es un claro carácter de dimorfismo sexual © G. Mazza

El León (Panthera leo Linnaeus, 1758) miembro del orden Carnívora y de la familia de los Felidae, es el más grande y peligroso depredador del continente africano, como el Tigre (Panthera tigris) para Asia, y en definitiva de todos los mamíferos carnívoros, tetrápodos, placentati terrestres del planeta

Como ya se ha comentado en la ficha introductiva sobre la familia de los Felidae, resulta bastante consolidado mediante datos zoopaleontológicos, obtenidos de esqueletos fósiles, y zoogenéticos sobre muestras de ejemplares actuales, que todos los leones modernos derivan de un antepasado común. Según el biólogo zoólogo O’ Brien, la especie africana (Panthera leo) y la subespecie india (Pantera leo persica) habrían tenido el mismo progenitor que ha vivido entre el fin del Pleistoceno y el inicio de la última glaciación del Würm hace entre 200.000 y los 55.000 años.

También porque la melena es un rasgo somático adquirido de los leones en tiempos relativamente recientes, hace 300.000 y 200.000 años, y en Europa, y probablemente también en Norte América, los leones con melena coexistieron con aquellos sin melena desde hace cerca de 300.000 años.

Durante los procesos evolutivos, otros descendientes de este antepasado, vivían en lugares donde hoy los leones están ausentes, en áreas muy vastas y hábitat muy diversos a los actuales, con subespecies ahora extintas. Entre estos recordamos el León de las cavernas americano (Panthera leo atrox) de quien se han encontrado esqueletos fósiles en Norte América, y el león de las cavernas (Panthera leo spelaea), euroasiático, con esqueletos hallados en Liberia, Rusia, Polonia.

Hoy muchos biólogos zoólogos consideran que todos los leones africanos, que viven en diversas áreas de África subsahariana, en realidad se considerarn una única subespecie, que filogenéticamente deriva del León Atlántico o Beréber (Pantera leo leo). Pero otros autores sostienen que atribuir a la Panthera leo una sola subespecie, la Panthera leo persica, endémica de las aisladas selvas indias del Gir, es en verdad muy simplista. Basta por ejemplo observar la melena, bien evidente en los leones africanos y un poco menos en los indios que tienen en cambio una amplia faja ventral, que cambia de color y dimensión según el área geográfica, más que por efecto de los niveles de testosterona plasmática. Cuando esta se desarrolla en los machos, hacia el tercer año de vida, con el alcance de la madurez sexual, el aspecto más o menos imponente y los colores intensos, del marrón oscuro al marrón quemado, a casi negro, no depende sólo de factores endocrino-sexuales, sino del ambiente mismo. En los jardines zoológicos del norte de Europa y de norte América, por ejemplo, las melenas son más espesas, probablemente para proteger a los animales de las temperaturas más rígidas, mientras los hermanos de una misma camada, crecidos en jardines zoológicos tropicales, tienen dimensión y colores diversos. Esta combinación de factores ha llevado a algunos zoólogos a considerar que la Panthera leo, además de Panthera leo persica, pueda certificar las siguientes subespecies geográficas.

Entre las extintas:

– Panthera leo spelaea habría vivido probablemente hace aproximadamente entre 300.000- 10.000 años en el Pleistoceno superior.

– Panthera leo atrox habría vivido hace probablemente entre 35.000 y 10.000 años.

– Panthera leo europea habría vivido hasta 100 d.C., llamado también León europeo. Estaba difundido entre los Balcanes, Italia, Francia meridional y España del norte. Fue exterminado, por la caza despiadada obra de los Romanos, Macedonios, Galos e Ibéricos. En aquel período en Italia como en Francia, se encontraban amplias forestas templadas, donde luego ha seguido, por mutaciones climáticas y procesos de urbanización, una modificación de los ecosistemas, en particular en Italia, la típica mancha mediterránea.

– Panthera leo sinhaleyus el león de Sri Lanka o León de Ceilán.

– Panthera leo vereshchagini el león de las cavernas de Liberia oriental y del Estrecho de Bering.

– Panthera leo youngi el león de las cavernas de China nord-oriental que vivió en el Pleistoceno, hace aproximadamente 350.000 años

– Panthera leo leo el León Beréber o Atlántico o Marroquí, extinto en 1946, de quien hemos hablado ampliamente en la introducción sobre los Felidae. Hasta los primeros años de los ‘900, los biólogos lo clasificaban también como Panthera leo berberisca

– Panthera leo maculatus extinguido en 1930, llamado también León maculado o Marozoi. El debate entre los biólogos zoólogos en considerarlo una subespecie del Panthera leo subsahariano está aún particularmente abierto, ya que la maculación que presentaban estos leones, según algunos autores se consideraba una hibridación biológica involuntaria debido al acoplamiento casual entre un león y un leopardo (Panthera leo macho × Panthera pardus hembra o viceversa)

– Panthera leo melanochaita el León del Cabo extinguida en 1860.

León blanco © Giuseppe Mazza

León blanco de Timbavati © Giuseppe Mazza

Entre las especies aún vivientes:

– Panthera leo persica confinado en la selva el Gir en India, donde hay en este momento sólo 350 ejemplares, si bien en el pasado, estuvieron presentes también en Bangladesh, Turquía y Medio Oriente. Fácil presa de los cazadores furtivos porque prefiere cazar de día, antes que de noche.

– Panthera leo goojratensis el verdadero león indio, según muchos zoobiólogos ya extinguidos.

– Felis leo roosevelti el León abisinio hoy clasificado como Panthera leo roosevelti. Con este nombre, venía identificada en la primera mitad del siglo pasado, una subespecie con melena negra, actualmente si bien sobreviven alguna decena de ejemplares, no la considera más una subespecie geográfica distinta a la del Panthera leo.

– Panthera leo bleyenberghi llamado León de Kananga de África sur occidental.

– Panthera leo hollisteri el León del Congo.

– Panthera leo krugeri el león de Sud África, o león de África sud-oriental

– Panthera leo massaicus el León Masai presente en Kenia y Tanzania.

– Panthera leo somaliensis el León somalí.

– Panthera leo nubica el León de África oriental.

– Panthera leo senegalensis el León de Senegal o de África occidental.

– Panthera leo verneyi el León del Kalahari, en esta subespecie los biólogos han observado una etología y anatomía claramente diferenciadas del Panthera leo respecto a las otras mencionadas.

Esta clasificación no es comúnmente aceptada por todos, si bien haya indudablemente algunas diferencias morfológicas y etiológicas en la población de las diversas áreas geográficas.

Han sido observados un cierto número de variaciones naturales, a veces facilitada por la crianza en cautiverio. En lo que respecta a la variación llamada leucismo (manto de coloración blanca) se observa ocasionalmente en leones endémicos de Timbavati, en Sudáfrica, los Panthera leo krugeri que son entre otras cosas aquellos de talla mayor, ya que los machos alcanzan hasta 260 kg con un largo de 2,97 m y las hembras los 190 kg y 1,90 m de largo. La presencia de un manto y una melena totalmente blanca (leucismo: del griego: greco λευκοσ, leucos, blanco, los animales se llaman leucísticos) se hipotiza sea causa de dos posibles mecanismos. Un primer mecanismo es el de la expresión de un gen recesivo (llamado inhibidor del color) produciendo la inhibición de la expresión de la melanina (el cromopigmento que maneja los colores del pelaje, piel, plumas de animales, inclusive la piel humana) por obra de los melanocitos, encontrándose en la combinación de los homocigosis que causan esta variación. En particular no se puede hablar de una subespecie distinta en el caso de los leones leucísticos, sino de un caso de poliformismo genético, ligado a una condición de leucismo que causa una coloración pálida y similar a la del tigre blanco. La condición es similar, aunque con efectos opuestos, al mecanismo típico de la Panthera nera (Panthera pardus) y del jagua negro (Panthera onca). Esto ha sido confirmado también por la coloración de sus ojos, que no es roja, típica de los animales albinos, es igual a la de sus congéneres no blancos (wild type) generalmente azul. Esta coloración perjudica a los leones en la naturaleza, porque son avistados fácilmente por sus presas, que logran así escaparse: un león blanco en su hábitat es por lo tanto a menudo condenado a la muerte por inanición.

Recordando que el albinismo es una anomalía hereditaria consistente en la deficiencia o degeneración de la pigmentación melánica en la piel, en los pelos, cabellos, plumas, coroides, iris caracterizada por un fenotipo recesivo, que determina la carencia de la enzima tirosinasa asociada al albinismo óculo-cutáneo, y por lo tanto, se manifiesta en individuos nacidos del apareamiento de dos genitores ambos albinos o heterocigotos por este fenotipo. En la naturaleza no sucede solamente al ser humano, sino también a otros mamíferos, pájaros, reptiles, anfibios y peces, se presenta con varios grados de peligrosidad, por lo tanto se va desde el albinismo ocular, a aquel óculo-cutáneo que ataca a todo el cuerpo, al albinismo parcial y finalmente al albinismo total el más peligroso porque el cuerpo está totalmente privado de melanina y es prácticamente todo blanco, los cabellos son de color paja y muy frágil.

Los leones leucísticos difieren de los organismos albinos porque no están caracterizados por helifobia, la hiper sensibilidad a la luz que por la exposición prolongada al sol determina daños graves a la vista y al cuerpo en los albinos. Incluso, teniendo un albedo (del latín albedo , “blancura”, de albumen, “blanco”: la capacidad de reflejar la luz) elevado, son al contrario más resistentes al sol que las especies normales o melánicas porque absorben una menor fracción de rayos.

Recientemente, está apareciendo otra hipótesis, confirmada por la biología molecular, según la cual el leucismo podría estar determinado por fenómenos de epístasis por obra de genes reguladores-inhibidores, que accionan cuando se activan en los leones leucísticos, antagonizan el/los gen/genes que regula/n la expresión de la melanina. Los leones leucísticos nacen casi completamente blancos, sin las normales manchas de camuflaje que se encuentran en los cachorros de león. Su color se oscurece gradualmente, hasta transformarse en crema o color marfil, color conocido con el nombre de rubio.

El león macho dominante tiene un rol indispensable en la defensa del territorio © Mazza

El león macho dominante tiene un rol indispensable en la defensa del territorio © Mazza

Acerca de las hibridaciones, los leones han sido acoplados con los tigres (a menudo aquellos del Amur y del Bengala) para crear híbridos llamados Ligres y Tigones, con los leopardos para crear los Leopones y con los jaguares para crear los Jaglion. El Marazoi es el que se supone un león manchado o un leopon producido naturalmente, mientras el león manchado congolés es un complejo híbrido león/jaguar/ leopardo llamado Leogiagleop. Algunos híbridos antes eran cuidados comunmente en los zoo, pero esta actividad ha sido desaconsejada por el énfasis dado a la conservación de las especies y subespecies. Híbridos son aún cuidados en granjas privadas y zoológicos en China.

El Ligre es un cruzamiento entre un león macho y un tigre hembra. Como el progenitor león lleva un gen promotor del crecimiento (que regula la expresión de la hormona somatotropina o del crecimiento también llamado del gigantismo, GH), pero el correspondiente gen inhibidor del crecimiento proveniente del tigre hembra está ausente, los ligres alcanzan dimensiones mayores que la de sus genitores. Con manchas y rayas sobre un fondo color arena, muestran los aspectos físicos y comportamentales de las dos especies de genitores. Los ligres machos son estériles, pero las ligres hembra son a menudo fértiles. El menos común Tigon es un cruzamiento entre una leona y un tigre macho. Como el macho del tigre no lleva un gen promotor del crecimiento y la leona lleva un gen inhibidor del crecimiento, los tigones son a menudo relativamente pequeños, pesando no más de 180 kg, el 20% menos que los leones. Como los ligres, tienen rasgos físicos y comportamentales de las dos especies de genitores y los machos son estériles, mientras las hembras pueden ser fértiles.

De los datos fornidos de la IUCN y CITES se calcula se encuentren actualmente presentes en el mundo cerca 30.000-35.000 leones libres en la naturaleza, confinados en las varias reservas naturales africanas e indias. A fines de los años ’80 el WWF había señalado que eran cerca 100.000 leones en estado natural.

Las causas de este marcado decrecimiento, en una población ya de baja densidad, se piensa sean varias, como en el caso de muchas otras especies animales. La caza desgraciadamente aún actual en Àfrica y Asia, y la reducción de los espacios vitales (home-range). A pesar de los esfuerzos que biólogos y los rangers hoy hagan, construyendo reservas naturales, éstas tienden inevitablemente a reducirse, para no hablar de la disminución del número de presas. Y finalmente hay una serie de patologías infecciosas de bacterias, virus y protozoos, introducidos por gatos domésticos, perros, y herbívoros de las granjas limítrofes, enfermedades que están diezmando a los leones con un sistema inmunitario no preparado para estos eventos, por su diversa historia natural. Consecuentemente ya sea el Panthera leo que el Panthera leo persica forman parte, como la Panthera tigris y sus varias subespecies, de la Red List of endangered threatened species de la IUCN, y son muchos los proyectos comenzados, ya sea en Europa que desde U.S.A. en colaboración con los institutos de biología africanos y asiáticos y muchos jardines zoológicos, zoosafaris, y zoopark para la salvaguarda, la conservación y la reproducción de la especie

Zoogeografia

En tiempos prehistóricos, hasta el tardo Pleistoceno, el área de los leones comprendía África, Eurasia y Norte América. Durante la última era glacial del Würn estaban difundidas numerosas especies de leones de las cavernas, que medían cerca del 25% más que los leones actuales. Seguidamente, probablemente al mismo tiempo que la desaparición de la mega fauna y el aumento de las temperaturas, los leones desaparecieron de las zonas septentrionales de Eurasia y de Norte América, se desplazaron en el actual continente Africano y Asiático, donde estaban presentes por todas partes.

Con el aumento de los asentamientos humanos, fueron a continuación diezmados sin piedad, también porque se trataba de animales peligrosos, y aún hoy en África entre las primeras causa de muerte humana se debe a ataques de animales salvajes, está el león, el hipopótamo (Hippopotamus amphibius), el Elefante africano (Loxodonta africana) y el Bufalo Cafro (Syncerus caffer), mientras en India las estadísticas evidencian al Rinoceronte indio (Rhinoceros unicornis) el Elefante indio (Elephas maximus) y el Tigre (Panthera tigris).

El león vive hoy en África, en la parte subsahariana del continente, en estados como Camerún, Congo, Kenya, Tanzania, Senegal, Sur África, Somalia, y Etiopía, donde se encuentra relegado en parques reserva. Se encuentra aún algún raro ejemplar en el desierto arábico, en Asia menor. En India está confinado en las aisladas selvas del Gir Sudeste asiático y en el Parque Nacional del Sasan-Gir, 1412 km2 en el estado de Gujarat. Con el fin de proteger a esta minúscula población de epidemias u otros riesgos ambientales, está en curso un programa de reintroducción del león asiático también en Palpar-Kuno Wildlife Sanctuary, una reserva natural en el vecino estado de Madhya Pradesh, en colaboración con biólogos europeos, chinos, indios y rusos.

Los leones se reproducen todo el año © Giuseppe Mazza

Los leones se reproducen todo el año © Giuseppe Mazza

Hábitat-Ecología

En Àfrica los leones son los dominadores de la sabana y de las praderas, hasta el soto y en zonas más húmedas con cañaverales, pero los encontramos también en áreas semi desérticas en los límites de las vegetación arbórea, y en pequeñas áreas boscosas, típicas del sistema subsahariano, formando esa clásica vegetación típica en Africa, llamada manchas de leopardo, constituida por plantas suculentas y sobre todo árboles de Acacia tortilis.

Son animales eurífagos, o sea que se adaptan a comer una amplia gama de herbívoros, de pequeños y, aún mejor, grandes dimensiones. Y cuando la comida escasea se adaptan también a un régimen de insectos, pequeños reptiles y anfibios. Según la ubicación geográfica, la ecología alimentaria puede ser diversa. A los loenes del Congo se los ha visto muchas veces atacar a jirafas (Giraffa camelopardalis) y a las jirafas pigmeas (Okapia johnstoni). Los leones del río Savuti-Botswana están especializados en la caza de los pequeños elefantes, y aquellos que viven cerca del río Cuando-Btswana, se nutren sobre todo de hipopótamos, El ataque a presas de especies insólitas está inicialmente justificado por la escasez de comida, pero puede transformarse en costumbre. En varias ocasiones, comportamientos adquiridos de este tipo han transformado a los leones en cazadores de hombres, los llamados “mata hombres”.

Morfofisiología

Más allá de la discusión sobre las subespecies, parece evidente el dimorfismo sexual de la melena en los leones machos. Esta amplifica notablemente las dimensiones de la cabeza, y su función no es aún bien clara para los biólogos, aunque se supone sirva como instrumento de defensa, durante los combates con sus congéneres, para evitar las heridas en la garganta. En términos de caza, en cambio, sobre todo durante la estación árida, cuando la sabana está sujeta a incendios y el manto vegetal es reducido, puede transformarse en un factor limitante. Si bien, todo sumado, el problema no subsiste, porque son casi siempre las hembras en ocuparse de la comida.

Los machos pueden pesar hasta 220-240 kg, con un largo de 250-270 cm y 120-130 a la cruz; las hembras 170-200 kg con un largo de 190 cm y 110-115 cm de altura. En los leones indios la dimensión reducida de la melena, más que ligada a factores ambientales, pareciera depende de un alto porcentual de cruzamientos entre consanguíneos.

Tanto machos como hembras de Panthera leo y Panthera leo persica tienen, como el tigre, garras retráctiles largas hasta 6 cm.

Tienen andar digitígrado, y los almohadones presentes debajo de los pies permiten a ellos avanzar silenciosamente, sin hacerse sentir. Cuando nacen, en ambos sexos, y hasta la maduración sexual, la nariz es rosa claro, para después pigmentarse cada vez más hasta quedar totalmente negra, en los ejemplares más ancianos.

En ambos sexos muestran una potente musculatura, la mejor sobre todos los carnívoros presentes en su ecotipo y sobre casi todos los mamíferos terrestres en general. Obviamente no podrán jamás abatir adultos de Elefantes (Loxodonta africana) o rinocerontes (Diceros bicornis, Ceratotherium simum) a no ser que estén gravemente enfermos o debilitados.

La cola es potente. Alcanza hasta el metro de largo y entre todos los miembros de los Felidae , son los únicos (ya sea en el macho como en la hembra) que poseen en donde termina con un penacho de pelos negros, atravesada por un hueso, cuya función se ignora. Sirve para mantenerse en equilibrio cuando saltan en las emboscadas durante la caza, donde pueden cumplir saltos de 10-12 m de largo y 3 m de altura!

Pueden alcanzar en su corrida, los 70-75 km/h pero son poco resistentes, manteniendo esta velocidad por sólo 150-200 m.

Tienen la dentición típica de los carnívoros, con incisivos desarrollados, dientes salvajes (particulares molares) adaptados para desgarrar la carne que comen, y caninos largos 8-10 cm bien soldados, con una raíz de 5 cm de diámetro. Presentan un aparato orofaríngeo tal que, rugiendo, emiten sonidos baritonales, que se perciben hasta a 3-4 km de distancia, aprovechando los factores atmosféricos, como la «teoría de la Inversión térmica» propuesta por el biólogo Frumkin en los años ’70, y descripta en nuestra introducción sobre los Felidae.

Tienen una vista agudísima, que le permite localizar una presa, o un competidor de su misma especie, hasta a 2 km de distancia. Como los otros Felidae y Canidae, los leones no saben distinguir los colores: son daltónicos, percibiendo sólo las varias tonalidades de gris y el negro, pero ven muy bien de noche.

Los leoncitos son aceptados en el grupo y las madres amamantan a los hijos ajenos © G. Mazza

Los leoncitos son aceptados en el grupo y las madres amamantan a los hijos ajenos © G. Mazza

Etología-Biología Reproductiva

Los leones generalmente viven en manadas sedentarias, formadas por hembras emparentadas, con sus cachorros, una hembra anciana y un adulto macho o una “coalición” de machos adultos (hasta 8-9), que pueden alcanzar hasta 30 miembros. Los machos, alcanzada la madurez sexual, son expulsados del grupo, y en general vagan buscando otro grupo donde imponerse, desafiando al macho o machos dominantes. Un macho que no logre imponerse en un grupo se transforma normalmente en nómade y vagabundea en grandes distancias, solo o junto a otros machos.

En los grupos o manadas, hay una repartición de los roles mucho más marcada que en otras especies. Por una parte la caza, casi exclusiva de las hembras, los machos tienen un rol no menos importante, deben controlar el territorio, defender las presas capturadas de eventuales intrusos, y proteger el grupo, especialmente a los cachorros, de otros leones machos u otros posibles depredadores.

Esto los expone constantemente a encuentros directos contra otros leones, hienas, leopardos y guepardos, y ha forjado a los leones machos en combatientes perfectos, modelados por la selección natural. Los jóvenes machos, con la melena relativamente corta, son discretos cazadores, aunque no tan capaces como las leonas, mientras los machos adultos participan ocasionalmente en partidas de caza si la presa es un animal particularmente vigoroso, como un búfalo o una jirafa, que pueden llegar a pesar hasta dos toneladas. A pesar de ser una mole maciza, el león es un animal excepcionalmente ágil: puede subir a los árboles, nadar, lanzarse al vacío. La presa muerta, viene rápidamente llevada a un lugar reparado, donde el grupo puede defenderla de los depredadores oportunistas como hienas, chacales y buitres. En el momento de alimentarse, peleas en el interior del grupo son comunes, y sirven en general para confirmar las relaciones jerárquicas, con los machos adultos que normalmente comen primeros, seguidos de las hembras y finalmente los cachorros. En muchos casos, el león macho sigue a otros depredadores como un lycaon, un guepardo e interviene, luego que estos han abatido la presa, para adueñarse del botín.

Una característica peculiar, que es encuentre probablemente como herencia ancestral también en los gatos domésticos, es que los machos emiten dos tipos de orina. La primera, expulsada mientras camina con chorros que pueden tener una inclinación de cerca 90º en donde están presentes elevadas concentraciones de feromonas, que cumplen como impronta biológica específica del animal para marcar el territorio junto a los rugidos; la segunda, emitida agachándose, que no tiene particulares características bioquímicas y sirve solo para vaciar la vejiga.

La hembra presenta la típica placentación de los carnívoros:una placentación zonificada en donde las vellosidades coriónicas están organizadas en una banda anillada. Se pueden acoplar en cualquier momento del año, si bien en Sud África, los nacimientos son más frecuentes durante el otoño e invierno. Tanto machos como hembras adultos son polígamos, los partos son poli-gemelos, los cachorros en su nacimiento pesan entre 1,50-1,60 kg y presentan un manto maculado, que desaparecerá en los machos con el crecimiento, luego de la muda. En las hembras permanece. La maculación infantil es un mecanismo de mimetismo, sirve a los cachorros, cuando son abandonados por la madre durante las partidas de caza, para confundirse con los matorrales, y no vengan asesinados, como a veces sucede, por hienas y lycaones. La gestación dura entre cien y ciento veinte días y la hembra pare una prole compuesta de 1 a 4 pequeños, no concebidos todos por un mismo padre. Las hembras de un grupo, sincronizan sus ciclos reproductivos, en modo tal de poder cooperar en la crianza y amamantamiento de los jóvenes, que se nutren indiscriminadamente de cualquier hembra. Los cachorros son destetados luego de 6-7 meses. En la naturaleza, a causa de la feroz competición por la comida, el 80% de los cachorros muere en los dos primeros años de vida.

Cuando un nuevo macho (o una coalición) toma el mando de un grupo echando al precedente patrón (o patrones), el nuevo/s jefe/s, mata/n a menudo cada cachorro de edad inferior de dos años, para que la hembra, dejando de amamantar o no pudiendo cuidar a los cachorros, vuelvan a ser fértiles y disponibles para el acoplamiento. Algunas veces una hembra trata de defender a sus propios cachorros del nuevo macho dominante, a menudo en vano. Los leones machos, alcanzan la madurez cerca de los 3 años de edad (las hembras alrededor del cuarto año de vida) y, están en grado tomar el mando de otro grupo a los 4-5 años. Comienzan a envejecer y debilitarse a los 8 años aproximadamente. Por lo tanto un macho, tiene a disposición un tiempo relativamente breve para imponerse sobre un grupo y crear su descendencia. Los leones se reproducen muy fácilmente también en cautividad. En hábitat viven cerca de dieciseis años, en cautividad una decena de años en más.

Sinónimos 

Felis leo Linnaeus, 1758.

 

→ Para informaciones generales sobre FELIDAE ver aquí