Cryosophila williamsii

Familia : Arecaceae


Texto © Pietro Puccio

 

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Traducción en español de Ignacio Barrionuevo

 

La especie, originaria de Honduras centrooccidental, actualmente habita, con un número limitado de individuos, el sotobosque de los restos de pluviselva sobre las pendientes calcáreas de la orilla occidental del lago Yojoa, entre los 600 y los 700 m de altitud.

El nombre del género es la combinación de los sustantivos griegos “κρύος” (cryos) = hielo, frío y “φίλος” (philos) = amigo, quizás en referencia a la especie tipo, la Cryosophila nana (Kunth) Blume ex Salomon (1887), que vive en México hasta alrededor de los 1.700 m de altitud; mientras que el epíteto específico está dedicado al botánico estadounidense Louis O. Williams (1908-1991), estudioso de la flora de Centroamérica.

Nombres comunes: Lago Yojoa palm, root-spine palm (inglés); mojarilla, palmiche (Honduras).

Casi extinta, la Cryosophila williamsii crece con dos subpoblaciones distantes en la pluviselva de Honduras © Giuseppe Mazza

Casi extinta, la Cryosophila williamsii crece con dos subpoblaciones distantes en la pluviselva de Honduras © Giuseppe Mazza

La Cryosophila williamsii P.H.Allen (1953) es una especie monoica con tallo solitario, erecto o curvado, de hasta alrededor de los 7 m de altura y de 7 a 10 cm de diámetro, pardo grisáceo y cubierto de raíces adventicias espinosas y ramificadas, blanquecinas, orientadas hacia abajo y enraizando en el suelo las que se encuentran en la parte basal del tallo, formando una especie de cono de sostén. Las hojas, sobre un largo peciolo inerme, son costapalmadas, más o menos circulares, de alrededor de 1,5 m de diámetro, profundamente divididas en algo así como dos mitades, a su vez hendidas menos profundamente en alrededor de 50 segmentos linear-triangulares con ápice bífido y reunidos en grupos de entre 3 y 6, de color verde oscuro en el haz y blanco argénteo en el envés.

Las inflorescencias son ramificadas, ascendentes, detalle que las diferencia de las especies congéneres, de entre 0,6 y 1 m de longitud, entre las hojas (interfoliares), compactas y encerradas en 10-19 brácteas pedunculares deciduas y cóncavas de color amarillo pajizo. Las flores son hermafroditas, dispuestas en espiral muy cercanas entre sí, subsésiles y globosas, de entre 3 y 4 mm de diámetro, de color blanco.

Los frutos son globoso-elipsoidales, de entre 1,3 y 1,6 cm de diámetro y color blanco crema, conteniendo una sola semilla de forma irregular.

El ambiente idóneo para esta rara especie es uno sombreado y húmedo en clima tropical o subtropical, sobre suelos preferiblemente calcáreos, drenantes y ricos en materia orgánica. Las hojas se emplearon ampliamente en el pasado como cobertura de viviendas rurales, mientras que los ápices vegetativos (“corazones de palma”) son aún consumidos como remedio para diversos trastornos intestinales, uso que implica la muerte de la planta. La creciente antropización, la expansión de la agricultura y el aprovechamiento arriba citado han disminuido drásticamente su población en los últimos años, reducida (en 1998) a dos subpoblaciones distantes y con un número limitado de individuos, por lo que ha sido considerada “regionalmente extinta” por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), que además la incluyó en la Lista Roja como “Extinta en Estado Silvestre” (EW, Extinct in the Wild), aunque es necesario llevar a cabo nuevas investigaciones.

A fin de salvaguardar la especie, en 1994, una expedición del Jardín Botánico Tropical Fairchild recogió semillas en la misma localidad de la especie tipo, y la primera floración de las plantas obtenidas ocurrió en el año 2005.

 

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