Cynara cardunculus subsp. flavescens

Familia : Asteraceae


Texto © Pietro Puccio

 

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Traducción en español de Susana Franke

 

Alcachofa botánico en flor. Planta alimentaria, medicinal y también ornamental © Giuseppe Mazza

Alcachofa botánico en flor. Planta alimentaria, medicinal y también ornamental © Giuseppe Mazza

La especie es originaria de África, (Argelia, Islas Canarias, Libia, Marruecos y Túnez) y de Europa meridional (Francia, Italia, Portugal y España).

El nombre del género, puesto por Linneo, deriva según algunos del griego, “kynara”, nombre atribuido a diversas plantas espinosas, según Lucius Iunius Moderatus Columella, escritor latino del I siglo d. C., el primero en citar esta planta con el nombre “cinara” en su famoso tratado “De re rustica”, deriva del uso de fertilizarla con ceniza, en latín “cinis, cineris”.

El nombre de la especie es el diminutivo del término latino “carduus” = cardo; el nombre de la subespecie deriva del verbo latino “flavescere” = ponerse amarillo, amarillearse, con referencia a los márgenes amarillentos de las brácteas medianas del involucro.
Nombres comunes: “al kharshuf” (árabe); “artichoke”, “globe artichoke” (inglés); “ carciofo” (italiano); “artichaut” (francés); “alcachofra” (portugués); “alcachofa” (español); “artischocke” (alemán).

El Cynara cardunculus subsp. flavescens Wiklund (1992) es una especie perenne con raíz pivotante carnosa, y raíces laterales tuberosas y con corto tallo que en el momento de la floración produce en el ápice un eje florar cilíndrico, alto hasta cerca 1,8 m, glabro o tomentoso, ligeramente escalonado en sentido longitudinal y ramificado hacia el ápice,

Las hojas basales, sobre un pecíolo dotado eventualmente de espinas, son de forma irregular, largas 30-200 cm, con lámina de color gris verdoso, mas o menos recubierta por un tomento blanco, en particular en la página inferior, y nervadura central prominente. Los márgenes de la hoja son profundamente lobadas con lóbulos de lanceoladas a oblongas, cuyos márgenes pueden ser enteros o dentados, inermes o espinosos, con espinas largas 1-30 mm, normalmente presentes en mayor número en la base de los lóbulos y en el ápice, Las hojas superiores próximas al capullo son en general lanceoladas, con margen entero o irregularmente lobado, inermes o espinosas.

Las inflorescencias, en el ápice de las ramificaciones, son los típicos capullos de las Asteraceae constituidos por una multitud de flores sésiles insertadas en espiral sobre una base redondeada, el receptáculo, circundada por un involucro constituido por brácteas imbricadas. El involucro, semiesférico y ovoide, es alto 3-15 cm y ancho 4-15 cm y está constituido por 5-8 series, o más, de brácteas imbricadas, lanceoladas u ovadas, de color verde oscuro a veces rociado de púrpura, espesas y carnosas en la base, con márgenes amarillentos y ápice en punta culminando con una robusta espina larga 2-5 mm. El receptáculo, cóncavo, está provisto inicialmente de espesos pelos sedosos, largos 2-4 cm, que son los primordios florales de las 600-1200 flores bisexuales, sutiles, tubulosas con corola azul o púrpura, largas 3-5 cm, de las cuales son visibles, sobre todo, los largos estilos azules.

Capullo de alcachofa botánica © Giuseppe Mazza

Capullo de alcachofa botánica © Giuseppe Mazza

La floración se desarrolla desde la periferia al centro; en las flores los órganos masculinos, las anteras, maduran antes que los órganos femeninos, los estigmas, con el polen que resta activo por 3-4 días, mientras los estigmas son receptivos a partir del cuarto, quinto día hasta el octavo de la apertura de la flor, este comportamiento (protandria), que es una de las características, si bien no exclusiva, de casi todas las Asteraceae, hace a las flores individuales autoincompatibles, y por lo tanto es necesaria la fecundación cruzada, aunque una autopolinización a nivel del mismo capullo es posible gracias a la floración esalonada.

Los frutos, conteniendo una sola semilla y llamadas aquenios (o más correctamente chispéelas) en las Asteraceae, son largos 4-8 mm, en secciones prácticamente cuadrangulares, de color marrón grisáceo.

El papo, que está sobrepuesto al fruto, está constituido por una corona de cerdas color bronce, largas 2-4 cm, fundidas en la base formando un anillo, que no son mas que los pelos sedosos presente en el receptáculo antes del desarrollo de las flores; el papo tiene la función de favorecer la dispersión de los frutos.

De esta especie están en cultivación numerosas variedades distintas generalmente en el color de las brácteas del involucro (verde o violeta) y por la presencia o no de espinas en su ápice. Estudios recientes indican a Sicilia como el lugar donde alrededor del siglo I d. C. se ha iniciado la cultivación y la selección de las variedades, sucesivamente difundida, junto al nombre, por los árabes que ocuparon la isla desde 827 al 1091

Inicialmente en Europa, en el Medioevo, fue utilizada como planta medicinal por sus virtudes digestivas, sólo desde el siglo XV se tienen noticias de un uso alimentario en Italia y sucesivamente en Francia. La parte comestible está constituida por el receptáculo, desde la base carnosa de las brácteas del involucro, en particular las más internas, y del pedúnculo privado de la cutícula del capullo ante que inicie la floración, Italia es el primer país productor mundial.

La alcachofa prefiere climas cálidos y secos y terrenos arcillosos-calcáreos ricos en sustancia orgánica, profundos y drenantes, teme no obstante los encharcamientos hídricos, especialmente en invierno. Es bastante sensible a las bajas temperaturas. Detiene la vegetación a 0 ºC y las brácteas externas del capullo inician a dañarse, alrededor de los -3 ºC todo el capullo viene totalmente dañado y no puede por lo tanto ser comercializado. A partir de -5 ºC toda la parte aérea sufre daños y en parte también la enterrada que muere alrededor de los -10 ºC. El ciclo anual de vegetación en las regiones mediterráneas está caracterizado por un período de reposo estivo, entrada en vegetación en otoño e inicio de la floración, cuando la planta tiene al menos 4 hojas, inducido por un período de 200-250 horas de temperaturas alrededor de 7-10 ºC o un poco menos. Completan la floración y fructificación en primavera.

Forma cultivada de alcachofa. El fruto en capullo es mucho más carnoso © Giuseppe Mazza

Forma cultivada de alcachofa. El fruto en capullo es mucho más carnoso © Giuseppe Mazza

Se puede reproducir por semilla que se auto dispersa fácilmente de tal manera que se ha naturalizado en algunas zonas climáticamente favorables donde ha sido introducido, pero es un método poco usado en cultivación, no solo porque la primera floración, y por lo tanto la primera recolección, se obtiene normalmente en el segundo año, pero también porque las nuevas plantes pueden tener características diversas de la planta madre.

Este método es utilizado para el mejoramiento genético.

En cultivación se adoptan dos sistemas de reproducción por vía vegetativa.

En uno se utilizan los vástagos basales, llamados en Italia “carducci”, que se forman en otoño en el arranque vegetativo y que normalmente se extirpan, excepto el más vigoroso, para no quitar sustancia nutritiva en el momento de la floración.

Los vástagos basales para la reproducción se extirpan con algunas raíces en la base cuando tienen 4-5 hojas, implantados en el tardío otoño darán la primera floración la primavera sucesiva.

En el otro método, utilizan los “óvulos” que son porciones de raíz rizomatosa, con una o más yemas, que se retiran en el inicio del período de reposos, generalmente de viejos implantes.

Se hacen rebrotar entre junio y agosto mojándoles y se colocan en su lugar definitivo a aproximadamente 20 cm de profundidad, entrando en vegetación y la primera recolección, si el clima lo consiente, podrá efectuarse ya en otoño-invierno. Cambiando la fecha de implantación se pueden obtener recolecciones escalonadas.

La alcachofa, además de utilizarlo como alimento, se ha usado ampliamente en la medicina popular por sus propiedades digestivas y desintoxicante del hígado debido a los principios activos contenidos en las hojas, como la inulina, los flavonoides derivados de la luteolina y la cinarina, que en realidad está presente en pequeñas cantidades en las hojas, pero que se forme durante el proceso de extracción.

El efecto colerético (o sea la estimulación de la secreción biliar) de los extractos de las hojas está confirmado por numerosos estudios también en el hombre, pero el uso está contraindicado en los sujetos alérgicos a las Asteraceae, con obstrucción de los conductos biliares y con cálculos biliares, mientras lo de bajar los niveles de colesterol en la sangre está aún en los estudios y los datos preliminares no están todos de acuerdo.

Sinónimos: Cynara scolymus L. (1753); Cynara hortensis Mill. (1768); Cynara communis Lam. (1779); Cynara esculenta Salisb. (1796).

 

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