Eugenia brasiliensis

Familia : Myrtaceae


Texto © Pietro Puccio

 

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Traducción en español de Susana Franke

 

Los frutos de la Eugenia brasiliensis, que presentan los sépalos persistentes en el ápice, tienen un tamaño y sabor similar a una cereza. Su color es negro purpúreo, pero existen variedades amarillas y rojas © Giuseppe Mazza

Los frutos de la Eugenia brasiliensis, que presentan los sépalos persistentes en el ápice, tienen un tamaño y sabor similar a una cereza. Su color es negro purpúreo, pero existen variedades amarillas y rojas © Giuseppe Mazza

La especie es originaria de Brasil meridional (Paraná, Río de Janeiro, Santa Catarina y São Paulo) donde vive en los bosques costeros húmedos sobre suelos preferentemente arenosos.

El género ha sido dedicado a la memoria del general, diplomático y mecenas Eugenio de Saboya (1663-1736), el término de la especie en latín “brasiliensis” = de Brasil, indica el lugar de origen.

Nombres comunes: Brazil-cherry, brazilian plum, grumichama, spanish cherry (inglés); cerisier du Brésil, jambosier du Brésil (francés); grumixama, grumixameira (portugués); cereza brasileña (español); brasilianische kirschmyrte (alemán).

La Eugenia brasiliensis Lam. (1789) es un árbol siempreverde, erecto, de crecimiento mas bien lento, alto hasta cerca 10 m, con corteza grisácea, que con la edad se fisura y escama en estrías, y copa densa. Las hojas, sobre un pecíolo largo cerca 1 cm, son opuestas, obovadas o elípticas con márgenes enteros recurvos, coriáceas, largas 8-15 cm y anchas cerca 5 cm, de color verde oscuro brillante superiormente, verde claro inferiormente; los jóvenes brotes son de color púrpura oscuro. Las flores, de cerca 2,5 cm de diámetro, sobre un largo pedúnculo, generalmente solitarios o en grupos de 2-3 en la axila de las hojas de jóvenes brotes, presentan 4 sépalos verdes, 4 pétalos blancos y un centenar de estambres blancos; en los lugares de origen puede reflorecer esporádicamente en el arco del año. Los frutos, que maduran velozmente, en un mes desde la floración, son bayas globosas de 1,2-2,5 cm de diámetro, con sépalos persistentes en la extremidad, de color desde púrpura oscuro o casi negro en su madurez y pulpa clara, de sabor similar al de las cerezas, conteniendo normalmente de una a tres semillas grisáceas; existen variedades con fruto amarillo o rojo.

Se reproduce generalmente por semilla que germina en aproximadamente un mes; la fructificación se inicia a partir del cuarto-quinto año de edad. Se recurre al esqueje y acodo aéreo en el caso de que se quiera reproducir una particular variedad. Especie que al gran valor paisajístico, por su exuberante follaje, agrega la producción de fruta de agradable sabor, apta en zonas de clima subtropical húmedo y marginalmente templado cálido donde puede resistir descensos de temperatura de hasta cerca -3 ºC por breve período. Prefiere una exposición en pleno sol pero se adapta a una ligera sombra y suelos profundos, arenosos, ricos en sustancia orgánica, preferiblemente ácidos, y disponibilidad de agua por todo el año, no soportando períodos de sequía, por lo tanto se debe regar regularmente si está cultivada en climas con veranos poco o nada lluvioso. Se utiliza como ejemplar aislado en parques y jardines o para crear barreras, también rompevientos. Los frutos se consumen frescos o empleados en dulces y helados y para confeccionar mermeladas.

Sinónimos: Myrtus dombeyi Spreng. (1825); Eugenia bracteolaris Lam. ex DC. (1828); Myrtus grumixama Vell. (1829); Eugenia filipes Baill. (1895); Eugenia ubensis Cambess. (1832); Stenocalyx brasiliensis (Lam.) O.Berg (1857); Stenocalyx ubensis (Cambess.) O.Berg (1857); Eugenia dombeyi Skeels (1912).

 

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