Geranios “Stellar”: creados por un aficionado en Australia en 1950

Hojas con cinco lóbulos y suntuosas inflorescencias, a veces despeinadas con encanto. Fueron creados alrededor de1950 por un australiano apasionado. Actualmente existen unas 120 variedades. Colores pastel y vivos.

 

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Texto © Giuseppe Mazza

 

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Traducción en español de Fabian J. Alvarez

 

Para unir el nombre propio a la historia de las flores, no hace falta ser laureado en botánica, o sembrar millones a todo vapor como hacen los modernos hibridadores de rosas. Basta la pasión y un poco de suerte.

Es el caso de Ted Both, un hibridizador australiano con el hobby de los geranios, que con una serie de cruzas afortunadas ha dado origen a los ‘Stellars’ o ‘Géraniums en étoile’, un grupo siempre muy difundido en los Garden Centers, con hojas en forma de estrella, enfatizadas casi siempre en el centro por una mancha zonal marcada.

Según un artículo de 1966 aparecido en el Journal of the Australian Geranium Society, todo comenzó por casualidad alrededor de 1950 con una variedad de origen desconocido llamada ‘Chinese Cactus’ o ‘Sunstar’, de hoja dividida en cinco lóbulos en punta, con un ligero sombreado en el centro, y flores simples color salmon.

Ted Both la cruzó con varios “geranios zonales” (Pelargonium x hortorum), obteniendo una vasta gama de colores y de formas; y dado que según su parecer recordaban al Pelargonium staphysagroides, un geranio ilustrado en el libro GERANIACEAE de Sweet, que luego se revelaría extinto o inexistente, los bautizó ‘Staphs’.

A su muerte prematura, sólo había dado nombre a dos variedades, ‘Red Demon’ y ‘Red Meteor’; las otras, designadas entonces con un número, fueron difundidas póstumamente por sus familiares, y el grupo se afirmó rápidamente en Australia con el nombre de ‘Both’s Staphs’.

En 1960, con la introducción de estas plantas en los Estados Unidos, nace el apelativo de ‘Stellars’, y a partir de 1966, también en Europa se cuentan aficionados e hibridadores. Hoy existen cerca de 120 variedades, y sólo se duda acerca de cuál elegir.

Las flores, medianas o grandes, con los pétalos superiores profundamente cortados y en punta a modo de horca de labrador, y los inferiores recortados en forma de cuña, aparecen reunidos en ricas inflorescencias, con hasta más de 20 corolas.

Son a menudo dobles, y ofrecen todas las posibles gamas de color, del blanco puro de ’Arctic Star’ , al rojo fuego de ‘Columbia’ o ’Evening Star’.

Numerosas las formas rosadas, con difuminados intensos como ‘Cathay’, ‘Satellite’ y ‘Red Devil’, o muy claras como ‘Pagoda’ o ‘Easter Morning’, con corolas no menos estrelladas que las hojas; y como recuerdo del ‘Chinese Cactus’, no faltan los tonos cálidos, hacia el naranja, como ‘Apricot’, ‘Golden Staph’, con hojas doradas y mancha zonal parda, y ‘Golden Ears’, un “Stellar enano de hojas doradas”, creado en Canadá en 1982 por I. Gillam, con una espectacular mancha zonal rojo-ladrillo que se extiende hasta casi el borde.

Para los amantes e los “enanos” también está ‘Bird Dancer’, nacido en USA como obra de M. Bird, de característicos pétalos delgados dispuestos en forma de araña; y asombra el aspecto encrespado de ‘Supernova’, con corolas dobles que tornan a primera vista la inflorescencia similar a un clavel.

En ‘Gemini’, una variedad alemana creada por Fischer en 1982, las flores son de un bello rojo brillante con el centro blanco, mientras que la mancha zonal esta apenas esbozada; y uno queda estupefacto ante los tonos cambiantes de ‘Shalimar’ y de ‘Pink Startel’, con pétalos rojo-magenta apenas abre, que luego se esfuman lentamente al blanco rosado.

EL CULTIVO

Como para los geranios en general, el cultivo de estas plantas requiere un medio ligeramente ácido (pH comprendido entre 6-7), rico en arena y turba, hecho substancioso mediante el aporte regular de fertilizantes líquidos específicos; una exposición soleada, sin nunca cocinar las raíces al sol en macetitas mal aisladas; y un óptimo drenaje, con riegos adecuados: más abundantes cuando hace calor, hay viento o las plantas son crecidas en macetas pequeñas, reducidísimos en invierno cuando las plantas están en reposo.

Los ‘Stellars’ son un poco más sensibles a la podredumbre que los geranios normales, pero en compensación se contentan con menos luz para florecer.

Donde hace frío o llueve deben pasar el invierno al reparo de un alero, o en casa, junto a una ventana en un lugar sin calefacción, en un atrio, o un solar luminoso, con temperaturas mínimas de 7-10 °C.

Se realizan usualmente dos podas, una primaveral, apenas pasado el riesgo de heladas; y una estival, que permite obtener al mismo tiempo esquejes vigorosos.

En nuestros climas el mejor período para estos últimos va de mayo a agosto. Es de hecho importante que las jóvenes plantas desarrollen bien las raíces y algunas hojas antes de los rigores invernales. Se eligen ramas de 7-10 cm, con al menos tres nudos, cortando como siempre, poco abajo del último nudo. Quitadas las hojas basales, se colocan luego a la sombra en una mezcla de arena (75%) y turba. Regados cotidianamente, sin excesos, arraigan usualmente sin problemas en 2-6 semanas.

SE REPRODUCEN TAMBIÉN POR SEMILLA

El gran éxito de los ‘Stellars’ es debido al hecho que son fértiles y se reproducen también fácilmente por semilla

Regadas repetidamente para remover los inhibidores de la germinación, germinan en algunos días, en un compost de 1/3 de turba, 1/3 de perlita fina y 1/3 de arena. Luego de cerca de un mes se transplantan en macetas de 8 cm, y en menos de un año las plantas ya están en flor.

Podréis también divertiros creando nuevas variedades, quitando con una pincita las anteras de la planta elegida como padre, y frotándolas en el estigma de la planta madre, cuando es fértil, con lóbulos bien abiertos. Hay que luego cubrir las flores con una bolsita de papel cerrada abajo, para evitar la polinización accidental

En las variedades de flores dobles, las anteras son a menudo escasas, y para producirlas hay que “hacer sufrir” a las plantas en macetitas mal abonadas, constriñéndolas a reemplazar algunos pétalos por estambres fecundos.

Los hijos de vuestros “matrimonios” arreglados en los papeles, podrán luego ser multiplicados hasta el infinito por esqueje; y si os satisfacen, con formas y colores nunca vistos, luego de haber ensayado sus virtudes hortícolas, podréis también “bautizarlos” de forma oficial, y agregar vuestro nombre a la historia infinita de los geranios, enviando la documentación necesaria para las inscripción en el Registro Internacional, a la Australian Geranium Society.

 

GARDENIA  – 1986

 

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