Familia: Tricholomataceae

Texto © Pierluigi Angeli

Traducción en español por la Dra Cristina Valcuende

Leucocortinarius bulbiger es una especie rara, presente en Europa, que crece en bosques dispersos de coníferas o hayas mixtas. © Giuseppe Mazza
Al género Leucocortinarius (J.E. Lange) Singer, 1945, familia Tricholomataceae, se adscribe una sola especie: Leucocortinarius bulbiger (Alb. & Schwein.) Singer, 1945, que presenta esporas blancas (hialinas al microscopio óptico) y lisas, a pesar de su silueta cortinarioide. Por tanto, el género se define como monoespecífico y la descripción del género corresponde a la de la especie.
El término genérico procede del griego antiguo “λευκός” (leucós), blanco, unido al género Cortinarius: es decir, un Cortinarius blanco.
El término específico bulbiger deriva del latín “bulbus”, bulbo, y “gero”, portar, llevar; por lo tanto, “portador de bulbo”, en clara referencia al engrosamiento de la base del pie.
No se conocen nombres vulgares o dialectales en italiano.

Se destaca por su velo parcial blanco filamentoso-membranoso, un sombrero mayormente marrón rojizo y un bulbo grande y marginado, como indica su nombre específico © Pierluigi Angeli
Sombrero: 5–10 cm, inicialmente hemisférico, después convexo, plano-convexo y finalmente extendido, con o sin mamelón obtuso; margen largamente involuto, luego más o menos recto, a veces ondulado; superficie lisa, glabra, a veces ligeramente escamosa, finamente fibrilosa, algo viscosa con la humedad; color pardo-ocráceo, ocre-leonado, beige carnoso hasta pardo-rojizo; a menudo con restos del velo general, sobre todo en el borde, cubierto por escamas blanquecinas.
Láminas: apretadas, anchas, adnatas, escotadas, a veces decurrentes por un pequeño diente; blancas, blanquecinas y luego crema; filo entero.
Pie: 5,0–9,0 × 1,0–1,7 cm, cilíndrico, macizo, robusto, fibriloso longitudinalmente; al inicio blanco puro, después pardo claro; con gran bulbo basal redondeado o marginado, de 2,0–3,2 cm de anchura; cortina blanca relativamente persistente.
Carne: frágil, blanda, escasa en el margen, espesa en el centro del sombrero, fibrosa en el pie, blanca; olor ligero a apio; sabor suave. Comestible, aunque por su rareza se recomienda recolectarlo solo con fines de estudio.

Las láminas son blancas, al igual que la pulpa; el sombrero es frágil, blando y grueso, pero el tallo es fibroso. Tiene un ligero olor a apio y un sabor suave © Pierluigi Angeli
Hábitat: presente en toda Europa, crece en montaña, en bosques claros de coníferas y también mixtos con haya, durante el verano y el otoño.
Caracteres microscópicos: Esporas: lisas, elipsoidales, de pared gruesa, monogutuladas; tamaño medio 7,5 × 4,5 µm; rango (6,7)6,8–8,6(9,2) × 4,2–4,8(5,0) µm; Qm = 1,7 (1,4–2,0); Vm = 81 (62–114) µm³. Basidios: claviformes, tetrasporados, con fíbulas basales, de 36,2–40,2 × 7,5–8,4 µm. Trama laminar: paralela; filo laminar fértil. Pileipellis: ixocutis formada por hifas vagamente entrelazadas, gelificadas, con pigmento intracelular, y en algunas hifas también incrustante de color amarillo-ocráceo. Velo cortiniforme: compuesto por hifas cilíndricas, finas, más o menos paralelas, con fíbulas en todos los septos.
Notas

Esporas lisas y blancas y basidios claviformes tetraspóricos de Leucocortinarius bulbiger © Pierluigi Angeli
Leucocortinarius bulbiger es una Tricholomataceae que se reconoce fácilmente en el campo porque se presenta como un Cortinariaceae, pero conserva láminas blancas incluso en la madurez. Es una especie poco frecuente pero no rara, que crece en bosques de haya y abeto, pero también en hayedos con pino. Por su aspecto podría confundirse con Cortinarius allutus Fr., que prefiere bosques montanos de abeto rojo, posee láminas inicialmente blancas pero luego arcillosas y esporas débilmente verrucosas.
Leucocortinarius bulbiger fue descrito por primera vez como Agaricus bulbiger por Albertini & Schweinitz en 1805, como un hongo de tonos rojizos, con restos lacerados del velo en la cutícula, anillo blanquecino y un “bulbo ligeramente deprimido en el margen, que crece en septiembre entre las hojas”.
Posteriormente, fue transferido a distintos géneros:
Kummer (1881): lo incluyó en Armillaria (Fr.) Staude, por sus láminas blancas y restos del velo parcial en el pie, formando brazaletes.
Quélet (1886): creó el género Gyrophila para hongos con sombrero de convexo a plano, margen involuto, láminas adnatas o sinuosas, pie carnoso, anillo fibriloso o pruinoso y esporas pequeñas ovoides, incluyendo esta especie.
Kuntze (1891): dudando de su posición genérica, sugirió ubicarla entre Lepiota P. Browne o Tricholoma (Fr.) Staude por sus esporas blancas y lisas. Finalmente adoptó el género Mastoleucomyces Battarra ex Kuntze, transfiriendo allí todas las especies que Saccardo incluía en Armillaria.
Ricken (1915): la situó en Tricholoma por la inserción de las láminas en torno al pie, la no higrofanía del sombrero y su crecimiento solitario o gregario.
Lange (1935): por su fuerte semejanza con las especies de la sección Sauri Fr. del subgénero Phlegmacium (Fr.) Trog, la trasladó a Cortinarius (Pers.) Gray subgénero Leucocortinarius Lange.
Sinónimos
Agaricus bulbiger Alb. & Schwein. (Basionimo); Armillaria bulbigera (Alb. & Schwein.) P. Kumm.; Gyrophila bulbigera (Alb. & Schwein.) Quél.; Mastoleucomyces bulbiger (Alb. & Schwein.) Kuntze; Tricholoma bulbigerum (Alb. & Schwein.) Ricken; Cortinarius bulbiger (Alb. & Schwein.) J.E. Lange.
