
Text © Giovanni Felici

Traducción en español por la Dra Cristina Valcuende

Peridio abierto y un hongo vara del diablo (Mutinus elegans) emergente © Gianfranco Colombo
Familia: Phallaceae Corda, 1842.
Género: Mutinus E. Magnus Fries, 1849.
Especie: Mutinus elegans Montagne 1856, Fischer, 1888.
Descripción de la familia
La familia Phallaceae comprende hongos que se caracterizan por desarrollarse en el interior de una envoltura globosa llamada “peridio”, compuesta por dos capas (endoperidio y exoperidio) que encierran la gleba, definida como la parte fértil encargada de la formación de las esporas.
Los carpóforos se desarrollan inicialmente dentro del peridio, para luego emerger al desgarrar la membrana en la fase cercana a la maduración de las esporas. Este tipo de desarrollo se denomina hemiangiocárpico.
El himenio está constituido por esporangios llamados basidios, del griego «bàsis» (base), con estructura generalmente unicelular en forma de clava, que presentan en el ápice pequeñas prolongaciones denominadas esterigmas, sobre las cuales se sostienen las esporas durante su ciclo evolutivo hasta la maduración y posterior liberación.
A esta familia pertenecen actualmente (2018) 21 géneros con 77 especies.
Descripción del género
El nombre del género proviene de la divinidad latina Mutinus Titinus: una divinidad fálica asociada al matrimonio que, hasta el siglo I a.C., ayudaba a las jóvenes esposas latinas a tener relaciones con sus maridos.
Al género Mutinus pertenecen hongos que se originan bajo tierra con forma de huevo gelatinoso blanquecino de 2–4 cm de alto por 1–2 cm de ancho, que tras la ruptura del peridio se desarrollan en un cuerpo cilíndrico, esponjoso y hueco (receptáculo).

El sombrero es cónico, de color rojo brillante, y se diferencia del estípite solo por el color. Emerge de una especie de volva, un remanente del peridio © Gianfranco Colombo
Descripción de la especie
Describir Mutinus elegans, vulgarmente conocido como Bastón del diablo, cuyo nombre científico deriva de mutinus (la divinidad mencionada) y elegans (elegante), siguiendo el criterio tradicional del examen morfológico, no es sencillo, ya que sus carpóforos no presentan la clásica forma de sombrero y pie bien diferenciados. No obstante, se puede señalar:
Sombrero: ubicado en el extremo superior del estípite, de forma cónica casi puntiaguda, perforado en el ápice, de color rojo vivo, no diferenciado respecto al estípite salvo por la coloración.
Himenóforo: se presenta como una capa mucilaginosa verdosa (gleba) que recubre completamente el sombrero.

El himenóforo es una capa verdosa y mucilaginosa. Contiene esporas que alimentan a las moscas y otros insectos necrófagos atraídos por el intenso olor a carne podrida © Gianfranco Colombo
Estípite: cuerpo cilíndrico ligeramente afilado hacia el ápice, de color rojo que se degrada hacia el rosado en la base, la cual presenta una volva (residuo del peridio desgarrado), de la que parten
cordones miceliares muy desarrollados (rizomorfos), pseudo-raíces constituidas por un denso entrelazamiento de hifas miceliares. El carpóforo alcanza normalmente 8–12 cm de altura, de los cuales el sombrero representa alrededor de un tercio, con un diámetro de 1–2 cm.
Carne: blanquecina rosada, esponjosa y frágil.
Olor: emite un intenso olor cadavérico que atrae a moscas carroñeras y otros insectos necrófagos, los cuales al posarse sobre la gleba fértil y pegajosa, cargada de esporas, arrastran consigo toda la superficie fértil, convirtiéndose en vectores para la propagación de las esporas.
Comestibilidad: no comestible.

Un ejemplar normal (derecha) y otros con un tallo ramificado en forma de asta de ciervo. Este curioso fenómeno, ya claramente visible en las primeras etapas de desarrollo en la sección inferior izquierda, es una anomalía bastante común que le ha valido a esta especie el nombre común, igualmente imaginativo, de «ciervo sin cabeza» © Giuseppe Mazza
Hábitat: hongo saprófito (del griego «sapròs», podrido, y «phytòn», planta, se alimenta de materia orgánica muerta o en descomposición. Crece en bosques o claros herbosos desde primavera hasta otoño, sobre restos vegetales. Está presente en Europa y Japón, así como en Norteamérica, donde fue descubierto en 1679 por el misionero inglés John Banister.
Microscopia: esporas amarillentas, elipsoides, bigutuladas (con dos diminutas gotas oleosas en su interior), de 4–6 × 2–3 µm, presentan una cicatriz hilar en un extremo (0,2–0,3 µm de diámetro), una incisión probablemente formada durante el desprendimiento de la espora del esterigma.
Notas: pruebas de laboratorio han demostrado que este hongo posee propiedades antibióticas contra diversas bacterias y hongos particularmente agresivos para el ser humano, como: Bacillus cereus, Bacillus subtilis, Staphilococcus aereus, Escherichia coli, Salmonella typhimurium e il lievito Candida albicans.
Sinónimos:
Corynites elegans Montagne, 1856.
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