Familia : Gobiidae
Texto © Giuseppe Mazza
Traducción en español por la Dra Cristina Valcuende
Como su nombre científico lo sugiere, Nes longus es un gobio fusiforme con apariencia alargada © Allison & Carlos Estape
Los gobios que viven en fondos arenosos suelen ser presas fáciles si no encuentran una madriguera donde esconderse.
Hemos observado al elegante Gobio de ojos de cangrejo (Signigobius biocellatus), que desde joven excava profundas madrigueras a mordiscos, expulsando la arena con las branquias y, cuando encuentra pareja, amplía la vivienda y la habita en pareja.
En la familia de los Congridae, las Anguilas jardineras (Heteroconger longissimus) suben y bajan una al lado de la otra desde estrechas hendiduras, refugiándose también ellas en el subsuelo al menor signo de peligro.
Habita en los fondos arenosos del Caribe, donde, sin una guarida cercana, no es fácil escapar de la vista de los depredadores © Allison & Carlos Estape
En el Caribe, existe además un gobio indefenso, Nes longus (Nichols, 1914), que al no poder excavar una madriguera, se asocia de manera indisoluble de por vida con un hábil camarón excavador, Alpheus floridanus Kingsley, 1878, también presa fácil cuando está expuesto, ya que tiene mala visión y no detecta a tiempo la llegada de los depredadores.
Así, estas dos especies han vivido juntas durante milenios como simbiontes obligados: el pez encuentra una madriguera segura, limpiada cada día por el crustáceo, y este es alertado por el Gobio en caso de peligro.
Para sobrevivir, se asoció con Alpheus floridanus, un camarón excavador, casi checo, que también está en peligro porque no ve venir a los depredadores © Allison & Carlos Estape
Nes longus, perteneciente a la clase de los Actinopterygii, los peces con aletas radiadas, al orden de los Gobiiformes y a la familia de los Gobiidae, es tan importante para Alpheus floridanus que este lo toca casi sin cesar con sus larguísimas antenas para asegurarse de que no se aleje, como un ciego que avanza golpeando la acera con su bastón.
El inusual género Nes significa lengua de tierra que emerge del mar, algo largo, por tanto, como reafirma el término específico longus, largo en latín, dada la forma fusiforme y alargada de este gobio.
Ahí está. Mide menos de 10 cm como el gobio, y cuando sale de su madriguera en busca de alimento, es un bocado fácil para muchos © Pauline Walsh Jacobson
Se le llama vulgarmente en inglés Orangespotted Goby, es decir, Gobio manchado de naranja, por el color de su librea camuflada.
Sin embargo, a menudo se presenta con tonalidades más oscuras que forman, en la parte inferior del cuerpo, una fila de cinco manchas dobles, a veces casi negras, que terminan en dibujos en forma de chevrón en la aleta caudal.
Zoogeografía
Así que se unieron: el camarón ofrece un refugio subterráneo y el gobio actúa como un centinela, advirtiéndole con golpes de cola en el fondo marino en caso de peligro © Pauline Walsh Jacobson
Nes longus vive en el Atlántico occidental: desde las Bermudas y el sur de Florida hasta las Bahamas y las costas de Panamá y Venezuela.
Ecología-Hábitat
Se encuentra a no más de 9 metros de profundidad en fondos abiertos, arenosos y limosos, en los lugares donde habita Alpheus floridanus.
Mientras Nes longus vigila, Alpheus floridanus agranda su madriguera y hace algo de limpieza haciendo salir varias presas pequeñas del gobio © Allison & Carlos Estape
Morfofisiología
Nes longus alcanza un máximo de 10 cm de longitud, más o menos el mismo tamaño que su huésped.
Tiene el hocico corto y romo, y unos ojos grandes situados en la parte superior de la cabeza. La boca, ligeramente oblicua, presenta de 3 a 4 hileras de dientes por mandíbula. La hilera externa es un poco más grande, pero no se observan caninos prominentes ni dientes en la parte anterior del paladar.
No es raro que Nes longus viva con un par de camarones que lo abrazan, a menudo tocándolo con sus largas antenas para asegurarse de que siempre esté allí, en guardia © Allison & Carlos Estape
La aleta dorsal, dividida en dos partes, tiene 7 radios espinosos, siendo el primero el más largo, y en la segunda parte 1 radio espinoso y de 10 a 13 radios blandos.
La aleta anal posee 1 radio espinoso y 12 blandos; las aletas pectorales tienen de 16 a 19 radios, y las pélvicas, fusionadas entre sí, forman un disco ovalado.
Etología-Biología Reproductiva
Alpheus floridanus se alimenta de plancton, algas, cangrejos, peces pequeños y otros camarones que captura en los alrededores.
Y también son bienvenidas en la guarida las parejas de gobios, con quienes suelen compartir, para cenar, los pequeños peces y crustáceos que han logrado capturar © Allison & Carlos Estape
Temeroso como es, transporta de inmediato las presas a la madriguera, compartiendo la comida con su amigo el gobio, que le ha estado cubriendo la retaguardia.
Nes longus también obtiene alimento gracias a los continuos trabajos de excavación y mantenimiento realizados por su compañero, que sacan a la luz pequeños gasterópodos, decápodos, crustáceos, ostrácodos e isópodos de los que se alimenta.
No es raro que en la misma madriguera vivan en perfecta armonía parejas de ambas especies, tan alejadas taxonómicamente, y que este sea el lugar más seguro para proteger los huevos
Un Nes longus juvenile acaba de abandonar su guarida y se aventura en el fondo del océano. El camuflaje es perfecto y ahora está buscando su Alpheus floridanus © Allison & Carlos Estape
La resiliencia de Nes longus es excelente, con una posible duplicación de la población en menos de 15 meses.
La vulnerabilidad a la pesca, muy baja, alcanza apenas 10 en una escala de 100.
De ello se deriva que desde 2024 esta especie figura como “LC, Least Concern”, es decir, de “Preocupación Menor”, en la Lista Roja de la UICN de especies en peligro.
Sinónimos
Gobiosoma longum Nichols, 1914.
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