Pataecus fronto

Familia : Pataecidae

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Texto © Giuseppe Mazza

 

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Traducción en español de Ignacio Barrionuevo

 

¿El bajorrelieve de un jefe apache enfadado con penacho de plumas? No, es un Pataecus fronto © Giuseppe Mazza

¿El bajorrelieve de un jefe apache enfadado con penacho de plumas? No, es un Pataecus fronto © G. Mazza

El Pez indio rojo (Pataecus fronto Richardson, 1844) pertenece a la clase Actinopterygii, los peces con aletas radiadas, al polimórfico orden Scorpaeniformes y a la minúscula familia Pataecidae que incluye solo tres géneros y tres especies australianas: Aetapcus maculatus, Neopataecus waterhousii y nuestro Pataecus fronto.

El nombre del género “pataecus” deriva del griego “pataikos”, un genio o divinidad de origen egipcio, después fenicia y, al final, adoptada también por los griegos, que tenía la apariencia de un enano.

Esculpido como un amuleto, figuraba también como mascarón de proa de los veleros de la época para ahuyentar la mala suerte. Se perfil severo, con una gran melena al viento, quizás evocaron la fantasía y los recuerdos clásicos de Sir John Richardson (1787-1865), cirujano escocés de la Royal Navy, explorador y autor de varias obras naturalistas dedicadas principalmente a los peces.

El epíteto específico “fronto” viene del latín “frons, frontis” y hace referencia a la gigantesca aleta dorsal que prolonga la frente con una apariencia casi humana.

El nombre vulgar de pez indio rojo no tiene nada que ver con la India, sino con Norteamérica: la dorsal, con sus surcos y su altura decreciente recuerda fuertemente al penacho emplumado de los grandes jefes indios.

Zoogeografía

Es una especie endémica presente en el Indopacífico solo en las costas meridionales australianas. Lo encontramos desde Shark Bay en Australia occidental hasta Brisbane en Queensland.

Especie rara australiana, sin escamas, con una larga dorsal que llega a la cola © Giuseppe Mazza

Especie rara australiana, sin escamas, con una larga dorsal que llega a la cola © Giuseppe Mazza

Ecología-Hábitat

Es un pez bentónico, vinculado a los arrecifes y a las rocas, viviendo por lo general camuflado entre las esponjas en torno a los 20 m de profundidad; pero es frecuente también en los estuarios y puede encontrarse a tan solo 10 m o hasta los 80 m en el lado externo de las barreras coralinas. Es un animal raro que no ha tenido nunca malas experiencias con el hombre y se deja, por tanto, aproximar por los submarinistas que han tenido la suerte de descubrirlo. Puede posar durante largo tiempo para los fotógrafos, sin miedo, indiferente a los fogonazos del flash.

Se ha descubierto de esta forma, observándolo, que para aumentar su camuflaje ondea entre las esponjas, en perfecto sincronismo con las corrientes, y cuando se le obliga a moverse se deja caer en vertical hacia el fondo, imitando a una hoja muerta, para volver después tranquilamente, terminado el peligro, a su sitio preferido.

Morfofisiología

El pez indio rojo mide por lo general entre 22 cm y 30 cm, pero con las redes de fondo se han pescado casualmente ejemplares de hasta 35 cm. El cuerpo, sin escamas al igual que las morenas, está muy comprimido lateralmente.

Al crecer abandona la vieja piel como las serpientes. Pectorales parecidas a manos palmeadas © G. Mazza

Al crecer abandona la vieja piel como las serpientes. Pectorales parecidas a manos palmeadas © G. Mazza

Es escarlata, rojo o anaranjado, pero en ocasiones puede ser pálido con puntos oscuros o blancos.

Carece de aletas ventrales y las pectorales, que se alargan hasta la abertura anal, son robustas y parecen manos extraterrestres, con 8 dedos palmeados. Son ciertamente útiles para moverse y fijarse entre los corales.

La enorme aleta dorsal, que alcanza la cola, muestra entre 22 y 25 radios espinosos y de 14 a 17 blandos; la anal cuenta con entre 9 y 11 radios espinosos y de 4 a 7 inermes, mientras que la caudal, con 10 radios, tiene dimensiones modestas.

La boca, oblicua, con los lados orientados hacia abajo que le confieren un aspecto triste si lo miramos como si se tratase de un humano, presentando sobre ambas mandíbulas filas paralelas de dientes diminutos.

Etología-Biología reproductiva

El pez indio rojo se alimenta principalmente de gambas y otros crustáceos bentónicos. Dada su rareza se conoce poco sobre la biología de este extraño animal, pero se ha descubierto que, como las serpientes, lleva a cabo mudas periódicas. Cuando crece, o la piel es vieja, la cambia como si fuese un vestido usado, de una sola vez, desembarazándose al mismo tiempo de los parásitos y las algas incrustantes.

Aunque no se han llevado a cabo estudios precisos de relevancia, parece que las poblaciones del Pataecus fronto son estables y que actualmente la especie presenta bajo riesgo de extinción. Su índice de vulnerabilidad es actualmente de 14 en una escala de 100.

 

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