Ramonda myconi

Familia : Gesneriaceae


Texto © Prof. José Campos

 

Ramonda myconi, Gesneriaceae, Oreja de oso

Endémica de los Pirineos y alrededores, hasta 2000 m de altitud, Ramonda myconi pertenece a la exótica familia Gesneriaceae, frecuente en los trópicos © Giuseppe Mazza

La Oreja de oso (Ramonda myconi (L.) Rchb, 1831) es, sin duda alguna, una de las joyas botánicas de los Pirineos y sierras cercanas, de donde es endémica.

Esta cordillera, situada en el suroeste de Europa (España, Francia y Andorra), representa uno de los principales núcleos de diversidad vegetal de este continente.  En la época estival, el visitante curioso que atraviese sus barrancos y desfiladeros calizos podrá disfrutar de las bonitas flores moradas de esta planta rupícola de aspecto tropical.

Nombres comunes: en francés, Ramondie des Pyrénées; en inglés, Pyrenean-Violet; en alemán, Pyrenäen-Felsenteller.

Pertenece a las Gesneriaceae, una amplia familia distribuida principalmente por las regiones tropicales y subtropicales del Viejo y Nuevo Mundo, con algunas especies en zonas templadas (sur de Europa, Himalaya, China, sureste de Australia, Nueva Zelanda y sur de Chile). Su miembro más conocido es quizás la violeta africana (Saintpaulia ionantha), usada como planta ornamental de interior, y a la que nuestra especie se asemeja bastante.

Ramonda myconi, Gesneriaceae, Oreja de oso

Tallos floríferos glandulosos y de color granate. Corola plana, violácea, con forma de rueda, con 5 lóbulos ovales pilosos, de hasta 3,5 cm de diámetro. En el centro, de un anillo aterciopelado de color amarillo o anaranjado emergen 5 estambres erectos. Forman un cono del que sobresale un largo estilo © Giuseppe Mazza

Esta familia comprende, según distintos autores, entre 140 y 150 géneros y unas 3500 especies. Forma parte del orden Lamiales, dentro del clado de las Astéridas, según el sistema de clasificación del Grupo de Filogenia de Angiospermas (2016).

El género Ramonda fue creado por Louis Claude Richard (1754-1821), botánico e ilustrador francés, que lo dedicó a su compatriota Louis François Élisabeth Ramond (1755-1827), barón de Carbonnières, político, botánico y geólogo apasionado de la alta montaña, que exploró la cordillera de los Pirineos. El nombre específico myconi se refiere a Francisco Micó (1528-1592?), médico y botánico catalán que descubrió la planta durante sus herborizaciones en la montaña de Montserrat (Barcelona) y cuya descripción apareció por primera vez en la Historia Generalis Plantarum de Jacques Dalechamps, que le dio el nombre de Auricula ursa myconi.

Ramonda myconi es un hemicriptófito (planta cuyas yemas están situadas a ras de suelo) con hojas dispuestas en rosetas basales, tallos floríferos escaposos (desprovistos de hojas) y numerosas raíces finas. Las hojas, de hasta 8 x 5 cm, son fuertes, rugosas, de color verde oscuro, con limbo de ovado a romboidal, con la base cuneada y margen de crenado a dentado. Están cubiertas abundantemente por pelos, cortos y blancos en el haz y largos y ferrugíneos por el envés. El peciolo es corto y está cubierto también por abundantes pelos largos ferrugíneos.

Los tallos floríferos o escapos son glandulosos y de color granate, y llevan de 1 a 6 flores. El cáliz, que persiste en el fruto, está formado por 5 lóbulos verdosos de hasta 3,5 mm, de ápice obtuso. La corola es violeta (raramente blanca), de hasta 3,5 cm de diámetro, plana, rotácea (con forma de rueda), con el tubo muy corto y 5 lóbulos ovados pilosos. Presenta en el centro un anillo aterciopelado de color amarillo o anaranjado. Los estambres, en número de 5, son erectos y se reúnen formando un cono de cuyo centro emerge un largo estilo. El fruto es una cápsula ovoide que se abre por la unión entre los dos carpelos y que lleva numerosas semillas elipsoidales de cubierta ornamentada, de aproximadamente 1 mm de longitud.

Crece en ambientes sombríos y frescos, en roquedos calizos orientados al norte y en desfiladeros, en zonas dominadas por bosques de coníferas o caducifolios, entre 500 y 2000 m de altitud. Ocupa grietas y hendiduras de rocas con una fina capa de tierra, frecuentemente cubiertas por musgos, donde sus semillas pueden germinar.

Además de Ramonda myconi, existen otras cuatro especies de la familia Gesneriaceae en Europa, endémicas de la península Balcánica: dos especies pertenecientes al mismo género, una especie del género Haberlea y otra del género Jankaea. Morfológicamente son géneros bastante parecidos, pudiendo diferenciarse por las siguientes características:

Haberlea: corola tubular, zigomorfa (con un solo plano de simetría), 4 estambres con anteras unidas por pares. Una sola especie, Haberlea rhodopensis, endémica de Bulgaria y el noreste de Grecia.

Ramonda myconi, Gesneriaceae, Oreja de oso

Puede deshidratarse como un líquen para sobrevivir. Llega a los 250 años de edad y se reproduce a partir de los 70 © Giuseppe Mazza

Jankaea: corola campanulada de lóbulos cortos, hojas blanco-lanosas. Una sola especie, Jankaea heldreichii, endémica del Monte Olimpo, Grecia.

Ramonda: corola plana o ligeramente campanulada, pentámera (Ramonda myconi y Ramonda serbica) o tetrámera (Ramonda nathaliae), con lóbulos grandes, hojas de haz verde y envés ferrugíneo. De las tres especies de este género, R. serbica es la que tiene un área de distribución mayor, desde Albania y Serbia hasta el noroeste de Grecia. R. nathaliae se encuentra en Macedonia del Norte, Serbia y norte de Grecia.

Son especies de gran interés botánico por tratarse de paleoendemismos y por su capacidad para sobrevivir en estado de deshidratación, lo que se conoce como plantas “reviviscentes” o, para usar un término más exacto, poiquilohídricas, del griego “poikilos”, variable, e “hydr-” (hýdōr, hýdatos), agua.

Los paleoendemismos son especies que en el pasado estuvieron más extendidas pero que en la actualidad están restringidas a áreas geográficas reducidas.

Las gesneriáceas europeas representan relictos de la flora tropical y subtropical que floreció en Europa durante la mayor parte del Cenozoico, cuando el clima era más cálido y húmedo.

El clima más frío y seco a partir del Plioceno provocó la desaparición de muchas especies, mientras que otras encontraron refugio en lugares resguardados de zonas montañosas del sur de Europa, como cañones y paredes orientadas al norte, con condiciones de humedad y temperatura más estables.

No obstante, estos refugios están sometidos a veranos secos e inviernos con temperaturas bajo cero. Para sobrevivir a estas condiciones, las gesneriáceas europeas son capaces de recuperar su actividad fisiológica normal después de una severa deshidratación de sus tejidos, una propiedad común en líquenes, hepáticas y musgos, pero extremadamente rara en las angiospermas.

Otro aspecto sorprendente de estas plantas es su longevidad. Así, las poblaciones de Ramonda myconi están formadas por plantas con una edad de 200-250 años. La edad a la que alcanzan el tamaño mínimo para reproducirse es de unos 70 años.

Sinónimos: Verbascum myconi L. (1753); Verbascum alpinum Salisb. (1796); Ramonda pyrenaica Rich. (1805); Ramonda scapiflora J.St.-Hil. (1805); Myconia boraginea Lapeyr (1813); Chaixia myconi (L.) Lapeyr. (1818); Lobirota pyrenaica (Pers.) Dulac (1867); Ramonda chloropoda Jord. (1903); Ramonda crenulata Jord. (1903); Ramonda floribunda Jord. (1903); Ramonda lobulosa Jord. (1903); Ramonda micoi Pau (1908).

 

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