Scorpaena scrofa

Familia : Scorpaenidae

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Texto © Giuseppe Mazza

 

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Traducción en español de Ignacio Barrionuevo

 

El Cabracho (Scorpaena scrofa) es el mayor escorpénido del Mediterráneo con 50 cm y 3 kg © Giuseppe Mazza

El Cabracho (Scorpaena scrofa) es el mayor escorpénido del Mediterráneo con 50 cm y 3 kg © Giuseppe Mazza

El Cabracho (Scorpaena scrofa Linnaeus, 1758) pertenece a la clase Actinopterygii, los peces con aletas radiadas, al orden Scorpaeniformes y a la familia Scorpaenidae.

El nombre del género es el que daban los antiguos romanos a estos peces, en referencia a las espinas venenosas, que recuerdan a los aguijones de los escorpiones. El epíteto específico tiene que ver con la hembra del cerdo doméstico, “scrofa” en latín, al que recuerda, en el mundo de los peces, por su aspecto grueso.

Zoogeografía

El cabracho está presente en todo el Mediterráneo, exceptuando el mar Negro. Más allá, pasado el estrecho de Gibraltar, ha colonizado toda la costa atlántica del Viejo Mundo, desde Escandinavia hasta Sudáfrica, incluidas las Azores, Canarias, Madeira y Cabo Verde. Por último, al igual que numerosas especies, cruza a través del cabo de Buena Esperanza al océano Índico, extendiéndose hasta Mozambique.

Ecología-Hábitat

Puede encontrarse de los 20 a los 500 m de profundidad, pero rara vez sobrepasa los 150 m. Su sitio preferido es donde las rocas se intercalan con fondos arenosos o fangosos, pero lo encontramos también en aguas salobres. Los jóvenes se camuflan a menudo entre las rocas de las zonas afectadas por las mareas y, una vez superan los 20 cm de longitud, van descendiendo progresivamente, en busca de un lugar tranquilo para su vida sedentaria.

Puede ser también marrón, pero siempre presenta apéndices cutáneos bajo la mandíbula © Giuseppe Mazza

Puede ser también marrón, pero siempre presenta apéndices cutáneos bajo la mandíbula © Giuseppe Mazza

Morfofisiología

Es el escorpénido más grande del Mediterráneo, con un récord de 50 cm y casi 3 kg.

El cuerpo es oval, con una cabeza impresionante, no sola por su enorme boca, sino también por las espinas y los apéndices cutáneos que asoman en los lugares más insospechados, alterando su silueta con evidente función mimética.

A diferencia de otros representantes de la misma familia los apéndices crecen también bajo la mandíbula, ligeramente más larga que la maxila.

Ambas están armadas con dientes viliformes, esto es, dientes muy finos y adosados unos a otros formando filas: 4 o 5 series en la superior y 3 o 4 en la inferior, por no hablar de los dientes que aparecen en el vómer y los palatinos.

Presenta una sola aleta dorsal, aunque bien diferenciada. En la primera parte se cuentan 12 radios espinosos venenosos, mientras que en la segunda hay 9 o 10 radios blandos. Las glándulas de veneno, una por radio espinoso, están protegidas por una funda que se rompe al ser golpeada en la parte alta de cada espina. La cantidad de veneno es mínima en comparación con especies tropicales afines, pero el pinchazo es muy doloroso.

En ciertos casos puede provocar hipotensión con mareos o incluso desmayos. El veneno es termolábil, por lo que un primer auxilio puede consistir en sumergir la parte afectada en agua caliente.

La boca es enorme, con dientes viliformes. El diseño mimético contempla incluso grandes manchas amarillentas © Giuseppe Mazza

La boca es enorme, con dientes viliformes. El diseño mimético contempla incluso grandes manchas amarillentas © Giuseppe Mazza

Como sugieren diversos nombres comunes, su color general es el rojo, con manchas irregulares y distintas entre individuos, que pueden ser también marrones y cambiar su coloración en función del ambiente.

Todo depende de las necesidades miméticas, jugando los cromatóforos un papel esencial en todo ello, y no son raros, especialmente en el coralígeno, los ejemplares con grandes manchas claras: rosas, naranjas e incluso amarillas.

A menudo, aunque no es una regla, se observa una mancha oscura en la parte superior, en el centro de la aleta dorsal.

Etología-Biología reproductiva

El cabracho, como se puede fácilmente adivinar por su obesa apariencia, es un depredador insaciable.

Come sobre todo peces, crustáceos y moluscos. Se reproduce con huevos flotantes, reunidos en masas mucosas. Las formas larvarias son, por tanto, pelágicas. El índice de vulnerabilidad de la especie es actualmente de 68 en una escala de 100.

Sinónimos

Sebastapistes scrofa Linnaeus, 1758; Scorpaena lutea Risso, 1810; Scorpaena natalensis Regan, 1906; Scorpaenopsis natalensis Regan, 1906.

 

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