Xyphosia miliaria

Familia : Tephritidae


Texto © Prof. Santi Longo

 


Traducción en español de Carlos Jiménez

 

La mosca del cardo (Xyphosia miliaria) está presente en gran parte de Europa, en la zona del Paleártico oriental y en el Cercano Oriente.

La mosca del cardo (Xyphosia miliaria) está presente en gran parte de Europa, en la zona del Paleártico oriental y en el Cercano Oriente © Gilles San Martin

La mosca del cardo, Xyphosia miliaria (Schrank, 1781), es un Díptero de la familia Tephritidae, del griego “tripe”, barrena o taladro, haciendo referencia a un tipo especial de ovipositor, llamado de sustitución, con el que las hembras de esta especie perforan los tejidos vegetalas para ovipositar.

También el nombre del género Xyphosia Robineau-Desvoldy, 1830, del griego “xyphos”, espada, hace referencia al ovipositor, mientras que el epíteto específico miliaria, del latín «miliarius”, de una milla de largo, evoca tal vez las notables migraciones que realizan estos insectos.

Más de 4500 especies repartidas en las zonas tropicales, subtropicales y templadas del mundo están incluidas en la familia Tephritidae.

Los adultos tienen un cuerpo de 2 a 20 mm de largo. Las alas tienen manchas útiles para reconocer la especie. Es característico el trayecto de la costilla subcostal que generalmente está interrumpido y a menudo toma la forma de un simple pliegue y se disuelve. La célula anal suele ser claramente estrechada, alargada o puntiaguda.

Mide entre 5 y 8 mm y las hembras, provistas de un tipo particular de ovipositor, llamado de reemplazo, parasitan las inflorescencias de los géneros Cirsium y Carduus.

Mide entre 5 y 8 mm y las hembras, provistas de un tipo particular de ovipositor, llamado de reemplazo, parasitan las inflorescencias de los géneros Cirsium y Carduus © Tim Worfolk

En las hembras, el séptimo segmento del abdomen está muy desarrollado y contribuye a la formación de una especie de caja rígida y cónica, u oviscapo, en el que el ovipositor puntiagudo se repliega para perforar los tejidos vegetales.

El estilete está formado por los segmentos octavo y noveno del abdomen, de donde deriva el antiguo nombre de la familia Tripetidae (de «tryps», perforar en griego ).

La morfología de los estadios larvarios depende de su especialización dietética; las especies que se alimentan de frutos, o carpófagas, tienen el cuerpo subcónico, apuntado hacia el frente, mientras que las especies que se alimentan de semillas, o espermófilas, y las que inducen la formación de agallas, o galígenas, tienen forma ovalada.

Las especies oligófagas y monófagas de climas templados, gracias a largas diapausas, tienden a formar poblaciones locales bastante estables, sincronizadas con la fisiología de las plantas hospedantes. Las especies polífagas, muy extendidas en zonas tropicales y subtropicales, pueden pasar el invierno en la etapa adulta y, a menudo, realizar movimientos dispersivos, volando varias decenas de kilómetros antes de reproducirse.

El cuerpo es de color amarillo anaranjado con ojos compuestos de color rojo anaranjado que se desvanecen al verde. Las cerdas y las características manchas oscuras de las alas sirven para la determinación.

El cuerpo es de color amarillo anaranjado con ojos compuestos de color rojo anaranjado que se desvanecen al verde. Las cerdas y las características manchas oscuras de las alas sirven para la determinación © Tim Worfolk

Las especies de interés económico más importantes de Tephritidae se incluyen en el género Anastrepha, que incluye especies de América Central y del Sur y de las Indias Orientales, que atacan los frutos de numerosas plantas.

En la cuenca mediterránea las especies más dañinas pertenecen a 3 géneros:

  • Bactrocera, con Bactrocera oleae (Rossi, 1790), la mosca del olivo y Bactrocera dorsalis (Hendel, 1914), la mosca oriental de la fruta, originaria de Asia tropical, Australia y el Pacífico Sur.
  • Ceratitis de origen afrotropical con Ceratitis capitata (Wiedemans, 1824), la mosca de la fruta del Mediterráneo.
  • Rhagoletis con Rhagoletis cerasi Linnaeus, 1758, la mosca de la cereza.

Zoogeografía

Para inducir a la hembra a aparearse, el macho le acaricia el abdomen con las patas delanteras.

Para inducir a la hembra a aparearse, el macho le acaricia el abdomen con las patas delanteras © Paul Davis

Xyphosia miliaria está presente en gran parte de Europa, en la zona del Paleártico oriental, en el Cercano Oriente y es común en toda la península italiana y Sicilia.

Ecología-Hábitat

La mosca del cardo es bastante frecuente en zonas húmedas, prados, setos y bordes de bosques donde están presentes plantas hospedantes de los géneros Cirsium y Carduus.

Las larvas se desarrollan en las cabezuelas florales del cardo campestre (Cirsium arvense), Cirsium eriophorum, así como en las del cardo de pantano (Cirsium palustre), del cardo común (Cirsium vulgare) y de otras especies del género Carduus.

En Australia, Xyphosia miliaria se ha tenido en cuenta como parte de un proyecto de control biológico contra Cardueae que infestan los pastos.

Morfofisiología

Los adultos miden de 5 a 8 mm, el cuerpo es de color amarillo anaranjado. En la cabeza hay grandes ojos compuestos de un color rojo anaranjado que se desvanece a un verde brillante.

En el tórax existen cerdas rígidas de interés taxonómico.

Las alas membranosas tienen tonos anaranjados y presentan unas características manchas negras.

El abdomen de los machos es redondeado y parece más corto que el de las hembras, que está equipado con un ovipositor de reemplazo robusto formado por el octavo segmento, que forma un proceso no apareado dorsalmente (urotergita) y otras dos estructuras ventralmente (urosternita).

Las larvas, parecidas a gusanos, no tienen patas y tienen un cuerpo blanco, que cuando madura mide poco más de 5 mm de largo.

Las pupas se forman en el interior del tegumento de la larva de tercera edad, que se endurece transformándose en una envoltura protectora de color marrón, más o menos oscuro, llamada pupario.

Etología-Biología Reproductiva

Los adultos viven en ambientes cálidos y húmedos donde pasan el invierno y están activos desde la primavera hasta el otoño sobre las flores de numerosas plantas portadoras de néctar y polen que les proporcionan alimento.

El macho y la hembra se encuentran gracias a la emisión de feromonas afrodisíacas y sexuales, y el macho, para inducir a la hembra al apareamiento, le acaricia el abdomen con las patas delanteras.

Las hembras fertilizadas se sienten atraídas por las inflorescencias en desarrollo de las Cardueae para poner huevos.

Puesta sobre una inflorescencia. Las larvas blancas, parecidas a gusanos, de unos 5 mm de largo, producen agallas. En la madurez crean la funda protectora de las pupas.

Puesta sobre una inflorescencia. Las larvas blancas, parecidas a gusanos, de unos 5 mm de largo, producen agallas. En la madurez crean la funda protectora de las pupas © H. Nehr

Durante el desarrollo, con las sustancias auxínicas presentes en la saliva, las larvas provocan una hipertrofia de los tejidos vegetales y la formación de una agalla en los capítulos de los cardos infestados.

Los estadios larvarios de la mosca del cardo están parasitados por los himenópteros de las familias Ichneumonidae, con Scambus buolianae (Hartig,1838); Braconidae, con Bracon erraticus Wesmael,1838 y Bracon minutator (Fabricius, 1798); Pteromalidae, con Pteromalus elevatetus (Walker, 1834) y diversas especies de Torymidae del género Torymus.

Los adultos son presa de insectos mantodeos, hemípteros o rhynchota, y principalmente de pequeñas arañas; se defienden de estos últimos enemigos manteniendo las alas abiertas y bajadas para que gracias a las manchas adopten el aspecto amenazador de otra araña depredadora, o para ahuyentar de su territorio a otras similares.

Sinónimos

Musca miliaria Schrank, 1781; Tripeta meridionalis Costa,1854, Musca arcuata Fabricius, 1782; Trupanca shaerocephali Schrank, 1803; Xyphosia cirsiorum Robineau-Desvoidy, 1843; Oxyphora miilaria Becker,1905; Xyphosia miliaria spp. balcanica Drenskij, 1943.