Familia : Aulostomidae

Texto © Giuseppe Mazza

Traducción en español de Ignacio Barrionuevo

A simple vista no lo parece, pero el Pez trompeta del Caribe, de hasta 90 cm de largo, es pariente de los caballitos de mar por la particular estructura tubular del hocico © Kevin Bryant
Presente solo en los grandes acuarios públicos, el curioso Trompetero, Pez Trompeta del Atlántico o Pez Trompeta Pintado (Aulostomus maculatus Valenciennes, 1841) pertenece a la clase de los Actinopterygii, los peces con las aletas radiadas, al orden de los Syngnathiformes, el mismo del que forman parte los peces pipa y los caballitos de mar, y a la pequeña e insólita familia de los Aulostomidae, que posee solo un género y tres especies presentes en las aguas tropicales del océano Atlántico y del Indopacífico.

Instalado en el golfo del Caribe, está presente, a partir de las Bermudas, a lo largo de las costas de América Central hasta Brasil y el archipiélago de San Pietro y San Paolo © François Libert
El nombre genérico Aulostomus deriva del griego “aulos”, flauta, y “stoma”, boca, debido a que la forma de esta evoca el conocido instrumento musical. El epíteto específico maculatus, manchado en latín, hace referencia a los puntos generalmente negros, pero también blancos, presentes a veces en diversas partes del cuerpo.
Zoogeografía

Típicamente caracterizado por puntos negros en la parte posterior y líneas claras en los lados, puede hacerlos desaparecer y asumir instantáneamente varios colores © François Libert
El pez trompeta del Atlántico, como sugiere su nombre habita en dicho océano. A título indicativo se le encuentra en el sur de los Estados Unidos, México, Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam, Guayana Francesa y Brasil, por no hablar de una infinidad de islas, como las Bahamas, Cuba, la Española, Jamaica, Puerto Rico, Anguilla, San Cristóbal y Nieves, Antigua y Barbuda, Guadalupe, Dominica, Martinica, Santa Lucía, San Vicente, Barbados, Grenada y Trinidad.

La gran boca es protráctil y el estómago, muy dilatable, puede contener también grandes presas © Giuseppe Mazza
Parece que ha sido encontrado también en las islas Canarias y en Cabo Verde, en la otra orilla del Atlántico.
Ecología-Hábitat
Maestro del camuflaje como Aulostomus chinensis, es observado a menudo inclinado o cabeza abajo, casi invisibles entre las madréporas, las gorgonias y los corales negros, en aguas relativamente someras, hasta los 25 m de profundidad.

Nada en aguas relativamente poco profundas hasta unos 25 m de profundidad, adaptándose al color del fondo marino para sorprender a peces y crustáceos © Kevin Bryant
Morfofisiología
El cuerpo, delgado y alargado, puede superar los 90 cm. Buena parte pertenece al rostro, con forma de trompeta debida a las mandíbulas soldadas entre sí, con una boca protráctil que muestra un barbillón en su parte inferior.
La aleta dorsal está compuesta por 8-13 radios espinosos bien separados, que extiende solo en caso de peligro, y de una parte inerme, muy atrás en el cuerpo, con 21-25 radios al igual que la anal, idéntica y simétrica.

La aleta dorsal se compone de 8-13 radios espinosos bien separados, que levanta sólo en caso de peligro, y de una parte inerme, muy retrasada, simétrica a la aleta anal © Kevin Bryant
Las modestas aletas ventrales están situadas a mitad del cuerpo y la caudal es más o menos redondeada. La librea es extremadamente variable. Usualmente es marrón-rojiza con líneas blancas y pequeños puntos negros, pero puede tener bandas horizontales oscuras o blancas, continuas o a trazos, y bandas verticales más o menos marcadas, en ocasiones invisibles, sobre un fondo plateado, amarillo o azul-verdoso, por no mencionar el trabajo de los cromatóforos con increíbles adaptaciones instantáneas.

Gran oportunista, caza al acecho, imitando a veces, oculto, como en este caso, las fluctuantes ramificaciones de las gorgonias © Kevin Bryant
Etología-Biología Reproductiva
Se alimenta principalmente de peces, pero también de camarones y pequeños animales bentónicos. Los succiona sobre el fondo o entre los corales con una boca tan larga como el cuerpo; y si la presa es un poco más grande, ningún problema, porque puede también dilatarse y en su elástico estómago hay siempre un hueco libre.

Pero también puede esconderse nadando junto a pacíficos peces, como este gran Bodianus rufus, o esperar al desgraciado boca abajo detrás de una llamativa gorgonia © Kevin Bryant
Una aspiradora del mar, en definitiva, inteligente y sin escrúpulos.
Sigue a los peces que remueven el fondo, como los camarones, para robarles la comida de la boca, y nada a menudo escondido, casi pegado, al lado de los grandes peces herbívoros, para pasar desapercibido y lanzarse velozmente sobre su presa. O, quizás, lo encontramos, como vagueando, en vertical entre los corales, recreando sus dibujos y colores, preparado a abalanzarse fulminantemente sobre el desgraciado de turno.

Otra artimaña consiste en unirse a feroces cazadores, como este mero, imitando su librea para lanzarse en picado a traición sobre los pececillos que huyen asustados © Allison & Carlos Estape
Los huevos fecundados viajan libremente llevados por las corrientes, como les ocurre a las larvas, hasta que, cuando crecen se dirigen hacia el fondo.
La especie, común en ciertas zonas, manifiesta todavía en su conjunto una cierta vulnerabilidad, con un índice relativamente alto, de 50 sobre una escala de 100.
→ Para informaciones generales sobre peces ver aquí.