Crescentia cujete

Familia : Bignoniaceae


Texto © Pietro Puccio

 

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Traducción en español de Susana Franke

 

La Crescentia cujete es un árbol de 4-10 m de América Central © Giuseppe Mazza

La Crescentia cujete es un árbol de 4-10 m de América Central © Giuseppe Mazza

La especie es originaria de las Antillas Holandesas, las Antillas Venezolanas, Aruba, Bahamas, Belice, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Jamaica, Guatemala, Haití, Honduras, Islas Caimán, Islas de Barlovento Meridionales, Islas de Barlovento Septentrionales, México (Aguas Calientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Colima, Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Yucatán y Zacatecas), Nicaragua, Panamá, Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela donde crece en las sabanas, bosques y en las márgenes de las forestas sobre suelos arcillosos, desde el nivel del mar hasta cerca 800 m de altitud.

El género ha sido dedicado al agrónomo italiano Pietro de’ Crescenzi (ca. 1233-1320), considerado el fundador de la moderna agronomía, autor del tratado «Opus ruralium commodorum», máximo texto medieval de técnicas agronómicas; el nombre de la especie deriva de un nombre local brasileño.

Nombres comunes: calabash, calabash-tree, gourd tree (inglès); calabasse, calebassier (francés); albero delle zucche (italiano); coité, cuieira, cuité, cujeté (portugués – Brasil); árbol de las calabazas, cabeza, calabacero, cimarrona, crescencia, cujete, guacal, guira, jicaro de cuchara, maraca morro, palo de huacal, raspa guacal, tapara, taparito, totumo (español); Kalebassenbaum (alemán).

Crescentia cujete L. (1753) es un pequeño árbol siempreverde o semideciduo, alto 4-10 m, con copa abierta e irregular con largas ramas prácticamente horizontales y tronco, hasta de 50 cm de diámetro en la base, de corteza grisácea inicialmente lisa, rugosa y fisurada verticalmente en los viejos ejemplares. Las hojas, prácticamente sésiles, son alternas, simples, enteras, de oblanceoladas a espatuladas, largas 4-20 cm y anchas 3-7 cm, reunidas en grupos de 2-5 de diferentes largos sobre cortes brotes a lo largo de las ramas, de color verde oscuro brillante superiormente, más claro y opaco inferiormente. Las flores, solitarias, nacen directamente sobre el tronco y a lo largo de las ramas (caulifloria) sobre un corto pedúnculo, presentan cáliz dividido hasta en la base en dos lóbulos ovoides cóncavos, largos 1,8-2,5 cm y anchos 1,2-2,4 cm, de color verde, corola campanulada, de 5-7 cm de largo y 4-6 cm de diámetro, con cinco lóbulos triangulares desiguales con ápices acuminados y márgenes ondulados, con flecos y retroflexos, de color verde amarillento esfumado con púrpura, y 4 estambres poco prominentes; las flores, que se abren de noche emanan un olor para muchos muy desagradable y son poloinizadas por murciélagos.

El fruto es una baya de esférica a elipsoidal de 15-30 cm de diámetro, inicialmente de color verde luego amarillo y finalmente marrón en su madurez, de epicarpio (la cáscara) liso, leñoso y particularmente duro, de cerca 0,5 cm de espesor, conteniendo numerosas semillas obovadas planas marrón oscuro, largas cerca o,7 cm y anchas 0,5 cm comestibles, inmersas en una pulpa blanca venenosa que contiene precursores de cianuro de hidrógeno.

Se propaga por semilla, en sustrato drenante mantenido húmedo a 24-26 ºC de temperatura, que germina en 10-15 días, y fácilmente por esqueje semileñoso en verano. Árbol de particular importancia en la vida, en costumbres y en los rituales de las poblaciones indígenas, ya en época precolombina, por los frutos secos sin pulpa, resistentes y de larguísima duración, utilizados como contenedores de líquidos, para copas, platos, cucharas, instrumentos musicales, como las maracas, y otros artículos artesanales, normalmente profusamente decoradas.

Las flores, de olor considerado a menudo desagradable, se abren de noche y son polinizadas por los murciélagos. El fruto, de pulpa venenosa, es una baya de forma esfé- rica-elipsoidal, de 15-30 cm de diámetro. Las semillas, ricas en proteínas, son comestibles. Secas y molidas sirven para preparar una bebida. Propiedades medicinales © Giuseppe Mazza

Las flores, de olor considerado a menudo desagradable, se abren de noche y son polinizadas por los murciélagos. El fruto, de pulpa venenosa, es una baya de forma esfé- rica-elipsoidal, de 15-30 cm de diámetro. Las semillas, ricas en proteínas, son comestibles. Secas y molidas sirven para preparar una bebida. Propiedades medicinales © Giuseppe Mazza

Se cultiva ahora en varias regiones del mundo, también como ornamental por sus característicos frutos, exclusivamente en clima tropical y subtropical, no soportando temperaturas próximas a 0 ºC, sólo por excepcionales y por brevísimo período. Requiere una exposición en pleno sol y no es particularmente exigente en cuanto al suelo, aún arcilloso y poco drenante.

La madera, dura, pesada, flexible, fácil de trabajar y resistente a los insectos xilófagos es utilizada en las construcciones para embarcaciones y utensilios de varios tipos, un particular uso de la madera y la corteza es un óptimo soporte para orquídeas epífitas.

Las semillas, ricas en proteínas, son comestibles, secas y molidas sirven para preparar una bebida refrescante. Varias partes de la planta son utilizadas en la medicina tradicional de las poblaciones indígenas ya sea en los lugares de origen que en aquellos donde ha sido introducida desde hace tiempo, a menudo naturalizándose, para varias patologías; se debe tener siempre presente la elevada toxicidad de la pulpa que ha resultado presentar también una actividad cancerígena; estudios de laboratorio han evidenciado la presencia de diversos compuestos bioactivos de posible interés en la farmacopea oficial.

Sinónimos: Crescentia acuminata Kunth (1819); Crescentia arborea Raf. (1838); Crescentia latifolia Raf. (1838); Crescentia pumila Raf. (1838); Crescentia cuneifolia Gardner (1840); Crescentia angustifolia Willd. ex Seem. (1862); Crescentia fasciculata Miers (1868); Crescentia plectantha Miers (1868); Crescentia spathulata Miers (1868); Crescentia cujete var. puberula Bureau & K.Schum. (1897).

 

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