Rhinecanthus aculeatus

Familia : Balistidae

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Texto © Giuseppe Mazza

 

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Traducción en español de Ignacio Barrionuevo

 

De unos 15 cm de longitud, pero también de 30 cm, Rhinecanthus aculeatus tiene una distribución muy vasta en las aguas tropicales del Atlántico oriental y el Indopacífico.

De unos 15 cm de longitud, pero también de 30 cm, Rhinecanthus aculeatus tiene una distribución muy vasta en las aguas tropicales del Atlántico oriental y el Indopacífico © Barry Fackler

El insólito Pez ballesta Picasso (Rhinecanthus aculeatus Linnaeus, 1758) pertenece a la clase de los Actinopterygii, los peces con las aletas radiadas, al variopinto orden Tetraodontiformes y a la peculiar familia Balistidae, los denominados peces ballesta o pejepuercos.

El nombre genérico Rhinecanthus deriva del griego “rhinos” = nariz, morro y de “akantha” = espina, en probable referencia al rostro particularmente alargada para la familia a la que pertenece y a la espina dorsal.

El epíteto específico, dado por Linneo, deriva del adjetivo latino «aculeatus» = con espinas, y destaca la presencia de tres filas de espinas en el pedúnculo caudal.

Conocido como Pez ballesta Picasso por sus inusuales pinceladas de color, adora las zonas arenosas entre formaciones coralinas donde desciende hasta 50 m.

Conocido como Pez ballesta Picasso por sus inusuales pinceladas de color, adora las zonas arenosas entre formaciones coralinas donde desciende hasta 50 m © G. Mazza

Zoogeografía

Rhinecanthus aculeatus presenta una distribución muy vasta. Lo encontramos, de hecho, tanto en las aguas tropicales del océano Atlántico oriental que en el Indopacífico.

Está presente a lo largo de la costa africana desde Senegal hasta Sudáfrica, subiendo por las costas índicas del mismo continente hasta el mar Rojo.

A título indicativo diremos que es frecuente también en las islas Seychelles, Mauricio, Reunión y Maldivas, en India, Sri Lanka, Tailandia, Australia, Indonesia, Nueva Guinea, Micronesia, Filipinas, Taiwán, China y el sur de Japón.

Sin aletas pélvicas, fusionadas formando una espina bien visible cuando extiende de forma amenazante el vientre, para parecer más grande y disuadir a los agresores.

Sin aletas pélvicas, fusionadas formando una espina bien visible cuando extiende de forma amenazante el vientre, para parecer más grande y disuadir a los agresores © Giuseppe Mazza

Hacia el este lo encontramos en Kiribati, Samoa, islas Marquesas, Tuamotu y Hawaii. En el hemisferio sur llega hasta Tonga, Nueva Caledonia y la isla de Lord Howe.

Ecología-Hábitat

Rhinecanthus aculeatus gusta de zonas arenosas, con aguas tranquilas, viviendo entre las formaciones coralinas hasta los 50 m de profundidad.

Morfofisiología

Por si no bastara, también se estira, adoptando el perfil de una ballesta, con la primera aleta dorsal también afilada como una daga. Una vez en posición vertical, permanece así, aunque el pez muera. Una gentileza poco apreciada por el estómago de los depredadores, que tratarán de evitar a este pez en el futuro.

Por si no bastara, también se estira, adoptando el perfil de una ballesta, con la primera aleta dorsal también afilada como una daga. Una vez en posición vertical, permanece así, aunque el pez muera. Una gentileza de Rhinecanthus aculeatus poco apreciada por el estómago de los depredadores, que tratarán de evitar a este pez en el futuro © Barry Fackler

Puede llegar a medir hasta 30 cm de longitud, pero, por lo general, especialmente en los acuarios, no supera los 15 o 20 cm.

El morro es alargado en comparación con otros géneros de peces ballesta y el cuerpo, ciertamente comprimido lateralmente, parece casi un trapecio cuando extiende la zona ventral con fines intimidatorios.

Está protegido, como todos los peces ballesta, por un sólido revestimiento de escamas óseas. Son rugosas y espinosas junto al pedúnculo caudal. En el dorso se observa el característico gatillo eréctil formado por tres espinas, que puede bloquear, como defensa, en posición vertical.

Para azotar a los intrusos, tiene en la cola una serie de espinas resaltadas por rasgos negros, de ahí el nombre científico y común de Pez ballesta aculeado.

Para azotar a los intrusos, tiene en la cola una serie de espinas resaltadas por rasgos negros, de ahí el nombre científico y común de Pez ballesta aculeado © Giuseppe Mazza

La primera espina es larga y afilada, como un estilete, y dado que permanece erecta incluso tras la muerte del animal, disuade por lo general a los agresores.

La segunda aleta dorsal presenta de 23 a 26 radios blandos y es simétrica a la anal, que porta entre 21 y 23. Las pectorales cuentan con entre 13 y 16 radios inermes, las ventrales están reducidas a una protuberancia puntiaguda y la caudal es redondeada en los jóvenes y casi truncada en los adultos. La boca, pequeña pero robusta, está armada de dientes afilados y cortantes.

La librea recuerda, no injustamente, a las pinturas de Picasso. Sobre el color de base, casi blanco en la parte inferior del cuerpo y gris crema en la superior, destacan de hecho pinceladas negras que convergen en una mancha central. Un trazo naranja va desde las pectorales hasta el morro, mientras que otro atraviesa el dorso.

Rhinecanthus aculeatus es muy territorial; los machos sólo dejan entrar en su pequeño reino a 2-3 hembras, cada una con una zona bien delimitada.

Rhinecanthus aculeatus es muy territorial; los machos sólo dejan entrar en su pequeño reino a 2-3 hembras, cada una con una zona bien delimitada © Giuseppe Mazza

Entre las pectorales y el ojo se observan tres bandas verticales turquesas que delimitan una zona amarillo-verdosa y continúan, ensanchándose, sobre el dorso donde la dorsal se divide en dos para formar 4 bandas. Hacia el pedúnculo caudal el color de fondo se hace verdoso y destacan unas líneas negras que resaltan la posición de espinas.

Etología-Biología reproductiva

El pez ballesta Picasso se alimenta prácticamente de todo lo que encuentra: equinodermos, cangrejos, gambas, ascidias, anélidos y huevos de otros peces. Perfora sin dificultad los caparazones de los bivalvos y los gasterópodos, desmenuzando como si nada las ramas de las madréporas en busca de sabrosos pólipos. Devora también peces de pequeño tamaño y no desdeña las algas, los foraminíferos y los residuos.

Rhinecanthus aculeatus se alimenta de moluscos y crustáceos desenterrados con chorros de agua que expulsa por la boca, pero también de corales, pececillos, algas y desechos.

Se alimenta de moluscos y crustáceos desenterrados con chorros de agua que expulsa por la boca, pero también de corales, pececillos, algas y desechos © Giuseppe Mazza

Con una dieta semejante es evidente que tiene todos los papeles en regla para la vida en acuario, aunque después surgen problemas de incompatibilidad entre parientes, por el marcado instinto territorial, siendo preciso renunciar a los invertebrados y a otras especies de pequeño tamaño que terminarían antes o después en su estómago.

En estado salvaje, cuando se siente en peligro, antes de refugiarse entre las madréporas emite extraños gruñidos, quizás un grito de alarma para sus compañeros.

Incluso cuando es extraído en las redes bufa entre las manos de los pescadores, tanto es así que en Hawaii lo llaman “Humu-Humu-Nuku-Nuku-apu’a”, esto es, “pez que fuera del agua grita como un cerdo”.

Una pareja de Rhinecanthus aculeatus. Ponen los huevos por la mañana en un nido en la arena. Eclosionan esa misma tarde y la hembra muestra unos cuidados parentales inusuales.

Una pareja. Ponen los huevos por la mañana en un nido en la arena. Eclosionan esa misma tarde y la hembra muestra unos cuidados parentales inusuales © Giuseppe Mazza

Los huevos, puestos en masa o en cintas en un nido excavado en la arena, son custodiados por la hembra hasta su eclosión. Los oxigena, ventilándolos con sus aletas, y los defiende con mordiscos de los peces y estrellas de mar, que pueden devorarlos. Depositados por la mañana, eclosionan ya hacia el atardecer y la madre sigue a sus alevines durante un tiempo.

Generalmente, en los peces que desovan en el fondo del mar, la vigilancia corre a cargo sobre todo de los machos, pero los de esta especie, tras la fecundación, sólo se preocupan de defender los confines de su pequeño reino, que suele albergar a 2 o 3 hembras.

Un estudio demostró que el número de huevos puestos es relativamente modesto, entre 936 y 7262, casi nada comparado con los de, por ejemplo, el Pez ballesta de bordes amarillos, Pseudobalistes flavimarginatus, cuyas hembras ponen hasta 430.000. El Pez ballesta Picasso compensaría el menor número de huevos con más cuidados parentales.

Crecimiento de un joven Rhinecanthus aculeatus.

Fases juveniles, en desarrollo. La librea es diferente a la del adulto, pero ya tienen la aleta dorsal defensiva característica de la especie © François Libert

Su capacidad de recuperación es buena, con una posible duplicación de las poblaciones en menos de 15 meses, y aunque esta especie cae a veces en las redes y se capturan crías para acuarios, su índice de vulnerabilidad a la pesca es actualmente modesto, con un valor de sólo 30 en una escala de 100.

No se conoce bien la tendencia de las poblaciones de esta especie. Por ello, Rhinecanthus aculeatus se encuentra actualmente bajo observación, incluido en la Lista Roja de especies amenazadas como “Least Concern”, es decir, “Preocupación menor”.

Sinónimos

Balistapus aculeatus Linnaeus, 1758; Balistes aculeatus Linnaeus, 1758; Balistes heteracanthus Bleeker, 1859; Balistes ornatissimus Lesson, 1831; Monacanthus cheverti Alleyne & Macleay, 1877.

 

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