Saxicola rubetra

Familia : Muscicapidae

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Texto © Dr. Gianfranco Colombo

 


Traducción en español por la Dra Cristina Valcuende

 

La Tarabilla norteña (Saxicola rubetra) es un ave muy colorida, territorial y tímida, que llama la atención posándose en los montículos más pequeños o en los escasos arbustos presentes en su hábitat desolado. El macho posee un llamativo plumaje nupcial, con el pecho anaranjado extendiéndose casi hasta el vientre, que siempre permanece blanquecino.

La Tarabilla norteña (Saxicola rubetra) es un ave muy colorida que llama la atención posándose en los montículos más pequeños o en los escasos arbustos presentes en su hábitat desolado. El macho posee un llamativo plumaje nupcial, con el pecho anaranjado extendiéndose casi hasta el vientre, que siempre permanece blanquecino © Gianfranco Colombo

Que la naturaleza tenga a veces comportamientos poco comprensibles para nosotros los humanos es un hecho conocido y aceptado. Nuestra innata prisa por querer comprender en tiempos breves problemas que la naturaleza ha resuelto en cientos de miles de años nos induce, en ocasiones, a dar explicaciones que satisfacen más nuestra curiosidad que la realidad de los hechos, olvidando que en el origen de todo existen hilos conductores indiscutibles e inapelables, plausibles y naturales, llamados evolución y convergencia evolutiva. Especies diferentes que comparten el mismo hábitat se desarrollan y evolucionan hacia comportamientos y adaptaciones semejantes.

Aquí se ve su lomo. La ceja blanca, presente en ambos sexos, es distintiva.

Aquí se ve su lomo. La ceja blanca, presente en ambos sexos, es distintiva © Gianfranco Colombo

En efecto, de otro modo sería difícil comprender por qué dos especies de aves pertenecientes al mismo género, tan parecidas como para confundirse, con hábitos alimenticios coincidentes y que conviven en el mismo territorio durante la nidificación, como el Colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) y el bien conocido y similar Colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus), en invierno uno decida desplazarse poco y el otro emprenda un viaje de miles de kilómetros hasta adentrarse en áreas tropicales remotas y peligrosas.

Lo mismo ocurre con la Lavandera gris (Motacilla cinerea) y la Lavandera boyera (Motacilla flava), prácticamente similares: mismo género, misma dieta, mismo territorio, pero distinto destino invernal.

Igualmente, sucede entre el Alcaudón chico (Lanius minor) y el Alcaudón norteño (Lanius excubitor), así como entre el Tarabilla común (Saxicola torquatus) y el Tarabilla norteña, especie que describimos aquí.

El Tarabilla norteña (Saxicola rubetra Linnaeus, 1758) pertenece al orden Passeriformes y a la familia Muscicapidae, aunque anteriormente se lo clasificó entre los Turdidae. En el Paleártico es prácticamente el “sosias” estival del Tarabilla común.

Se trata de un pajarillo menudo y vistoso, muy territorial y tímido, que logra atraer la atención posándose en los más pequeños relieves del terreno o en los escasos arbustos presentes en los parajes áridos que frecuenta. Muy similar en comportamiento al Tarabilla común —con el que puede ser fácilmente confundido, sobre todo durante la migración primaveral, cuando comparte plenamente el territorio—, se lo observa capturando insectos con técnicas muy parecidas a las de su congénere. Desde su posadero, de repente se lanza al suelo y, tras una breve carrera, atrapa con rapidez un insecto o una oruga camuflada en la hierba, para luego regresar a lo alto a consumir la presa.

A diferencia del primero, que emplea una modalidad de caza eminentemente aérea, Saxicola rubetra  es más terrestre y utiliza el posadero solo como punto de observación del terreno circundante, para luego descender al suelo y permanecer allí incluso durante varios segundos.

La hembra de Saxicola rubetra, de color claramente más sobrio, es una copia pálida del macho en plumaje invernal. Sin embargo, se distingue en cualquier época del año por la ausencia del negro intenso en su máscara facial.

La hembra, de color claramente más sobrio, es una copia pálida del macho en plumaje invernal. Sin embargo, se distingue en cualquier época del año por la ausencia del negro intenso en su máscara facial © Antino Cervigni

Con frecuencia escarba y deambula entre la hierba baja, saltando entre los terrones y piedras del terreno, y después descansa erguido y orgulloso sobre una pequeña piedra de apenas unos centímetros. En esta posición pasa casi inadvertido, pues su color se funde perfectamente con el entorno.

La etimología del nombre científico del género Saxicola proviene de la unión de los términos latinos «saxus», piedra, y «cola» de «colere» habitar, en referencia al hábitat característico de la especie; rubetraderiva también del latín «rubus», zarza, pero además con un vínculo directo a Aristóteles, quien, bajo este nombre, mencionaba a un ave similar que se alimentaba de orugas recogidas en el suelo.

Como es habitual, la imaginación italiana para otorgar nombres particulares —a veces no estrictamente ligados al sujeto en cuestión y derivados de expresiones populares, de jergas dialectales o de deformaciones de otros nombres casi impronunciables— también ha dejado su huella en el Tarabilla norteña. En este caso, los toscanos parecen haber acuñado el término a partir de su modo de pronunciar el verbo «schiacciare» (aplastar), aludiendo al comportamiento de esta avecilla, que en el suelo parece ocultarse tras cada pliegue del terreno.

Los ingleses, en cambio, lo interpretan de otra manera y lo llaman Whinchat, en referencia a la planta (Ulex europaeus) conocida como “whin”), donde esta ave gusta de posarse. En Europa recibe también otros nombres: en alemán Braunkehlchen, en español Tarabilla norteña, en francés Tarier des prés, en portugués Cartaxo-nortenho, y en japonés un simpático Mamijironobitaki.

Zoogeografía

Saxicola rubetra ocupa casi todo el continente europeo, la región caucásica y la parte occidental de Siberia asiática.

En Europa está muy extendido en la zona centro-oriental, así como en la septentrional y en toda Rusia europea, con una disminución progresiva de su presencia hacia la región mediterránea.

Saxicola rubetra ocupa casi todo el continente europeo, la región del Cáucaso y la parte siberiana occidental de Asia.

Ocupa casi todo el continente europeo, la región del Cáucaso y la parte siberiana occidental de Asia © Antino Cervigni

Ocupa todo el área pirenaica, pero su presencia es reducida en la península ibérica, donde se encuentra de forma localizada y falta por completo en la zona centro-meridional. También está ausente en Grecia e Islandia; en Francia aparece de manera discontinua, mientras que en Italia está bien distribuido en los Alpes, aunque en los Apeninos presenta áreas desiertas y su presencia se vuelve cada vez más escasa hacia el sur. Falta en las islas principales.

Saxicola rubetra es un migrador de largo alcance que inverna en África, en la región subsahariana, desde Senegal hasta Etiopía, abarcando en la parte oriental todo el valle del Rift hasta alcanzar Tanzania. La especie es monotípica, por lo que no se han reconocido subespecies, aunque se están evaluando particularidades observadas en algunas poblaciones.

Ecología-Hábitat

Como se mencionó, Saxicola rubetra ocupa hábitats colinosos y montañosos, en paisajes bastante áridos y poco arbolados, con vegetación escasa compuesta por pequeños arbustos o incluso solo por hierbas, en particular en la parte meridional de su área de distribución; en el norte, en cambio, también aparece en llanuras con características similares.

En las cadenas montañosas italianas llega a instalarse hasta los 2000 m de altitud, eligiendo habitualmente laderas expuestas al sur, como es típico de las especies de su género. En el extremo norte, frecuenta incluso brezales al límite de la tundra, prados húmedos e incluso pantanosos, con tapices herbosos poco profundos o cubiertos de brezos, y a veces completamente desnudos y pedregosos.

A diferencia del Tarabilla común, que también frecuenta zonas cultivadas y humanizadas, el Tarabilla norteña es más solitario incluso en la elección de hábitats, prefiriendo praderas colinosas dedicadas únicamente al pastoreo estival o a un único corte de heno al año. Estas condiciones hacen que el ambiente sea particularmente rico en insectos, de los que se alimenta, y relativamente sano, ya que no sufre los efectos de un uso indiscriminado de herbicidas e insecticidas.

Durante la invernada en África, ocupa hábitats muy variados, pero siempre poco arbolados y áridos. No rehúye áreas pedregosas, zonas cercanas a marismas, praderas próximas a sabanas y prados de montaña.

Morfofisiología

Saxicola rubetra es un ave elegante, con una silueta algo más esbelta que la del Tarabilla común, aunque con una cola todavía más corta que la de su congénere.

Un macho, de Saxicola rubetra recién llegado de África para reproducirse, reclama su territorio de caza con su canto.

Un macho, recién llegado de África para reproducirse, reclama su territorio de caza con su canto © Luigi Sebastiani

Tiene además una postura más horizontal cuando está posado, lo que hace que su figura parezca más esbelta y menos rechoncha que la del Tarabilla común (Saxicola torquatus), que presenta un porte prácticamente vertical.

Sin embargo, estas particularidades no son las únicas ni las más suficientes para distinguir a esta especie de otras similares. Del Tarabilla común se diferencia principalmente —y de inmediato— por la presencia de una ceja blanca, bien visible incluso a distancia y siempre presente en cualquier plumaje estacional, tanto en el macho como en la hembra.

El nido de Saxicola rubetra, bien oculto por la vegetación, siempre se construye en el suelo con musgo, hierbas secas y pequeñas raíces. Contiene de 5 a 7 huevos, incubados por la hembra.

El nido, bien oculto por la vegetación, siempre se construye en el suelo con musgo, hierbas secas y pequeñas raíces. Contiene de 5 a 7 huevos, incubados por la hembra © Museo Civico di Lentate su Seveso

Sin esta referencia inmediata, podría confundirse fácilmente con su congénere, ya que los tonos rojizos y algunas pinceladas negras están presentes en ambas especies.

El macho de Saxicola rubetra exhibe en plumaje nupcial una coloración muy acentuada, mostrando un pecho anaranjado que se extiende casi hasta el vientre, el cual permanece siempre blanquecino; la cabeza con una marcada máscara negra, delimitada en la parte superior por una ceja blanca muy nítida que se prolonga hasta la nuca, acompañada de una línea malar igualmente blanca y bien definida.

El Tarabilla norteña es predominantemente insectívora, especialmente durante la nidificación, cuando presas excepcionales como esta le proporcionan una valiosa fuente de proteínas.

El Tarabilla norteña es predominantemente insectívora, especialmente durante la nidificación, cuando presas como esta le proporcionan una valiosa fuente de proteínas © Arie Ouwerkerk

La cabeza es gris con estrías ocráceas, patrón que se extiende hasta las cobertoras alares. Cola y rémiges son pardas, con las plumas orladas de ocre.

La hembra es bastante similar al macho, salvo por la ausencia del negro intenso en la máscara facial y la menor viveza en la coloración. En el plumaje invernal, el macho pierde gran parte de la intensidad cromática y se asemeja mucho a la hembra. Los juveniles recién volados presentan un plumaje discreto, de tonos pardos con moteado negruzco en el pecho, que se acentúa durante el primer invierno.

En otoño, complementa su dieta con semillas y bayas para ganar peso y almacenar la energía necesaria para su migración hacia el sur.© Gianfranco Colombo

En otoño, complementa su dieta con semillas y bayas para ganar peso y almacenar la energía necesaria para su migración hacia el sur © Gianfranco Colombo

Mide 12 cm de longitud, pesa en promedio 18 g y presenta una envergadura alar de unos 25 cm, característica típica de una especie fuertemente migradora.

Etología-Biología reproductiva

Es una especie muy terrestre, que también utiliza posaderos bajos —un arbusto, una roca o un tallo seco— desde los que se lanza al suelo para capturar presas con gran precisión.

Aquí está, lista para el viaje de regreso, en plena forma tras la muda premigratoria.

Aquí está, lista para el viaje de regreso, en plena forma tras la muda premigratoria © G. Colombo

Desde estos mismos puntos realiza cortos vuelos rápidos, a menudo verticales, para atrapar al vuelo pequeños lepidópteros o dípteros inadvertidos.

Saxicola rubetra es insectívoro durante la mayor parte del año, especialmente en la época reproductiva, cuando incorpora presas de gran valor proteico, como larvas y arañas. En otoño, sin embargo, suele complementar su dieta con bayas y semillas, fundamentales para afrontar la larga migración. Se alimenta también de orugas, crisálidas y pequeños caracoles, capturados casi de forma continua a lo largo del día.

Su área preferida de nidificación es subalpina, en praderas de pastoreo con césped discontinuo, intercalado con rocas aflorantes y arbustos bajos. El nido se construye siempre en el suelo, en una depresión ligera o sobre la cresta de un pequeño relieve, oculto por la vegetación que forma una cubierta protectora natural.

La hembra excava una pequeña cavidad que recubre con musgo, hierbas secas y finas raicillas, hasta formar una copa ancha y poco profunda. La puesta consta de 5 a 7 huevos de color azulado, a veces finamente moteados de pardo rojizo. La incubación, a cargo exclusivo de la hembra, dura unas dos semanas.Los polluelos permanecen en el nido de 17 a 18 días, aunque continúan dependiendo de los padres durante un tiempo tras el vuelo. Generalmente la especie realiza dos puestas por temporada.

Es un ave muy solitaria durante la reproducción, pero se vuelve gregaria durante la migración. En plena época de retorno primaveral a las áreas de cría, es posible observar agrupaciones de decenas de individuos posados en arbustos, vallados o tendidos eléctricos, esperando el momento adecuado para continuar su viaje hacia las zonas de nidificación.

A veces esta espera se prolonga durante varias semanas, lo que puede dar la falsa impresión de una nidificación inusual en lugares donde normalmente no se reproduce.

Hembra despegando. Observe la cola, más corta que la de la Tarabilla común, y la gran envergadura, típica de las aves migratorias ávidas: unos 25 cm para un ave que pesa tan solo 18 g.

Hembra. Observe la cola, más corta que la de la Tarabilla común, y la gran envergadura, típica de las aves migratorias ávidas: unos 25 cm para un ave que pesa tan solo 18 g © Wlodek Smardz

El avance fenológico en las llanuras no coincide con el retraso de las zonas montanas, y el Tarabilla norteña parece “saber instintivamente” que debe esperar al deshielo completo antes de iniciar la temporada reproductiva.

Desde 2024 Saxicola rubetra figura como “LC, Least Concern”, es decir, como “Preocupación Menor”, en la Lista Roja de especies en peligro de extinción de la UICN.

Sinónimos

Motacilla rubetra Linnaeus, 1758.

 

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