Adiantum capillus-veneris

Familia : Pteridaceae

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Texto © Eugenio Zanotti

 


Traducción en español de Carlos Jiménez

 

Adiantum capillus-veneris es el único helecho europeo perteneciente a este género. Crece sobre rocas húmedas, especialmente calizas, cuevas, muros antiguos, manantiales y bordes de fuentes, sin importarle las salpicaduras

Adiantum capillus-veneris es el único helecho europeo perteneciente a este género. Crece sobre rocas húmedas, especialmente calizas, cuevas, muros antiguos, manantiales y bordes de fuentes, sin importarle las salpicaduras © Giuseppe Mazza

Las plantas terrestres con dominancia del esporófito sobre el gametófito, provistas de tejidos vasculares y que se reproducen por medio de esporas, se denominan criptógamas vasculares, también denominadas  Pteridophyta, del griego πτερίς “pteris” que significa helecho.

Representan una etapa fundamental en la evolución de las plantas, ya que son plantas de origen muy antiguo que aparecieron en el Devónico inferior y se hicieron dominantes a finales del Mesozoico.

La división taxonómica Pteridophyta, tradicionalmente compuesta por helechos, licopodios y colas de caballo no se considera válida   según los estudios taxonómicos modernos , porque estos táxones no están unidos por relaciones filogenéticas directas.

Adiantum capillus-veneris L. 1753, bien conocido como culantrillo o culantrillo de pozo, pertenece a la gran familia de las Pteridaceae, que consta de más de 50 géneros. El género Adiantum consta de unas 250 especies de helechos que se originan principalmente en regiones cálidas, principalmente en el continente americano, otras de las regiones templadas.

El culantrillo es la única especie presente de forma espontánea en Europa, un helecho muy elegante y delicado presente en diversas regiones como el sur de Europa y las costas atlánticas bañadas por la Corriente del Golfo hasta Irlanda.

Está presente en las regiones de los valles alpinos del sur y en todo el cinturón tropical de Eurasia, África y América Central y del Sur y Australia.

En Europa también se reporta Adiantum hispidum (nativo de áreas tropicales y subtropicales de Australia, naturalizado en las Azores) y Adiantum raddianum (del este de América del Sur) cultivados como ornamentales y en ocasiones asilvestrados.

El nombre del género proviene del término griego «adíanton», formado por «a», sin, y «diáino», baño, es decir «no baño», refiriéndose a las hojas que, sumergidas y extraídas del agua, no se mojan (repelen el agua) . El nombre de la especie significa cabello, de “capìllus” y del genitivo “Venus”, Venus, ya que, según la mitología romana, cuando salió del mar tenía el pelo seco.

Son plantas terrestres o epifíticas, de 10 a 40 (50) cm de altura con rizomas rastreros, delgados, con escamas lanceoladas, densas, pardas y con márgenes enteros.

En los rizomas jóvenes existe una sifonostela anfifloica (el floema se encuentra a ambos lados del xilema), mientras que en los más viejos se presenta el típico «tubo vascular perforado» (dictyostele) propio de la mayoría de los helechos, debido a la presencia de restos de hojas.

Las hojas, hidrófugas, no se mojan, como los cabellos de Venus cuando salía del mar © Giuseppe Mazza

Las hojas, hidrófugas, no se mojan, como los cabellos de Venus cuando salía del mar © Giuseppe Mazza

Las raíces adventicias se desarrollan a partir de los rizomas, cada una diferenciada en epidermis, corteza y cilindro vascular central. La epidermis es la capa más externa y tiene pelos radiculares unicelulares

La corteza se divide en una gran capa exterior parenquimatosa y una fina capa interior de esclerénquima.

El cilindro central está formado por una estela simple, diarca con xilema en el centro y con floema a ambos lados.

Las frondas, de hasta 60 cm de largo, están aisladas o juntas sobre el raquis, que suele formar un ligero zigzag y es de color marrón negruzco, brillante, esbelto y con la base cubierta por las mismas escamas que el rizoma, pero distalmente lampiño.

La lámina es principalmente 2-pinnada en la parte inferior, 1-pinnada en la superior, ovado-triangular, 6-25 × 8-16 cm, y con base cuneada y ápice agudo.

Las pinnas son 3-5 a cada lado, oblicuamente ascendentes, con pecíolo hasta 15 mm, del mismo color que el raquis.

El par de pinnas basales tiene un perfil estrictamente ovado, 3-9 × 2,5-4 cm, y ápice obtuso.

Las pinnas del segundo par en adelante son similares, pero progresivamente más pequeñas.

Las pinnas están divididas en pínnulas, en número de 2-4 pares por pinna, alternas, oblicuamente ascendentes con un tallo marrón-negro, de 1-2 mm, delgado.

La lámina, en el par basal, es algo mayor, 12-20 × 10-15 mm, de consistencia más bien blanda (herbácea), de color verde o marrón-verde oscuro, con ambas caras glabras, y base en cuña, lados enteros, margen superior redondeada, de 2 a 4 lóbulos o dividida en segmentos ramificados.

Las pínnulas contienen células con cloroplastos y los estomas se encuentran solo en la epidermis inferior. El mesófilo no está diferenciado en empalizada y es incompleto. El haz vascular está rodeado por una vaina de esclerénquima.

Las pínnulas estériles tienen ápice obtuso, con dientes marginales anchamente triangulares; las fértiles tienen ápice truncado, son planas o levemente deprimidas, enteras o con dientes. Las nervaduras, visibles en ambas caras, están bifurcadas y llegan hasta los márgenes. Los soros son 3-10 por pínula y están en los ápices de los lóbulos del margen superior, con pseudo-indusio verde amarillento cuando jóvenes, luego pardusco, estrechamente reniformes u orbicular-reniformes, membranosos con márgenes superiores planos y rectos, enteros, persistentes.

En la madurez, la planta, que es un esporófito, produce esporas de superficie finamente granular, que miden en su mayoría 40-50 µm de diámetro. La esporulación ocurre casi todo el año, pero generalmente se concentra de junio a agosto.

La esporulación ocurre casi todo el año, principalmente entre junio y agosto © Giuseppe Mazza

La esporulación ocurre casi todo el año, principalmente entre junio y agosto © Giuseppe Mazza

Las esporas se producen en los esporangios dentro de los soros. El esporangio deriva de una sola célula (leptosporangio) y está formado por un eje pluricelular y una cápsula, esférica o elíptica, en cuyo interior se forman por meiosis numerosas esporas haploides.

La cápsula tiene una pared en forma de anillo con una parte gruesa y una parte delgada. En la madurez, la pared delgada se rompe y las esporas se liberan por explosión.

Las esporas que han caído al suelo germinan y sufren repetidas divisiones formando el prótalo, que es plano, verde y con forma de corazón. El prótalo es monoico y representa la generación gametofítica. Los órganos sexuales masculinos (anteridios) y femeninos (arquegonios) se forman en la página inferior del prótalo.

De los anteridios se liberan gametos multiflagelados (anterozoides), que nadan en el agua y llegan a la oosfera en el interior del arquegonio para realizar la fecundación, dando lugar al cigoto (2n) que representa la primera célula de la generación esporofítica.

El cigoto se desarrolla en un embrión, que se nutre a expensas del prótalo, al que permanece unido por medio de un pie y luego se diferencia en la planta adulta (esporofito) que producirá las esporas para reiniciar el ciclo que es haplodiplonte.

El número cromosómico haploide es n = 30, el diploide 2n = 60.

Adiantum capillus-veneris es una especie umbrófila, higrófila y termófila que crece sobre rocas rezumantes, acantilados húmedos, especialmente sobre calizas, margas y areniscas, pozos, cuevas, manantiales, muros antiguos, bordes de fuentes, acequias y sus puentes, desde el nivel del mar hasta los 1500 metros de altitud, pero en las zonas tropicales asiáticas puede llegar hasta los 2800 m.

La maestra Pierina Boranga escribió al respecto en uno de los volúmenes de la espléndida serie «La naturaleza y el niño» (1951):

“Prefiere la posición que le permite disfrutar de unos débiles rayos de sol, pero a menudo vive bien incluso en esa suave luz verdosa de las paredes sombreadas y las cuevas húmedas. No importa si sus ramitas y sus pequeñas y graciosas hojas en forma de abanico, sostenidas por esbeltos pecíolos negros y brillantes, tan finos como cabellos, deben estar siempre en movimiento bajo las gotas que gotean. Los pedúnculos, aunque delgados, son resistentes y elásticos y las pequeñas hojas tienen la propiedad de no mojarse. Por el contrario, el movimiento continuo añade gracia a estas elegantes frondas pequeñas y suaves, que suavizan las piedras, dando a los lugares una nota de belleza arcádica”.

Desde la antigüedad este helecho no pasó desapercibido, es más, dada la preferencia por los lugares oscuros, fue consagrado a Plutón. Teócrito dijo que junto con otras plantas crecía cerca de la fuente donde uno de los argonautas tomaba agua para su barco.

De las esporas que han caído al suelo nacen plantas efímeras, los prótalos, en forma de corazón. En la parte inferior se forman gametos masculinos flagelados y óvulos. La película de agua que las rodea permite la fecundación y germinación de las plantas definitivas. En la ampliación se advierten algunos prótalos y esporófitos aún en fase juvenil

De las esporas que han caído al suelo nacen plantas efímeras, los prótalos, en forma de corazón. En la parte inferior se forman gametos masculinos flagelados y óvulos. La película de agua que las rodea permite la fecundación y germinación de las plantas definitivas. Aquí se advierten algunos prótalos y esporófitos aún en fase juvenil © Giuseppe Mazza

Las hojas del culantrillo, que deben recolectarse en verano, contienen varios principios activos, responsables también de sus beneficiosas propiedades. Estos son fenoles, como adiantona, mucílagos, triterpenoides, taninos, ésteres de azufre del ácido hidroxicinámico, gomas, azúcares, aceites esenciales y ácidos alicíclicos. El aceite esencial que dan los preparados, especialmente infusiones, jarabes y tinturas, tiene propiedades antiinflamatorias, aromáticas, galactogénicas, astringentes, anticoagulantes, descongestionantes, diaforéticas, emolientes, expectorantes, digestivas, etc.

El  culantrillo es eficaz para regular la menstruación, la dismenorrea y facilitar el parto. En la medicina popular también se utiliza para el tratamiento de diversas enfermedades como forúnculos, diabetes, insuficiencia urinaria y hepatitis. También se recomienda en diversas enfermedades de las vías respiratorias como fluidificante y calmante, para bajar el tono de la voz (el gran tenor Caruso, como otros grandes cantantes, hacía gárgaras con infusiones de culantrillo antes de entrar en escena), en las digestiones difíciles, como depurativo de la sangre, antihemorrágico interno y para reducir las ganas de beber alcohol y fumar.

Etapa posterior con plántulas en crecimiento y prótalos (gametofitos), que las generaron, en degeneración

Etapa posterior con plántulas en crecimiento y prótalos (gametofitos), que las generaron, en degeneración © Giuseppe Mazza.

Los estudios fitoquímicos de toda la planta han permitido aislar e identificar la estructura de muchos compuestos, como triterpenoides, flavonoides, fenilpropanoides, oleananos alicíclicos y carotenoides. Las frondas han sido estudiadas farmacológicamente por diversas actividades como antibacteriana, antihiperglucémica, hipoglucemiante, antiviral, etc. y todas estas sustancias se pueden utilizar para crear nuevos medicamentos.

La medicina tradicional recomienda para la bronquitis y la tos seca una cucharadita de hojas frescas en una taza de agua caliente, después de filtrar y agregar un poco de miel, a razón de 2-3 tazas al día. Si se le agrega té negro y leche, se obtiene un sabroso té de hierbas conocido como «bávaro».

Para niños con bronquitis y tos seca se pueden dar dos cucharadas tres veces al día de un jarabe obtenido con 640 g de azúcar añadidos a una infusión ya filtrada, preparada con 340 gramos de agua y 20 g de hojas frescas.

Después de 25 días, las plántulas se ven así. A la derecha una fronda con láminas formándose sobre un largo pecíolo de color oscuro

Después de 25 días, las plántulas se ven así. A la derecha una fronda con láminas formándose sobre un largo pecíolo de color oscuro © Giuseppe Mazza

Para uso externo, la decocción del culantrillo tiene una acción estimulante sobre los folículos pilosos y, por lo tanto, es útil para combatir la caspa y la caída del cabello. ¿Será otra confirmación de la doctrina de la «marca»? Se trata de la creencia según la cual el buen Dios había puesto una marca en el aspecto y características de las plantas para indicar a los humanos para qué servían. Así el Sauce (Salix alba), que crece con los pies en el agua, cura los resfriados, los frutos del Nogal (Juglans regia), por su forma, el cerebro y la Pulmonaria (Pulmonaria officinalis), por los dibujos de las hojas, los pulmones. En el pasado, el culantrillo también entraba en preparaciones complicadas destinadas al tratamiento de parálisis, temblores, melancolía, como en la antiquísima Opopyra de Santi Cosma y Damiano, y de Mesuè.

Debido a su elegante belleza, este helecho, junto con sus otros congéneres exóticos (Adiantum caudatum, Adiantum rubellum, Adiantum pedatum, Adiantum venustum, etc.), es ampliamente cultivado, especialmente como planta de interior; sin embargo, es una especie delicada y exigente que requiere luz difusa y no le gusta la luz solar directa ni las corrientes de aire frío; la temperatura ideal para su cultivo es de 14-18°C.

Aproximadamente 3 meses después de nacer, las plántulas ya tienen hojas bien diferenciadas

Aproximadamente 3 meses después de nacer, las plántulas ya tienen hojas bien diferenciadas © Giuseppe Mazza

A los 8 meses alcanzan 40 cm de diámetro y están listas para formar esporas y reiniciar el ciclo

A los 8 meses alcanzan 40 cm de diámetro y están listas para formar esporas y reiniciar el ciclo © Giuseppe Mazza

El sustrato debe consistir en tierra neutra arbórea o ligeramente calcárea, enriquecida con turba, bien drenada y no demasiado rica en nutrientes; los riegos deben ser frecuentes pero no abundantes en los meses cálidos y se reducirán en el período invernal. El culantrillo se reproduce por subdivisión de matas en marzo-abril o por esporas, en particular en viveros, lo que permite obtener un gran número de plantas.

Sinónimos: Adiantum coriandrifolium Lam. (1779); Adantum fontanum Salisb. (1796); Adiantum capillus Sw. (1801);Adiantum formosum R. Br. (1810); Adiantum africanum R. Br. (1818); Adiantum schaffneri E. Fourn. (1880); Adiantum pseudocapillus Fée (1850-1852); Adiantum paradiseae Baker (1889); Adiantum capillus-veneris var. fissum Christ (1900); Adiantum modestum Underw. (1901); Adiantum michelii Christ (1910); Adiantum remyanum Esp. Bustos (1936);Adiantum capillus-veneris var. laciniatum Christ ex Tardieu & C. Chr. (1940); Adiantum capillus-veneris fo. rimicola(Sloss.) (1950); Adiantum capillus-veneris var. modestum (Underw.) Fernald (1950); Adiantum capillus-veneris var.protrusum Fernald (1950); Adiantum capillus-veneris fo. dissectum (M. Martens & Galeotti) Ching (1957); Adiantum capillus-veneris fo. fissum (Christ) Ching (1957).

 

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